OMS mantiene la emergencia por COVID-19 ante la incierta evolución del virus
Esta decisión fue recomendada por un grupo internacional de expertos, el cual es responsable de evaluar cada 3 meses si la propagación de una enfermedad constituye una amenaza para la salud pública.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió, este miércoles 19 de octubre, mantener la pandemia de la COVID-19 como una emergencia sanitaria internacional ante las incertidumbres que persisten, en particular la relativa a la evolución del virus, que podría mutar para ser más peligroso y evadir la inmunidad.
“Aunque es obvio que la situación global ha mejorado desde que empezó la pandemia, el virus sigue cambiando y siguen habiendo incertidumbre y muchos riesgos”, declaró a la prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Esta decisión fue recomendada por un grupo internacional de expertos que forman el Comité de Emergencia de la OMS, el cual es responsable de evaluar cada tres meses si la propagación de una enfermedad constituye una amenaza para la salud pública internacional.
Según los últimos datos notificados por los países a la OMS, las muertes por SARC-CoV2 han bajado a un nivel comparable al inicio de la pandemia. Al mismo tiempo, dos tercios de la población mundial han recibido al menos la dosis inicial de alguna de las vacunas disponibles contra esta enfermedad.
No obstante, el Comité de Emergencia subrayó que las desigualdades en las tasas de vacunación no han desaparecido. Igualmente, precisó que subsisten los problemas de acceso a los antivirales y otros tratamientos en países de bajos recursos.
El presidente del grupo de trabajo, Didier Houssin, explicó que levantar la declaración de emergencia relacionada con el coronavirus podría llevar a que se dejen de lado una serie de medidas sanitarias y sociales justo antes del aumento previsto de casos en el hemisferio norte en los próximos meses de invierno.
El también renombrado médico cirujano francés reconoció que, por primera vez desde el inicio de la pandemia, los miembros del comité discutieron sobre la posibilidad, ventajas e inconvenientes de levantar la declaración de emergencia internacional por la COVID-19.
En los debates pesó la incertidumbre que hay “sobre la trayectoria posterior del virus, sus características genéticas y antígenas, así como el impacto clínico de futuras variantes”.
Otra preocupación que influyó en la recomendación tuvo que ver con las dificultades para cuantificar la carga que para los sistemas sanitarios nacionales representan complicaciones como la trombosis, del sistema endocrino y otras que puede causar el coronavirus, así como el COVID largo.