Perú registra poco más de 3.500 denuncias de violencia sexual en colegios en 2024: la alarmante cifra es la más alta en los últimos 11 años

El portal SíseVe, del Ministerio de Educación, ha informado que en lo que va de 2024 se han registrado más de 3.500 denuncias de violencia sexual en el ámbito escolar, lo que ha establecido un alarmante récord como la cifra más alta desde 2013. Este preocupante dato evidencia la necesidad urgente de reforzar las medidas de prevención, protección y atención en las instituciones educativas del país, a fin de garantizar entornos seguros para los estudiantes y combatir esta problemática que afecta gravemente a la comunidad escolar.

Por otro lado, la psicóloga Raquel Aquino Ayala se manifestó sobre las alarmantes cifras que aquejan a nuestro país: “Lamentablemente, una institución educativa pareciera que es un lugar de alto riesgo, si hablamos de las instituciones estatales, porque no está habiendo personal calificado. Estamos viendo muchos problemas de salud mental en los docentes, tanto de que ellos se peleen, hay mucha agresión, mucha violencia entre ellos. No hay un adecuado manejo de las emociones, y casos más graves como estos, hablar de agresores sexuales que estén trabajando con niños”, dijo a Exitosa.

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¿Qué otras regiones se encuentra en la lista roja de casos de violencia sexual?

Las regiones que reportan más casos de violencia sexual en colegios en los últimos 11 años son Lima Metropolitana (4.324), Piura (1.220), Junín (754), Arequipa (728) y Áncash (698). La elevada cantidad de denuncias resalta la necesidad urgente de implementar estrategias más eficaces para prevenir la violencia sexual y garantizar una atención adecuada a las víctimas en estas regiones.

En tanto, la gerente regional de Educación de Arequipa, Cecilia Jarita, gerente regional de Educación de Arequipa —la cuarta región que registra más casos de violencia sexual— advirtió en una entrevista para el medio Exitosa que la tendencia indica un posible incremento de estas cifras, lo que representa una seria amenaza para la seguridad y bienestar de los estudiantes: “El año pasado teníamos un reporte de 1.220 y a la fecha estamos avanzando porque creemos que, entre violencia psicológica, física y sexual, haremos un total de 1.550 a fin de año”, recalcó.

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Pese a la alarmante situación y reconocer que las cifras siguen en alza, la gerenta no mencionó las medidas preventivas que se deberían aplicar para frenar el incremento de estos casos que perjudican a la región.

La perspectiva de las autoridades

En una entrevista para el medio Exitosa, el coronel Edgar Vásquez, jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), informó que se registraron 337 denuncias por violación sexual en 2024, de las cuales 149 involucran a menores de edad. Además, reportaron 136 acusaciones de tocamientos indebidos a menores y 12 tentativas de violación. La diversidad de los agresores, que incluye a auxiliares y docentes, resalta la gravedad del problema.

¿Qué tanto afecta emocionalmente a los jóvenes sufrir este tipo de ataques?

La psicóloga Raquel Aquino Ayala subraya que los ataques sexuales dejan secuelas emocionales profundas en los jóvenes, afectan su salud mental y su capacidad para procesar emociones. La falta de un ambiente familiar funcional puede intensificar estos sentimientos de soledad y desesperanza, lo que puede llevar a autolesiones y otros problemas psicológicos.

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Recomendaciones para padres y comunidad educativa

Ante esta alarmante situación, se recomienda a los padres de familia que mantengan un control más activo sobre la vida escolar de sus hijos. Asistir a las instituciones educativas y conocer a los docentes puede ser un primer paso para garantizar la seguridad de los menores. Además, es crucial que los padres estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento de sus hijos, ya que esto puede ser un indicativo de problemas emocionales o situaciones de riesgo.

¿A qué centro de ayuda debo recurrir y cuál es el número al que se debe comunicar?

Los menores de edad que sean víctimas de violencia o testigos de estos actos pueden comunicarse con los siguientes centros para defender sus derechos: Demuna y la línea 105 de la Policía Nacional del Perú. Es fundamental que se utilicen estas vías de comunicación de manera responsable, ya que el uso indebido puede conllevar sanciones económicas.