Tampoco parecen material para el club de Huancayo la gente de Marco Arana, que rompió con Mendoza en el 2017, ni las agrupaciones de izquierda moderada que no están en Juntos por el Perú. ,Extraña situación. Un grupo de dirigentes de izquierda abiertamente simpatizante de Nicolás Maduro se reúne en Huancayo para hacer planes electorales. Los pauperizados inmigrantes venezolanos los deben estar mirando sin poder creerlo. Pero para Vladimir Cerrón, Verónika Mendoza, Gregorio Santos esa no es una preocupación. Las tres figuras han formado un club de expectativas electorales. Aunque da la impresión de que a esta iniciativa de Cerrón le falta un trecho para concretarse. La fórmula para elegir al candidato presidencial 2021 en elecciones internas y en torno a la inscripción del partido de Cerrón es clásica, y suena bien. Pero hay problemas. Sin duda Mendoza es la figura más caracterizada para una candidatura presidencial, pero por eso mismo tiene a su alcance más cartas de las que le ofrece Huancayo. Un gobernador regional impetuoso y un exgobernador en problemas no parecen una plataforma muy fuerte para una candidatura presidencial de izquierda. Mendoza viene del grupo organizado en torno de Juntos por el Perú, que agrupa a Ciudadanos para el Cambio, Fuerza Social, Movimiento por el Socialismo, Partido Humanista Peruano, Partido Comunista del Perú Patria Roja y Partido Comunista Peruano. No parece, aunque quizás Mendoza lo crea, gente dispuesta a aliarse con Cerrón o Santos. Tampoco parecen material para el club de Huancayo la gente de Marco Arana, que rompió con Mendoza en el 2017, ni las agrupaciones de izquierda moderada que no están en Juntos por el Perú. No habrá, pues, mucho fortalecimiento para Mendoza, y más bien no menos de dos candidaturas de izquierda para el 2021. Aun así, si el grupo de Huancayo logra alzar con Mendoza (18,8% en el 2016, 11% de intención de voto en el 2018), tendrá asegurado el ingreso de un número de cuadros al Congreso. Para Mendoza la opción es la presidencia o nada, y sorprendería que haya resuelto un cálculo tan importante a tanta distancia del 2021. Habría en la opción definitiva por el acuerdo de Huancayo un olvido de la importancia del centro político como catalizador de cualquier triunfo electoral. Además se necesitarían declaraciones menos discutibles que decir que el apoyo a Maduro en realidad es al pueblo de Venezuela. Mire a los pauperizados inmigrantes.