Robert Prevost: los desafíos que afrontará el Papa León XIV como máximo representante de la Iglesia Católica
León XIV asume el liderazgo de la Iglesia en un contexto global complejo, con retos sociales, políticos y religiosos que pondrán a prueba su visión y carácter.
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La muerte de Francisco llegó en un momento particularmente convulso para el mundo. Conflictos internacionales, extremismos discriminatorios y otras problemáticas integran la agenda que deberá afrontar el nuevo sumo pontífice: Robert Prevost, el Papa León XIV. Conocido como el Papa peruano en diversos medios —debido a su larga estadía en nuestro país, que lo llevó a naturalizarse en 2015—, tendrá la responsabilidad de liderar una de las instituciones religiosas con más feligreses en el mundo. Unos 1.4 mil millones de católicos practicantes verán en Prevost a un líder no solo religioso, sino también político.
"Estamos en una época de muchos conflictos y él, en su intervención inicial, habló de la paz. Eso será una preocupación constante para él (...)", señala el internacionalista Francisco Belaunde. La guerra entre Israel y Palestina, el conflicto ruso-ucraniano y la situación política de Estados Unidos serán algunos de los desafíos internacionales más importantes que deberá enfrentar el nuevo sumo pontífice. Además, el acercamiento de la Iglesia Católica a la comunidad LGBTIQ+ y la lucha contra el abuso sexual dentro de sus propias estructuras también serán temas centrales en su gestión.
León XIV: el nuevo Papa ante el complicado panorama internacional
El siglo XXI atraviesa una situación complicada en el plano internacional. El conflicto en Gaza es uno de los más relevantes. La guerra entre Israel y Palestina lleva varias décadas siendo el conflicto político más significativo en Medio Oriente. Francisco, en reiteradas ocasiones, hizo llamados al cese del fuego en la Franja de Gaza, abogando por el respeto a los derechos de los ciudadanos palestinos y exigiendo la liberación de todas las personas privadas de su libertad a causa del conflicto:"Hago un llamado a las partes en conflicto: ¡declaren un alto el fuego, liberen a los rehenes y permitan la ayuda a un pueblo que está muriendo de hambre y aspira a un futuro de paz!", señaló.
La Autoridad Palestina, organización administrativa autónoma que gobierna transitoriamente la Franja de Gaza desde 1994, saludó la elección de León XIV como nuevo sumo pontífice: "En sus esfuerzos por lograr la paz, subrayamos nuestro orgullo por las históricas relaciones de amistad entre el Estado de Palestina y la Santa Sede, así como nuestro deseo de fortalecerlas por el bien de la humanidad, la paz y la justicia en el mundo", declararon.
"Habrá que ver qué postura adopta respecto a Gaza, sobre todo por la urgencia del tema, ya que el papa Francisco era muy sensible a lo que ocurría allí, especialmente por la falta de ayuda alimentaria", añade Belaunde.
Pero el conflicto en Gaza no es el único frente internacional que requerirá la atención de León XIV. La guerra entre Rusia y Ucrania —que actualmente atraviesa un breve cese al fuego hasta el 11 de mayo— es otro de los retos que deberá enfrentar. Rusia tiene una escasa población católica (alrededor de 140 mil fieles), mientras que Ucrania alberga una de las Iglesias católicas orientales más grandes: la Iglesia Greco-Católica Ucraniana.
Francisco calificó este conflicto como “una vergonzosa desgracia para toda la humanidad”. Se espera que León XIV mantenga una postura similar. No obstante, Belaunde considera que Prevost debería ser más claro: "Tal vez tenga que aclarar algunas posturas del papa Francisco respecto a la guerra en Ucrania. Algunos percibieron ambivalencia en sus declaraciones", señaló el internacionalista.
La reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos —país de origen de León XIV— es también uno de los eventos políticos más relevantes del contexto internacional. Publicaciones en redes sociales sugieren que Prevost es contrario a las políticas migratorias del mandatario republicano. Su liderazgo podría representar un contrapeso cultural y político frente a la nueva gestión de Trump, un aspecto clave en su rol al frente de la Santa Sede.
León XIV: una sociedad convulsionada
Más allá de los conflictos armados, la sociedad —variada y diversa— también demandará atención por parte del Papa León XIV. El legado de Francisco incluye un acercamiento positivo de la Iglesia Católica hacia poblaciones históricamente marginadas. Entre los temas más urgentes se encuentran la inclusión de la comunidad LGBTIQ+ y el acompañamiento a los sobrevivientes de abusos sexuales dentro de la institución.
"Ser homosexual no es un crimen. (...) Dios nos quiere como somos y con la fuerza con la que luchamos por nuestra dignidad", declaró Francisco en referencia a la comunidad LGBTIQ+ y su relación con la Iglesia. Estas palabras fueron vistas como una apertura importante de la Santa Sede hacia los fieles, sin importar su orientación sexual o identidad de género.
Sin embargo, la postura no fue bien recibida por todos. Fundaciones católicas conservadoras en distintas partes del mundo calificaron el mensaje como un acercamiento peligroso. León XIV aún no ha hecho públicas sus opiniones sobre este tema. Si opta por una línea similar a la de su antecesor, podría consolidarse una continuidad positiva en la relación entre la Iglesia y la comunidad LGBTIQ+.
Otro ámbito en el que podría continuar la labor de Francisco es el de los sobrevivientes de abusos. Una de las últimas decisiones del papa emérito fue disolver el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), organización católica responsable de abusos psicológicos, sexuales y físicos durante años. En este sentido, Prevost cuenta con el respaldo de varios sobrevivientes, entre ellos José Enrique Escardó, primer denunciante del Sodalicio.
Escardó, actual presidente de la Red de Sobrevivientes, valoró positivamente la elección de Prevost como sumo pontífice. Además, reveló que, poco antes de reunirse con Francisco, tuvo la oportunidad de conversar con quien luego sería nombrado Papa. Según relata, Prevost reafirmó su compromiso con las víctimas de abusos cometidos dentro de la Iglesia Católica. Cabe mencionar que el nuevo pontífice fue uno de los responsables, junto con Francisco, de la remoción de José Eguren —exsodalite acusado de abusos— como obispo de Piura y Tumbes.
León XIV: una relación implícita con la política peruana
León XIV es peruano. Lógicamente, esta relación con nuestro país tendrá un efecto en la política local. Figuras de los poderes del Estado utilizarán el nombre de Prevost para acercarse a la fe católica y apelar a la devoción de sus fieles. Así lo sostiene también Alejandro Mejía, profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), quien considera que la elección de Prevost como sumo pontífice ha venido siendo utilizada como una estrategia mediática para disipar los señalamientos hacia el Gobierno y el Congreso, tras los recientes hechos que han puesto en entredicho a la clase política nacional.
"Lo que está generando esta noticia es una distracción en los medios y la ciudadanía respecto a las acusaciones contra la presidenta —el caso de las cirugías, la matanza en Pataz, entre otros—, y está siendo hábilmente utilizada por Boluarte, con gestos como dar un mensaje a la nación e incluso evaluar una visita oficial al Vaticano. Gran parte de la población profesa el catolicismo, pero la efervescencia por la noticia de tener un papa de nacionalidad peruana no debe desviar la atención de los problemas de inseguridad ciudadana y, sobre todo, del avance de la minería ilegal asociada a la criminalidad organizada", describió el politólogo.
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Mejía considera que los recientes mensajes provenientes de políticos peruanos buscan apelar a la fe católica para ganar capital político. El politólogo señaló los saludos recientes desde el Congreso y la Presidencia al nuevo sumo pontífice: "Muchos de ellos ya están en campaña, por lo que sus declaraciones ante la elección de León XIV, con mensajes de fe y esperanza, no son más que gestos políticos para intentar generar empatía con una ciudadanía que rechaza al Parlamento. Ahora bien, quien más provecho está sacando de esto es la presidenta y el primer ministro, ya que, ante su responsabilidad política frente a la crisis social y los sucesos en Pataz, los intentos de censurar al gabinete parecen haber pasado a un segundo plano", mencionó.
Pese a su uso como figura política, Mejía no negó que la elección de Prevost como sumo pontífice podría tener un efecto directo sobre la actual gestión. Sobre todo, considerando que su posición política es contraria a la de la mandataria.
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"Es claro que el nuevo pontífice ha sido crítico de la gestión de Boluarte, especialmente luego de la represión durante las protestas de diciembre de 2022. A raíz de ello, él mismo solicitó continuar sus labores en Perú debido a la crisis política y social que atravesamos. En ese sentido, su mensaje será claro y contundente contra las autoridades peruanas, y será importante lo que pueda transmitir a la ciudadanía, que deberá acudir nuevamente a las urnas en 2026. Asimismo, considero que será firme en no permitir que la presidenta ni otros políticos peruanos obtengan réditos políticos de su nombramiento como Papa", explicó.
