La oferta que acaba de hacer Keiko Fujimori a Pedro Pablo Kuczynski de un canje de facultades legislativas para el tema educativo por una recomposición del gabinete ha sorprendido a todo el mundo. No solo por súbita, sino también por fuera de lugar. Había varias maneras mejores de hacer llegar ese mensaje. El contenido del video parece el tipo de propuesta anclada en la realpolitik cuya primera fase es un intercambio en privado entre jefes políticos. Lanzarla como una suerte de mensaje a la Nación ciertamente complica las cosas. Aun si la propuesta le interesa a PPK, la forma de transmitirla le impide aceptarla. Además el mensaje trae, no tan entre líneas y con cierta grosería, una descalificación de varias de las más importantes políticas del gobierno, sobre todo en Educación e Interior. Aceptarlo en sus términos equivaldría para PPK a abdicar del mandato de las pasadas elecciones. En la posibilidad más fluida, una reacción natural de PPK sería agradecer las buenas intenciones y proponer una reunión para discutir el asunto. Pero aun eso es improbable. Un presidente no se puede sentar a discutir las cabezas políticas de sus ministros, por lo menos no cuando el pedido ha sido hecho a los cuatro vientos. La primera impresión es que en ese video puede haber algo más que un mensaje a PPK. Quizás es una demostración de fuerza y liderazgo (una palabra clave en Fuerza Popular desde hace cierto tiempo) para beneficio de sus seguidores. O un contrapeso a las imputaciones que empiezan a rondarla en los casos Joaquín Ramírez y donativos de Odebrecht. O una forma de adelantarse a la posible derogatoria de la ley antitransfuguismo. También podría haber en el exabrupto algo de impaciencia. Keiko Fujimori se estaría lanzando de pico y patas al sueño, expresado en su primer discurso luego de las elecciones, de gobernar el país desde el Congreso. Si, en cambio, lo que se busca es un acuerdo más profundo, esta no era la manera de hacerlo. El manazo ya está dado, y va a tener consecuencias. Luego de este video, a FP no le queda más que emprender el camino de la censura de los cuatro ministros, una confrontación que no estaba en las palabras de Keiko Fujimori a la salida de su pasada reunión con PPK. ¿Qué pasó desde entonces?