Encuesta IEP: rechazo a Patricia Benavides, división por Alberto Fujimori y urgencia electoral
Percepciones. Un 69% de los peruanos desaprueba a suspendida fiscal de la Nación, solo un 11% la aprueba. Un 49% está en desacuerdo con la liberación de exdictador y un 45% se muestra de acuerdo. Un 79% opina que lo más conveniente para el país es que haya elecciones antes del 2026; apenas un 15% cree que Boluarte debe quedarse.
La mayoría de los ciudadanos del país rechaza a la suspendida fiscal Patricia Benavides, hasta hace poco cabeza del Ministerio Público, y casi hay dos bandos sobre la liberación de Alberto Fujimori, mientras que la necesidad de un adelanto electoral se mantiene incólume, según muestra la última encuesta de representación nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), una investigación realizada en alianza con La República.
El estudio consultó a la población desde el viernes 8 hasta el miércoles 13 de diciembre últimos y tiene márgenes de error de 2,8 puntos encima y debajo de cada resultado en su proyección de la realidad nacional.
Más de dos tercios de la ciudadanía, 69% de los encuestados del IEP, desaprueban el desempeño que ha tenido Benavides como fiscal de la Nación, máxima representante del organismo autónomo que debe prevenir y perseguir el delito.
Como sabemos, la suspendida autoridad es considerada presunta cabecilla de una organización criminal que negociaba impunidad por votos a favor de sus intereses en el Congreso, según una investigación del Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder, que ella misma dispuso conformar.
Apenas un 11% de la población aprueba la labor de Benavides al mando del Ministerio Público. Es decir, solo uno de cada diez peruanos tiene esta percepción positiva sobre la suspendida fiscal, grosso modo.
Casi la mitad del país, el 46% de los entrevistados en este sondeo, aprueba la suspensión de Benavides en el cargo. Esta medida fue ordenada por la Junta Nacional de Justicia (JNJ), entidad responsable de nombrar, sancionar y destituir jueces y fiscales, por las graves sindicaciones que pesaban sobre quien conducía el Ministerio Público.
En cambio, algo más de un tercio de la población nacional, 39% de los consultados por el estudio, desaprueba la disposición de suspender a Benavides.
La oposición hacia Benavides es más común en provincias del sur y del centro peruano.
Fujimori
Casi la mitad del Perú, 49% de los entrevistados por el IEP, está en desacuerdo con la liberación de Fujimori. La excarcelación del exmandatario, condenado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, se dio, como sabemos, con enraizada polémica por la gravedad de sus delitos y las advertencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), desacatadas por el Gobierno.
Al contrario, un 45% de los connacionales está de acuerdo con que se haya liberado al exmandatario de los noventa.
El rechazo a la excarcelación de Fujimori está más extendido en provincias del sur del país.
Elecciones
Grosso modo, cuatro de cada cinco peruanos, 79% de los encuestados, opinan que lo más conveniente para el país es que haya elecciones antes del 2026. Esta posición se mantiene en esos niveles ya buen tiempo.
Apenas un 15% de la población considera que conviene más que se quede Boluarte hasta el año 2026, como pretende.
Al considerar quién podría ser un buen candidato o candidata a presidente de la República en las siguientes elecciones que haya, tres cuartas partes de la población, 75% de los consultados, no saben (un 47,5%) o prefiere votar por ninguno (27,6%).
Solo un cuarto de la población (un 25%) tiene un posible postulante, con muy bajo respaldo.
Entre quienes son considerados posibles buenos candidatos están el expresidente Pedro Castillo (4,3%), la lideresa Keiko Fujimori (4,1%), el exmandatario Martín Vizcarra (3%), el economista Hernando de Soto (1,8%), el alcalde Rafael López Aliaga (1,2%), el excongresista Yonhy Lescano (1,1%) y el etnocacerista Antauro Humala (1,0%), quien cumplió condena de cárcel por el Andahuaylazo.
Menos margen y salida electoral
Antonio Zúñiga, politólogo y profesor de la Universidad Católica (PUCP)
No somos un país completamente rendido frente a la corrupción, la Junta Nacional de Justicia suspendió a Patricia Benavides y hace cuatro años destituyó al fiscal Pedro Chávarry, ambos fiscales con porcentajes mayoritarios de desaprobación. Pero cada vez queda menos margen para ese tipo de iniciativas. Continúan los vínculos perniciosos entre la justicia y la política.
El fujimorismo se ha debilitado electoralmente pero ello no ha significado el aumento del antifujimorismo necesariamente. Para ser un antifujimorista se requiere desarrollar una militancia 'anti', no es suficiente con no ser fujimorista. Por este motivo, los resultados de la encuesta respecto a la liberación del exmandatario no deben ser leídos como si los del 45% que está favor de la excarcelación fueran fujimorista y los del 49% que está contra fueran antifujmoristas.
Si bien han disminuido las protestas frente al Gobierno a lo largo del año, la principal demanda se mantiene. La salida de la presidenta Dina Boluarte es la opción en que coincide la amplia mayoría.
Evidencia y necesidad
Alonso Cárdenas, politólogo y profesor de la Universidad Ruiz de Montoya (UARM)
Si bien la desaprobación de la suspendida fiscal Patricia Benavides es alta, ésta debería incrementarse a medida que la evidencia se vaya conociendo. El caso es muy reciente. No sorprende que su mayor nivel de respaldo esté en Lima metropolitana y en los sectores socioeconómicos A y B, que son los más alejados de la dura cotidianidad del país
Sobre el indulto al expresidente Fujimori, hay un nivel similar en los que están a favor o en contra, considerando margen de error. El análisis iría en función que un porcentaje importante considera que ni el peor de los delincuentes debe morir en la cárcel. No obstante es necesario que se cumplan con los requisitos tales como pedir perdón, pagar la reparación civil y cumplir con la norma.
Lla mayoría de la población ve el adelanto de elecciones como la única salida, dado que el desprestigio hacia la clase política es total e irreversible. Es necesario que un gobierno de transición de un año haga las reformas políticas necesarias. De lo contrario el escenario de descredito total se repetirá.
