La tragedia de las muertes maternas en EsSalud Arequipa
Preocupante. En lo que va del 2022 hubo 4 gestantes fallecidas y todas ocurrieron en el Seguro Social de Salud. Médicos del hospital Yanahuara advirtieron una excesiva sobrecarga de estas pacientes sin mayor personal para su atención. Déficit es de 10 ginecólogos. Las atenciones se concentraron en el Yanahuara.
“No voy a permitir que esto quede así”, advierte César Pachari Idme al otro lado de la línea celular. Su esposa, Yenny Maribel Quispe Paredes, dejó de existir la madrugada del lunes 7 de marzo, luego que le practicaron una cesárea para traer al mundo al último de sus cuatro hijos. “Ingresó caminando al hospital y ‘nos la entregan en cajón’. No es justo”, reclama Judith, la prima de la víctima.
Aún no hay precisión de las circunstancias de su muerte en el hospital Yanahuara de EsSalud, pero la familia acusa negligencia médica. Pese a pedidos, EsSalud mantiene ‘bajo llave’ el historial clínico. La Defensoría del Pueblo pidió ese expediente ante la demora e información sobre las acciones tomadas ante el caso.
Yenny Quispe ingresó al nosocomio el sábado 5 de marzo. Lo que sus familiares conocen, es que tras la cesárea su salud se complicó. “El otro doctor de turno decidió intervenir tras la cesárea y se dan cuenta que tenía sangre coagulada. Era una persona sana y joven”, lamentó Judith a pocas horas de su deceso.
La madre apenas tenía 34 años y deja a cuatro menores, entre ellos al recién nacido. César Pachari, sereno municipal, consternado dice que se abocará a trabajar para sacar adelante a sus hijos. La muerte de su esposa destrozó su hogar. Pero hay más familias alcanzadas por la tragedia.
En 2021, hubo 7 muertes maternas en EsSalud. Este año y al 1 de abril, ocurrieron 4. Una tendencia muy preocupante ya que este indicador describe lo bien o mal que está la atención de la salud en la región. Con ello la tasa histórica de la Red Asistencial Arequipa de EsSalud se disparó. Si las muertes eran 20 por cada 100 mil nacidos, en este momento es de 350 por cada 100 mil nacidos.
La falta de personal y las obras inconclusas en el hospital Edmundo Escomel serían una respuesta a las tragedias. Para muestra de ello, 15 de octubre del 2021 solo hubo un ginecólogo obstetra para Salas de Partos y Hospitalización en el hospital Yanahuara. A las 13.45 horas hubo una paciente post operada con complicaciones y con riesgo a muerte. El especialista la condujo a Shock Trauma por posible edema agudo pulmonar. En esos momentos le comunicaron que debía atender a otra gestante con sufrimiento fetal. Luego lo llaman a su celular por el ingreso de un embarazo ectópico (óvulo en formación fuera del útero) con hemorragia interna. Todo esto en simultáneo.
“La falta de programación de un médico en el servicio de Ginecología es una negligencia”, señalaron en un memorial del 24 de octubre 2021 que nueve médicos enviaron al Jefe de Departamento Materno Infantil del Yanahuara, Gabriel Pérez Vera. Resaltan los problemas legales que les puede acarrear por una deficiente atención.
Hasta abril 2022 los inconvenientes siguen arrastrándose. La demanda de pacientes sobrepasó la capacidad de hospitalización Yanahuara por estar cerrado el Escomel. “Se improvisaron lugares impropios para el paciente. En sala de dilatación, tópico de personal técnico, en camillas de traslado e incluso en ambientes COVID, sin tener COVID”, se indica en una nueva carta del 2 de abril remitida también a Pérez Vera. Subrayan que 1 médico es insuficiente para manejar 34 pacientes hospitalizados.
Y es que el hospital Yanahuara durante casi toda la pandemia ha estado soportando el 90% de la población gestante de la Red de Arequipa. Tiene 10 veces más pacientes que el hospital Carlos Alberto Seguín Escobedo (CASE). Si en el 2021 Yanahuara atendió 3500 partos vaginales y cesáreas, el CASE realizó 359.
Los ginecólogos y obstetras pidieron declarar en emergencia el servicio y la contratación de 10 ginecólogos para áreas críticas y hospitalización. En un reciente comunicado, EsSalud anunció como medidas reactivar la atención prenatal de las gestantes al 100% y conformar equipos multidisciplinarios.
“Son problemas por la sobrecarga y de gestión”, sostuvo el jefe de la Oficina de la Defensoría del Pueblo en Arequipa, Ángel María Manrique. Señaló que se tiene implementados más ambientes por las obras inconclusas de EsSalud. “Los gerentes regionales de EsSalud deben ser conscientes que el principal problema de la atención del asegurado es por la gestión. Ellos tienen una responsabilidad directa”, señaló.
La tragedia de las muertes maternas en EsSalud Arequipa
“Se tiene que reducir las muertes materna en Arequipa”
La coordinadora regional de Estrategias de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de la Salud, Aidé Vargas López, sostuvo que a nivel regional se produjeron 15 muertes en 2020 y 17 en 2021. Antes de la pandemia ocurrían en promedio 12. “Hay que aclarar que muchas de estas muertes son de pacientes referidos de otras regiones y a las que no se la puede salvar”, señaló. Resaltó que es preocupante que las primeras 4 muertes maternas sean solo de EsSalud. Si se hace una proyección, estimó que la institución podría culminar el 2022 con 12 gestantes fallecidas, por lo que sus autoridades deben tomar medidas urgentes. Es el caso de la atención primaria. Explicó que son necesarios entre 6 a 13 controles según la Organización Mundial de la Salud. “Ante la ausencia de la menstruación deben acudir inmediatamente al centro de salud”, recomendó.
Una muerte materna destruye a la familia
John Turpo- médico
La tasa de mortalidad de la muerte materna es uno de los principales indicadores de un país. Nos señala qué tan bien preparado está el sistema de salud. Y es que son casos que se pueden prevenir. Por la pandemia los servicios de ginecología y obstetricia han estado cerrados. Por la disminución de casos el 100% debe abrirse para brindar atención a las gestantes y acompañarlas en todo su proceso de embarazo hasta el post parto. Una muerte materna puede traer consigo la destrucción de una familia, el abandono del hogar, el alejamiento del padre, mayor riesgo a que los menores no terminen sus estudios o que estén más indefensos ante las drogas o el suicidio.
