La imposibilidad de estar cerca por el riesgo de contagio del nuevo coronavirus, no fue obstáculo para que cuatro hijos realizaran una videollamada a su progenitora para saludarla por el Día de la Madre. Ella se encuentra internada en el Hospital de Ate por un cuadro de COVID-19.
Élida Flores contó a La República que empezó a sentir los síntomas cuando aún trabajaba como agente de seguridad interna en la Municipalidad de El Agustino. La falta de aire y dolor en el pecho la obligaron a acercarse por primera vez al Hospital Hipólito Unanue, pero los médicos le dijeron que “no tenía nada” y la retornaron a su casa.
Pese al diagnóstico médico, la madre de familia siguió sintiendo los malestares, que cada vez se agudizaban más. Preocupadas por su salud, sus hijas mayores solicitaron su traslado hacia el Hospital de Ate, donde se encuentra internada desde el 21 de abril.
Desde entonces la familia no ha podido verla, ni comunicarse con ella. Por ello, la paciente y sus hijos no pudieron evitar emocionarse por volverse a ver, aunque sea a través de la pantalla de un celular.
“Yo la quiero mucho. Ella es muy importante para nosotros. Nos ha sacado adelante sola porque es madre soltera. Siempre nos ha apoyado”, dijo Anaís Gonzáles, una de las hijas.
Élida Flores también aprovechó la videollamada para agradecer a las enfermeras y personal médico del Hospital de Ate por la buena atención que ha recibido, pues no solo le dan dado el tratamiento adecuado, sino que siempre le dan mensajes de aliento cada día para que su ánimo no decaiga en medio de la enfermedad.
“Me siento feliz y tranquila por estar en buenas manos. Todas las señoritas que trabajan aquí se dedican a nosotros. Ellas también corren riesgo de contagiarse, pero aquí son muy buenas. Están pendientes de lo que nos falta. Qué hubiera sido de nosotros sin ellas", manifestó.
Asimismo, dejó un mensaje para sus seres queridos. “Quiero decirles a mis hijas, hermanas y compañeras de trabajo que se cuiden bastante porque no quisiera que les pase nada”, expresó la mujer, quien pidió a la población quedarse en casa.
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Finalmente, toda la familia, con globos rojos en forma de corazón, se reunió para desearle a la señora Élida un Feliz Día de la Madre a través de la pantalla del celular. El menor de sus hijos, de 9 años, no pudo evitar llorar.
“Te queremos mucho. No sabes cuánta falta no haces, por eso tú tienes que estar bien porque nosotros te necesitamos. Hay muchos planes por cumplir”, dijo una de sus hijas al despedirse.