¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Datos abiertos

La necesidad de información amplia, veraz, coherente y transparente.

La Dirección Regional de Salud (DIRESA) de Loreto reportó hace algunas horas que los fallecidos por Covid-19 cuyos decesos se han confirmado son 271, una cifra por encima de los 141 fallecimientos que, para esa región y por la misma causa, confirmaba el MINSA. Sucede otro tanto con Ucayali, donde la diferencia es menor (17) entre los datos suministrados por la autoridad nacional y regional.

Es cierto lo que por un lado sostenía recientemente la responsable del Comando Nacional Covid-19, Pilar Mazzetti, en el sentido de que en algunas regiones el colapso de los servicios de salud impide una estadística más certera. Por otro lado, es también evidente que forma parte de esta precariedad la falta de reportes oficiales sobre las personas que fallecen en sus domicilios sea a causa de la pandemia del coronavirus u otras enfermedades.

A pesar de ello, una diferencia tan abultada en el caso de Loreto, y considerando que ambos son datos oficiales, debe ser explicada, especialmente si la información nacional sobre la evolución de la pandemia se construye basándose en los datos regionales.

La mayor certeza posible en la información es crucial para la toma de decisiones. Habría que recordar que más allá del aumento lineal de los casos y muertos, los datos son cruciales para construir la evidencia respecto a la velocidad de los contagios, el tiempo de duplicación, la variable de los contagios por millón de habitantes, la letalidad del virus, la incidencia etaria y territorial, la relación entre el número de pruebas y el número de hallazgos, entre otros. Como se ha dicho, no se puede estimar le evolución de la curva si esta no ha sido bien construida.

La necesidad de contar con la mayor cantidad de datos es real desde los primeros días de la pandemia y se hace más perentoria en esta etapa cuando nos acercamos al fin de la cuarentena. A diferencia del Perú, otros países decidieron llevar a cabo una política de datos abiertos con información al detalle que, guardando la identidad de ley, muestra los datos de la enfermedad de cada persona desde el inicio del diagnóstico hasta el fin de la atención y el volumen del trabajo de campo clínico y diagnóstico externo, de modo que se conoce incluso la data desagregada de pruebas, casos y fallecimientos por distrito.

Si tomamos en consideración la duración de la pandemia, más allá de la cuarentena, la sociedad necesita de información oportuna, certera, coherente y transparente para que las personas, familias, empresas, otras autoridades y líderes sociales adopten decisiones o impulsen actividades personales o colectivas.