En las encuestas del proyecto “Las Américas y el Mundo” la intensidad del interés de los peruanos en las noticias sobre las relaciones del Perú con los demás países oscila en el tiempo, de manera estable, en torno a tres tercios: mucho, algo y poco o nada. Los conflictos aumentan ese interés; la calma lo reduce. Es razonable, pues, deducir de allí que el manejo de las relaciones internacionales no es un tema central en la aprobación de la gestión del gobierno. Esto se hace más evidente en períodos sin mayores polémicas o controversias internacionales. Como que lo exterior queda como solo eso. Desde julio del año pasado una constante en las encuestas de opinión pública de los peruanos es la evaluación positiva del manejo gubernamental de las relaciones internacionales. GfK de enero y junio las da como el sector de gestión gubernamental mejor evaluado (26% y 19%, muy bien o bien). La encuesta de Ipsos publicada el 16 de julio pasado da el “buen manejo de las relaciones internacionales” como una de las seis principales razones por las cuales se aprueba la gestión presidencial, con una aprobación de 20% de los encuestados. Algo está relanzando un interés positivo por el trabajo de Torre Tagle. La actual gestión externa del Perú está orientada, en esencia, a profundizar la integración y la cooperación vecinal, regional y global. Resulta llamativo que eso, útil como es, despierte gran interés público y, además, sea evaluado de manera claramente positiva en las encuestas. Los datos de estas y otras encuestas contradicen la noción de que una agenda externa constructiva interesa menos que una conflictiva. Más bien indican que focalizar la gestión gubernamental en acceder a los beneficios que ofrece el entorno internacional genera fuerte respaldo de la opinión pública. Los datos reflejan que la ciudadanía y el gobierno coinciden en que recobrar la capacidad de iniciativa externa del país es la respuesta efectiva para asegurar la obtención de las ventajas que ofrece el dinámico y cambiante escenario internacional. ¿Hay en todo esto alguna lección oculta? Quizás una, que es útil: el público no suele interesarse mucho por los temas de nuestra política exterior, pero cuando lo hace asume una seriedad no siempre dedicada a algunos temas de la política interna.