"Queda claro que aquí no se trata de la competencia de “libre mercado” que tanto ensalzan nuestros neoliberales. Se trata de la lucha por la hegemonía económica, tecnológica y hasta cultural en el Siglo XXI".,Las redes de telecomunicaciones están cambiando otra vez. Hemos tenido la 1G analógica, la 2G digital y luego la 3G, que llegó a varios megabits por segundo. Ahora con 4G se puede llegar a varios gigabits por segundo. Viene ahora la 5G, que no solo va a permitir velocidades 1.000 veces superiores a las del 4G (leyó bien, 1.000 veces superiores), sino que abre nuevos umbrales en la lucha por la hegemonía digital en el Siglo XXI, donde ya intervienen –con todas las armas que tienen a la mano- las empresas de telecomunicaciones de las principales potencias mundiales. La red 5G permite una latencia de milisegundos y velocidades de GIGABITS para los usuarios, además de que abre “una nueva mina de materia prima más preciosa que el oro: datos de innumerables máquinas que charlan incesantemente entre ellas, como los automóviles sin choferes, aparte de los consumidores humanos”. Se habilitan nuevas aplicaciones que utilizan conectividad instantánea, sin errores, para, por ejemplo, la cirugía remota y robots de manufacturas de ultra precisión. La empresa privada china Huawei, viene superando a la competencia. En el 2011 Samsung y Apple vendieron 100 millones de celulares cada una; Huawei vendió solo 20 millones. En el 2018, Samsung vendió 220 millones y la sorpresa es que Apple y Huawei estaban empatados en 150 millones cada uno (1). No solo eso: en el 2018 Huawei se convirtió en el proveedor más importante del mundo en equipos de telecomunicaciones en general. La cereza de la torta: tiene la tecnología más avanzada para implementar la red 5G a nivel mundial. Dicen muchos analistas que, en este campo, Huawei no solo “está llegando” a la frontera tecnológica (alcanzando al pelotón de vanguardia), sino que ya los pasó. Ahora los demás tienen que alcanzar a Huawei, Esto ha hecho sonar las alarmas desde hace ya buen tiempo en EEUU, que ha comenzado a buscar aliados que se nieguen a comprar la tecnología 5G de Huawei. Se ha conformado el grupo de los “Cinco Ojos” (EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido). Sus agencias de inteligencia han declarado a Huawei compañía “non grata” y, hacen lobby, sobre todo con los europeos, para que adopten la misma política. El argumento central es que el poseedor y operador de la tecnología 5G puede espiar a los países que la adoptan, tanto a nivel de gobierno como de ciudadanos. Además, podría “hackear” a los sistemas cibernéticos, intervenir en las elecciones y, si fuera necesario, poner todo el sistema “fuera de servicio”. Esta posición tiene promotores y detractores. Dice Huawei que es una empresa privada donde nada tiene que ver el gobierno chino. Los detractores dicen que en China nada se hace sin el visto bueno del Partido Comunista y que el riesgo está siempre presente. Esta batalla rebasó los cauces de una “competencia comercial” cuando, hace dos meses, se detuvo en Canadá, por pedido de EEUU, a la gerenta general, Meng Wanzhou, hija del fundador de Huawei, Ren Zhengfei. Además, se le añaden cargos de negociaciones con Irán, que están prohibidas por EEUU, desde que Trump se salió del acuerdo en mayo pasado. Trump arguye, además, que Huawei –y las empresas chinas en general-, han podido avanzar porque tienen “malas prácticas” y, además, obligan a las empresas de EEUU que invierten en China a “compartir” su tecnología. Puede haber algo de cierto en lo que se dice. Pero también apunta a una “autosuficiencia de orgullo” del mundo occidental: no es posible que “otros” sean mejores que nosotros. ¿Y por qué no? Según el New York Times: “China produce hoy, cada año, más graduados en ciencia e ingeniería que EEUU, Japón, Corea del Sur y Taiwán, todos juntos. En Shanghai, los escolares chinos tienen mejor desempeño que sus pares de todo el mundo” (2). La cuestión de fondo, que ya hemos analizado antes, es que en EEUU se creyó que trayendo a China a las reglas occidentales de la OMC, en algún momento su situación económica y política la “haría caer”. Eso no ha sucedido. Miran al mundo con “anteojeras ideológicas” y se equivocan. Hay modelos económicos distintos a los neoliberales. Y les están ganando. Una pena que, en el Perú, no podamos siquiera terminar de instalar nuestra Red Dorsal de Fibra Óptica. Volveremos. 1. Huawei ‘crashes party’ to become largest telecoms kit supplier Https://www.Ft.Com/content/7f37b73c-f962-11e8-8b7c-6fa24bd5409c 2. El país que falló en fallar Https://www.Nytimes.Com/interactive/2018/11/18/world/asia/china-rules.Html