Todos los días. A todas horas. En todas partes. En la fiesta de los Sanfermines, en España, porque nos dio la gana de mostrar las tetas y a las mujeres desnudas en la calle se las viola. En la Plaza Tahir, en plena Primavera árabe, porque las mujeres deberíamos estar en casa y no haciendo la revolución. En la Estación Central, de Colonia, Alemania, porque pasábamos por ahí, era carnaval y los carnavales dan licencia para violar. En una playa de Ecuador, porque viajábamos con una amiga y dos mujeres que van solas por ahí se lo están buscando. En Río de Janeiro, por treinta hombres a la vez y sus celulares, porque fuimos a una fiesta a divertirnos. En cualquier calle de Buenos Aires porque tenemos cinco años y somos niñas bonitas, llenas de amor e inocencia, algo imperdonable. En Delhi, porque tomamos el autobús y cuando bajamos nos habían violado decenas de veces y estábamos muertas. En Juárez, porque somos mujeres y tenemos que ir a trabajar, por eso nunca volveremos a casa. En Madrid, en el piso de nuestros amigos, porque queremos dormir y no tirar contigo. En Lima o Huamanga, porque nuestros novios creen que somos suyas y hacen de nuestras caras su puching ball y nos arrastran del pelo como ganado. En la casa que compartimos, porque somos tus hijas. En nuestra propia cama, donde dormimos solas porque nos gusta y somos felices así, porque te deseábamos y confiábamos en que pararías cuando te dijéramos que pararas. Y no lo hiciste y no lo harás. Porque somos mujeres. Todos los días. A todas horas. En todas partes. #13AMarchaNacional #Niunamenos❧