El fin de semana pasado vimos con estupor cómo una joven de 23 años era arrastrada de los pelos por su pareja. Sucedió en la vía pública y a plena luz del día. Ella gritaba pidiendo ayuda, él le decía que se callara mientras, una vez dentro del edificio, intentaba subirla a rastras por las escaleras… La espeluznante escena fue grabada en video por una vecina, se hizo viral en las redes sociales y Martín Camino Forsyth acabó rápidamente detenido en una comisaría. Una de sus hermanas condenó lo sucedido, admitió que su hermano era una maltratador de mujeres y se solidarizó con Micaela de Osma, la víctima. Hasta allí la información pura y dura de una nota policial. Luego vendrían detalles y revelaciones. La denuncia más antigua contra Camino Forsyth data de 2010, por maltrato psicológico contra quien entonces era su pareja (la relación con Micaela comenzó en 2014). Además, ha sido demandado por no cumplir con la pensión de alimentos de su hijo pequeño en dos ocasiones. Y por delito de extorsión, en agosto de este año. Ninguna de estas denuncias ha sido judicializada. ¿Por qué? O Camino contó con los servicios de un habilísimo abogado o sus víctimas conciliaron. Lo cierto es que nuestro sistema de “justicia” no le puso un alto. Ni lo sancionó. Y él, maltratador y abusivo por donde se mire, siguió haciendo de las suyas. Según Micaela, hija del tristemente célebre Miguelón de Osma (acusado de asesinato y de golpear a su esposa), Martín llegó a casa oliendo a licor y con signos evidentes de haber consumido cocaína. Llama, por tanto, a la sospecha, que el examen toxicológico solo arrojara consumo de marihuana. Resultado que según su inefable abogado sería un atenuante, porque si solo se trata de un tronchito aquí no pasa nada. Una de sus hermanas estuvo en la audiencia donde se ordenó para Martín nueve meses de prisión preventiva (¿la misma que condenó el maltrato?). Sabemos que la familia Camino le está buscando un nuevo defensor a la joyita. ¿Buscan más impunidad? ¿O será enjuiciado y condenado como merece? Estamos advertidos.