El agua potable, arma de prevención más eficaz contra el coronavirus

Son tiempos difíciles, afrontar la pandemia del nuevo coronavirus ha significado que millones de personas en el mundo estén confinadas en sus casas para evitar la propagación de la enfermedad.

En esta coyuntura, la higiene ha cobrado una importancia vital. Los profesores del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa, Dante Mormontoy Gonzáles y Alejandro Cano Valencia, señalan que en el siglo XVIII apareció y se adoptó la doctrina higienista en Europa.

Constituyó una respuesta a las epidemias que azotaron el mundo, tales como: la viruela, la peste negra, la peste bubónica, el tifus, el cólera, entre otras más.

De acuerdo a ambos profesionales, que están en la línea de la Ingeniería del Agua, la doctrina higienista promueve la implementación de los sistemas de agua y saneamiento en las ciudades, además de una gestión integral del agua.

“Esta doctrina promovió la evolución de la cubeta de agua a los sistemas de tratamiento y conducción de agua potable (conexión domiciliaria); de la letrina a las plantas de tratamiento de aguas residuales; de la presencia de las mismas (aguas empozadas y putrefactas) a los desagües pluviales urbanos, hoy en plena reingeniería”.

Los especialistas señalan que en base al médico peruano Oswaldo Salaverry, uno de los primeros impulsores de la doctrina higienista en el Perú fue el médico español Sebastián Ignacio Lorente Ibáñez.

En esta época de pandemia, el agua y, por ende, la doctrina higienista cobra una relevancia crucial. El agua se convierte en el arma de prevención más eficaz al contagio, mediante lavado de manos con agua y jabón para eliminar el virus.

La forma correcta es frotar todas las partes de las manos de forma rigurosa, el frente, el dorso, entre los dedos, las uñas, etc., por al menos 20 segundos, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.

“Haciendo un diagnóstico a nivel nacional, Arequipa tiene un servicio privilegiado al contar 23.5 horas de agua potable”, manifiestan.

Los ingenieros señalan que la fuerte demanda de agua por esta coyuntura, provoca un mayor número de fallas en los elementos del sistema de producción y distribución de agua potable. A esto se añade las condiciones climatológicas del Perú.

“Es imperativo que las autoridades municipales, regionales y nacionales entiendan que es sumamente vital garantizar el abastecimiento de agua a la población, el no hacerlo puede acarrear serias secuelas en la propagación del virus y extender la pandemia que se ha generalizado”, inciden.