¿Cómo viene lo de Jorge Barata? En lo que toca a oráculos de tema peruano, los hombres de Odebrecht han tenido resultados mixtos. A Alejandro Toledo lo empapelaron, es verdad. A los Humala los despacharon a la cárcel sin papel de por medio. A AG, KF, SV los mencionaron sin mayores consecuencias hasta la fecha. A PPK lo han puesto al filo del desempleo. Dos ex presidentes en la picota, otro bajo sospecha, una ex candidata y una ex alcaldesa en parecido trance, y PPK en la cuerda floja, no es poca cosa. Sin embargo, cuando empezó todo el público esperaba más, lo cual también quiere decir más candor. Nadie esperaba que Odebrecht fuera un delator con estrategia, plazos propios, y un lenguaje con mucho de sibilino. La siguiente delación de Barata, a fin de mes, en cierto modo reabre todo el ciclo esperanza-desilusión-nueva esperanza que ya se ha vivido más de una vez. Pero como sucedió con Marcelo Odebrecht, ahora flota la convicción de que Barata dirá cosas decisivas, por lo menos tan potentes como su delación de los Humala. Tanto así que PPK ha postergado su reunión con la zarandeada comisión Lava Jato hasta después de que Barata hable, y, con parecida lógica, Víctor Andrés García Belaúnde propone que la decisión sobre la vacancia presidencial recién sea tomada luego de ese mismo día. Son muchos los que están esperando un antes y un después en la política peruana. Pero si nos guiamos por la experiencia en el caso, el día B tiene fuertes posibilidades de decepcionar. Nos cuesta mucho imaginarlo mudando más políticos influyentes a la prisión preventiva. Además, ni los personajes ni el contexto son los de cuando empezó el delator dedo duro brasileño. Hoy se precisa los papeles que no se necesitó para encerrar a los Humala. De otra parte cuesta creer que las modosas frases de Marcelo Odebrecht, de tipo sí creo que les dimos a casi todos algún tipo de apoyo, el día B se convierta en algo así como tal persona recibió un donativo o coima de tanto. Preparémonos para el eufemismo, la amnesia, la elipsis y otras modalidades de una negociación Odebrecht-Estado que todavía no se concreta. Barata no fue el único operador Odebrecht en el Perú, de modo que el bulto todavía puede ser pasado a otros compatriotas.