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Política

Walter Córdova: el general que no quería irse

El expresidente Pedro Castillo lo nombró Comandante General del Ejército, cuando la institución castrense había requerido su pase al retiro por renovación de cuadros. Castillo lo designó para ganarse su lealtad, pero al final jugó su propio partido.

Walter Córdova
Walter Córdova

Con la designación del general de división EP David Ojeda Parra como nuevo Comandante General del Ejército, en reemplazo del general de división EP Walter Córdova Alemán, se reestablece la línea de mando del instituto armado.

El 3 de noviembre de 2021, el entonces comandante general del Ejército, general de división José Vizcarra Álvarez, se enteró por los periódicos que el entonces mandatario Pedro Castillo lo había destituido sin ninguna explicación, y reemplazado por el general Walter Córdova Alemán. Se trataba de una venganza.

Como luego relataría el propio general Vizcarra, Castillo lo desaforó del cargo porque se negó a ascender de grado a oficiales, lo que implicaba romper con todo el proceso de evaluación y favorecer a personas que no contaban con los méritos requeridos. Por este hecho, el expresidente Castillo enfrenta una investigación fiscal.

Pero lo más llamativo del incidente que el exjefe de Estado nombró en reemplazo del general José Vizcarra, al general Walter Córdova Alemán. Vizcarra había entregado a Pedro Castillo la relación de generales que pasarían al retiro ese fin de año, entre quienes se encontraba, precisamente, Walter Córdova. En lugar de disponer su baja por causal de renovación de cuadros, Castillo lo designó Comandante General del Ejército.

De acuerdo con fuentes de La República en el Ejército, en lugar de designar al general David Ojeda Parra como correspondía en la Comandancia General, el exmandatario canjeó la lealtad de Walter Córdova a cambio de su nombramiento.

Walter Córdova presente en un palco del Congreso durante la toma de mando de Dina Boluarte como presidenta de la República. Foto: GLR

Walter Córdova presente en un palco del Congreso durante la toma de mando de Dina Boluarte como presidenta de la República. Foto: GLR

ES UN PLATO FRÍO

La difusión del nombre de Walter Córdova como nuevo comandante general del Ejército, tuvo el efecto de una bomba en el general José Vizcarra. No solo porque le había informado a Pedro Castillo que Córdova pasaba al retiro sino también porque Córdova era su número 2 –jefe del Estado Mayor General del Ejército- y compañero de la promoción Héroes de Concepción, que egresó en 1985.

Córdova no le había dicho nada a Vizcarra de la decisión del exjefe de Estado, por lo que al enterarse del cambio sintió los efectos de lo que significa una traición.

Al optar por un oficial cuya institución había dispuesto que pasara al retiro, el exjefe de Estado pretendía al menos en el ámbito de la intención de contar con la confianza de un alto jefe militar, pero que dentro de la institución enfrentaba resistencias.

Además, se suponía que, al nombrar a Walter Córdova, por ser integrante de la promoción Héroes de Concepción, a la que también pertenecía el mayor EP (r) Antauro Humala Tasso, el expresidente Castillo buscó alguna forma el respaldo del líder antaurista, de acuerdo con las fuentes de este diario.

Esto que parecía una especulación se confirmó cuando Castillo impuso en el ministro de Defensa, a Daniel Barragán Coloma, quien fuera candidato a la vicepresidencia por Unión por el Perú (UPP), en una plancha electoral que completaba la esposa de Antauro Humala.

Sin embargo, cuando llegó la hora de la prueba de fuego de la lealtad de Córdova con Pedro Castillo, no funcionó.

Durante la gestión del excomandante general del Ejército se registraron una serie de irregularidades en la administración, y dentro de la institución había quejas sobre la cónyuge del general Walter Córdova, Frida Ayala, quien asumía funciones que no le correspondían hasta el punto de considerarse intromisiones.

OPERACIÓN AVESTRUZ

En lugar de una intervención decidida, Pedro Castillo pasó por alto los reportes que recibió sobre la actuación de Walter Córdova, incluso uno de los más escandalosos: un sobrino del comandante general del Ejército, José Mogollón Medina, cadete de la Escuela Militar de Chorrillos, fue denunciado por una joven de haber sido violada sexualmente en la residencia asignada a Córdova, el 9 de octubre.

No obstante que se manipuló el parte policial para indicar falsamente que el ultraje se produjo en el Círculo Militar de Chorrillos, y el cadete siguió asistiendo a sus clases normalmente, Pedro Castillo no hizo nada al respecto y Córdova continuó como comandante general del Ejército, en un momento en que la indignación dentro de la institución castrense era un solo grito.

Walter Córdova creyó que sobreviviría entre los últimos vaivenes de la crisis del gobierno de Castillo. Según algunas fuentes, por los hechos mencionados, el exministro Daniel Barragán solicitó al expresidente que le pidiera la renuncia a Córdova. Como no aceptó, Barragán prefirió presentar su carta de dimisión.

Castillo no podía pasar al retiro a Córdova por su propia iniciativa. El 16 de junio de este año, el Congreso por insistencia aprobó una ley que prohibía al jefe de Estado dar de baja a los comandantes generales, a menos que estos dimitieran y lo pidieran.

En lugar de Barragán, Castillo juramentó al general EP (r) Gustavo Bobbio Rosas, el martes 6 de diciembre. Ese mismo día Bobbio se reunió con Walter Córdova y le solicitó que renunciara, como informó La República. Acordaron que a las 7 de la mañana del jueves se reunirían con Pedro Castillo para formalizar su salida. Ese era el plan de Bobbio. Córdova tenía otro.

Castillo aceptó la carta de renuncia de Córdova. Bobbio acordó con Castillo que volvería para que firmara las resoluciones del pase al retiro por “razones personales” de Walter Córdova y el nombramiento del general David Ojeda Parra como nuevo Comandante General del Ejército. Como una investigación de este diario lo ha acreditado, Bobbio arribó a Palacio de Gobierno cuando este se preparaba para dar un discurso, sin embargo, el entonces ministro de Defensa logró que firmara las resoluciones. Minutos después, Castillo lanzó el discurso golpista, para sorpresa de Gustavo Bobbio.

De regreso al Ministerio de Defensa, Bobbio hizo pública su dimisión al cargo, y casi al mismo tiempo, se enteró que Walter Córdova había estado en el Comando Conjunto de las Fuerza Armadas, bajo la jefatura del general de división EP Manuel Gómez de la Torre Araníbar, junto con los comandantes generales de la Marina, la Fuerza Aérea y de la Policía Nacional. También supo que Córdova se había sumado al comunicado en contra del golpe de Pedro Castillo.

QUIZÁS, QUIZÁS, QUIZÁS

Pocas horas después, Walter Córdova, quien muy poco antes había renunciado a la Comandancia General del Ejército, reapareció en el balcón de invitados especiales del Congreso con la plana mayor de los comandantes generales para asistir a la juramentación de la presidenta Dina Boluarte.

Probablemente entre los más sorprendidos se encontraba el presidente del Congreso, general EP (r) José Williams Zapata. Según fuentes de este diario, Williams comunicó a Córdova que estaba enterado de los casos que lo involucraban, una situación que afectaba la imagen del Ejército, por lo que le sugería que renunciara. El otro camino era que la Comisión de Fiscalización lo citara para que rindiera cuentas. Pero con el golpe, milagrosamente, Córdova pareció útil para la puesta de escena del nuevo gobierno promovido por Williams.

La República solicitó varias veces al general Córdova su versión de lo sucedido, pero no hubo respuesta. Recién después de la publicación de tres reportajes en los que quedaba en evidencia que el general Walter Córdova Alemán se mantenía en el cargo por decir lo menos de una forma irregular, fuentes cercanas a este señalaron que todo estaba dentro de las normas.

Manifestaron las fuentes relacionadas con el general Córdova que Pedro Castillo, efectivamente, firmó el pase al retiro de este y la designación del general de David Ojeda, pero que lo hizo luego de su discurso golpista, por lo que dichos cambios quedaron sin efecto.

La versión de Walter Córdova no se sustenta en los hechos relatados por La República. La plataforma de investigación IDL- Reporteros también ha publicado una narración del caso, que tampoco coincide con la versión de Córdova. Y el exministro Bobbio ha reiterado que la secuencia de los hechos de los que fue protagonista y testigo, indican que Córdova renunció antes del golpe.

Este diario también pidió al ministro de Defensa, Alberto Otárola Peñaranda, información sobre la situación de Córdova, quien estuvo presente en la celebración del Día del Ejército, el 9 de diciembre, y continuó ejerciendo funciones. Pero los constantes viaje de Otárola debido a los estallidos de violencia en diferentes partes del país, impidieron que se pronunciara.

Pero hoy en la mañana aparecieron finalmente las resoluciones de pase al retiro de Córdova y de la designación del general de división EP David Ojeda Parra como Comandante General del Ejército, más de un año después que Pedro Castillo nombró a Walter Córdova, creyendo que le sería leal hasta el final.

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