Aún hay muchas mujeres y niñas en Perú, sobre todo en el interior del país que no se benefician del poder de Internet y son por ello menos libres. ,Las mujeres estamos accediendo cada vez más a las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) y construímos con ellas nuevas formas de comunicación, que parecen peculiarmente diferentes a las de los varones. Las TIC sirven para que las mujeres conquistemos un nuevo espacio de comunicación, creación de redes de trabajo y solidaridad, para crear acción que paraliza al sexismo como ha sido el caso de movimientos emblemáticos como “Amina” en Nigeria, o las acciones de Amnistía Internacional y todos los grupos de apoyo a la equidad. Sirven para desafiar la postergación y pasividad con las que a veces nos encontramos en el mundo “off-line”, pues las mujeres somos “hackers cívicas” por vocación, es decir somos disruptoras sociales y agentes de cambio. Sin embargo, la tecnología digital no luce a menudo atractiva para las mujeres en el Perú, al ser etiquetada como un asunto más propio de los varones -jóvenes, además-. Pero, como en otros ámbitos, hay mujeres arriesgadas que desafían el orden y quieren estar presentes, muchas autodidactas y con harto esfuerzo. No hace falta más que hurgar bien en las redes sociales para encontrar voces de opinión interesantes que utilizan la tecnología para convocar y aglutinar: El movimiento #Niunamenos es una muestra altamente grafica del poder de las hacker femeninas. Aún hay muchas mujeres y niñas en Perú, sobre todo en el interior del país que no se benefician del poder de Internet y son por ello menos libres. Este 8 de marzo, cuando te saluden porque valoran tu género femenino, hazte tú el mejor reconocimiento y date permiso de ingresar a la Matrix (Twitter): créate una cuenta ahí, una identidad, una voz y habla, comparte y opina. Tú también, querida compañera hacker puedes definir la agenda pública, porque en Internet si te van a escuchar muchos, el mundo entero. Porque en Internet somos más libres que en ningún otro lugar.