La Corte Penal Internacional (CPI) abrió ya una investigación sobre la guerra en Ucrania y, mientras las autoridades ucranianas anuncian una “gran batalla por el Donbás” emprendida por Rusia, medios extranjeros han analizado el rol que pueden tener las redes sociales en un hipotético camino hacia La Haya.
Que el presidente ruso Vladimir Putin sea llevado ante el tribunal internacional de La Haya puede estar determinado, en parte, por las fotos y videos publicados en diferentes plataformas, desde Telegram hasta TikTok.
Entrevistado por el diario El País, Víctor Torre de Silva, profesor de Derecho Administrativo en la Universidad IE, señaló que los videos y las fotografías podrían utilizarse “porque la CPI tiene unas reglas sobre procedimientos y pruebas”.
Unas reglas que incluyen fotografías. Desde el último 24 de febrero, cuando Rusia comenzó la invasión de Ucrania, se ha acumulado una gran cantidad de material audiovisual.
Se trata de un sinnúmero de imágenes que son contrastadas por decenas de verificadores en el mundo que ya han creado una base de datos para preservar y archivar este contenido, del cual algún día se podría utilizar como evidencia de crímenes de guerra o lesa humanidad.
“Ucrania es la escena de un crimen. Debemos disipar la bruma de la guerra para llegar a la verdad”, declaró el miércoles 13 de abril el fiscal de la corte, el británico Karim Khan, en Bucha, cerca de Kiev.
Y precisamente la grotesca escena en Bucha, donde maniataron y asesinaron a tiros a civiles, es uno de los episodios objeto de la investigación iniciada por la CPI por crímenes de guerra y de lesa humanidad.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lo calificó como un “criminal de guerra” por sus actos en Ucrania.
No obstante, Torre de Silva matizó las perspectivas: “Lo ideal sería que hubiera grabaciones de tropas rusas disparando, cometiendo crímenes (...). No importa solo que haya civiles tendidos en las calles, hay que saber cómo murieron y a manos de quién murieron”.
Expertos sostuvieron que más viable que ver a Putin en La Haya, sería enjuiciar a mandos militares rusos capturados en Ucrania.
Entretanto, Biden avivó la polémica. El mandatario reconoció que corresponde a los “abogados a nivel internacional” decidir sobre lo que es un genocidio. Sin embargo, afirmó: “Para mí, esto se parece mucho”.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también apuntó que “se puede hablar cada vez más de un genocidio” en Ucrania.
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Antes de Biden y Trudeau, el primer ministro británico, Boris Johnson, había usado este término, al igual que el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski.
El propio Putin también habló de genocidio para denunciar la política de Kiev en el Donbás, región del este de Ucrania y escenario de enfrentamientos entre el Ejército ucraniano y separatistas prorrusos desde 2014.
“Tengo que hablar de la rusofobia como el primer paso hacia un genocidio. Es lo que está pasando actualmente en el Donbás”, afirmó el jefe de Estado en diciembre.
Por su parte, Céline Bardet, jurista e investigadora criminal internacional, se mostró cauta en su pronóstico mientras continúa la guerra en Ucrania.
“La justicia necesita distancia para no caer dentro de todo este alboroto. El tiempo de la justicia no es el tiempo de los conflictos”, insistió, temiendo que la CPI sea vista como una institución que “trabaja cuando los occidentales la impulsan a hacerlo”.
Con información de AFP.