8M: ser mujer, una lucha constante por la igualdad

Ni la pandemia ni la crisis la detuvieron. María Solari Díaz es la primera médica aeronáutica que tiene la Policía con certificación internacional, y durante la pandemia logró salvar la vida de 113 de sus compañeros.

La mayor PNP se desempeña como jefa de esa área, conformada en su mayoría por hombres. También es una innovadora, pues impulsó el traslado de sus colegas con COVID-19 dentro de cápsulas aisladas. “Nunca paramos”, dice Solari, quien sin fijarse en horarios ni distancias siguió a la cabeza de su unidad en estos dos años.

Y si bien dice tener el apoyo de su institución, es consciente de que hay desigualdad en otros sectores de la sociedad. “Antes se creía que habían puestos solo para hombres, pero la mujer está preparada para trabajar en cualquier función”, resalta. Es por esta situación que desea ser un ejemplo a seguir de las más pequeñas, sobre todo de su hija de 5 años, a quien le desea un futuro más igualitario.

Y con 13 años de servicio, ahora tiene otros retos. Es candidata al certamen de belleza Señora Perú y representa a la región Madre de Dios. Este concurso es para ella una ventana que permitirá demostrar su versatilidad.

Como Solari, en el Perú existen cerca de 17 millones de mujeres, las cuales representan el 50,4% de la población del país y que vienen luchando por una sociedad más justa.

Una de ellas es Fortunata Palomino (57), presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima, quien dirige 2.447 establecimientos a nivel metropolitano. Según cuenta, la iniciativa nacida en el 2019 como ‘Mujeres organizadas previniendo la violencia de género’ sirvió para “responder al hambre” durante la emergencia sanitaria que dejó a miles sin trabajo.

Su mayor reto —señala— es liderar la organización y conseguir el presupuesto para que las ollas comunes continúen funcionando; así como mantener su vida personal en equilibrio. Es casada y tiene cuatro hijas, por las que lucha y para las cuales desea igualdad de oportunidades. “No podemos dejarnos dominar por ningún machista patriarcal”, indica Fortunata, quien pide igualdad de oportunidades.

Hacen doble esfuerzo

“En nuestra sociedad tienes que demostrar y realizar el doble de esfuerzo para que seas vista”, señala la enfermera Evelyn Cáceres (32), quien desempeña su labor desde 11 años.

Ella viajó desde su natal Ayacucho para estudiar y buscar oportunidades, las cuales considera escasas. Estudió una maestría y cuenta con dos especializaciones que le han costado sudor y sacrificio. A pesar de su esfuerzo, piensa que las mujeres deben demostrar más para ser consideradas en algunos puestos laborales.

“Somos aproximadamente 102.000 enfermeros en el país y el 96% somos mujeres, pero el sistema siempre nos ha visto como subempleadas. Tenemos todavía un sistema patriarcal”, resalta.

Es por ello que actualmente dirige un colectivo denominado ‘Súmate’, el cual busca empoderar a las mujeres en el sector Salud. “Todos los días que me levanto, y aunque vea la valla muy alta, continúo. Ser mujer y enfermera también es difícil en este país”, asegura.

Cabe mencionar que la paridad de género en el sector público fue superada solo en 10 regiones, según el estudio ‘La Mujer en el Servicio Civil Peruano 2022′ de la Autoridad Nacional de Servicio Civil (Servir).

Junín lidera la lista con un 56,8%, seguido de Huánuco (53,6%), La Libertad (53,4%) y Piura (51,4%). No obstante, aún existen departamentos donde solo 3 de cada 10 servidores públicos son mujeres.

Otra lucha por erradicar la desigualdad la lidera Liliana Paucarcaja (46), docente desde hace 16 años en el colegio Nuestra Señora de las Mercedes de la zona de Márquez, en el Callao.

Enseña Desarrollo Personal y Ciudadanía y busca desde su tribuna eliminar la violencia de género, así como impulsar la igualdad de oportunidades.

Debido a la pandemia tuvo que incorporar herramientas tecnológicas a su trabajo como el WhatsApp y Google Classroom, a fin de continuar enseñando e impulsando el proyecto educativo ‘Promoviendo la igualdad de género para una vida sin violencia’ que inició en su centro educativo.

Ella considera que el colegio es, además del hogar, el principal lugar donde los menores pueden eliminar la cultura machista de la que es víctima nuestra sociedad. “El mayor reto que yo he tenido es demostrar a los demás cómo debemos ser valoradas”, asegura. Espera que esta iniciativa se convierta en una ONG a futuro, con el objetivo de que se replique en los diferentes colegios de Lima y Callao.

Emprendedoras

De acuerdo con un estudio del INEI, del total de las mujeres que trabajan, el 37,3% es independiente o generadora de su propio empleo.

María Bompart forma parte de esta estadística, pues durante la pandemia creó su empresa de bisutería, Merú, y desde entonces continúa luchando para salir adelante. Su vida no ha sido fácil, ya que hace cuatro años tuvo que dejar su trabajo como técnica en telecomunicaciones, su mamá y su casa en Venezuela para mudarse a Perú en busca de un futuro para sus tres hijos. “La inmigración es un proceso complicado y la inestabilidad en un principio hizo que dejara el emprendimiento”, indica. Cuenta que organizar su responsabilidad de mamá y de esposa, conjuntamente con su rol de emprendedora, es bastante complicado. “Como mujer, cuando hablamos de emprendimiento, nos cuesta más porque asumimos muchos retos en la vida, independientemente de los que tengamos con la pareja o hijos, la sociedad nos exige más a nosotras para obtener lo que queremos”, señala.

María, Fortunata, Evelyn, Liliana y María confían en los jóvenes, pues consideran que hay un cambio en el pensamiento de este grupo.

Sin embargo, ellas y todas las mujeres pierden la fe cuando una autoridad como el ministro del Interior, Alfonso Chávarry, las considera “factores” y “complementos” del hombre.

Cifras

50,4% de la población que existe en el Perú son mujeres. En total son 16 millones 826 mil 991.

30,9 % de las mujeres que trabajan tiene educación universitaria o educación superior no universitaria.

37,3% de las mujeres son gestoras de su propio empleo.