¿Alguna vez has caminado por la calle y encontraste una memoria USB incrustada en una pared? Aunque no lo creas, hay miles de pendrive ubicados en sitios estratégicos que han generado muchas teorías en las redes sociales. Lo que pocas personas saben es que detrás de esos dispositivos existe todo un movimiento llamado Dead Drops. ¿En qué consiste? Aquí vamos a contarte su historia.
En 2010, el artista alemán Aram Bartroll inició el proyecto Dead Drops, que tenía como objetivo crear una 'biblioteca digital pública', es decir, que todas las personas puedan tener acceso a información valiosa sin la necesidad de contar con conexión a internet. Para lograrlo, se valió de una memoria USB (populares en la época), la cual incrustó en una zona muy transitada de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Tan exitoso se volvió el movimiento Dead Drop que otras personas, de diferentes partes del mundo, se sumaron a la iniciativa y decidieron colocar sus propias memorias USB en las calles de su ciudad. Actualmente, existe una página web (https://deaddrops.com/) en la que se detallan la ubicación de todos los pendrive registrados. El más reciente data de junio de 2023 y fue colocado en España.
Un dato curioso es que, según el mencionado portal, existe una de estas memoria USB en Lima. De acuerdo a la publicación, el pendrive fue puesto el 13 de junio de 2016 en el 'muro de los sueños' del Hospital del Niño. Se trata de un dispositivo que tiene una capacidad de almacenamiento de 8 GB, al que puedes acceder desde una laptop, tablet o smartphone, estos dos últimos usando un cable OTG.
Ubicación del USB en Lima. Foto: La República
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Vale resaltar que la información de los USB varían, dependiendo de la persona que comparte la información. Sin embargo, puede ser música, videos (cortos, películas independientes, documentales), imágenes, textos (poemas, obras literarias, ensayos), software (aplicaciones ejecutables, juegos), arte digital, entre otro tipo de archivos que puedan contribuir a la cultura.
Ten en cuenta que no todos los USB incrustados en las paredes son seguros, solo aquellos que están registrados en la página oficial del proyecto. Aunque no lo creas, muchos cibercriminales plantan pendrives llenos de virus para robar la información de los usuarios. También hay casos en los que colocan un USB killer que 'fríe' los circuitos de los dispositivos que conectas y los deja inservibles.