Yossy Wong. Empresaria y coachingOrganizó la primera "Nadadita" para niños a mar abierto, participaron más de 200 personas, la gran mayoría, menores de edad. Autora del libro "Nadadita" de la editorial Casa de Cartón.,“La edad nunca es un impedimento para hacer lo que nos gusta”, dice Yossy Wong, y hay que creerle. Aprendió a nadar cuando tenía casi 50 años, y ahora lleva 10 años enseñando a pequeños y grandes a sumergirse en mar abierto. Si alguna vez te la cruzas en la calle, es probable que en poco tiempo te convenza de ir por una “nadadita”. ¿Por qué dejarlo todo y empezar a nadar? Trabajé por más de 20 años consecutivos, sin parar, tenía una hija a la que cuidar, pero tenía la inquietud de aprender y no tenía tiempo. Cuando decido renunciar y crear mi propia empresa, sentí que no lo iba a conseguir si primero no perdía mi miedo a nadar. Lo hice a los 48 años. PUEDES VER César Pardo: “Me alejé de la chacota para ser disciplinado” ¿Por qué no aprendiste de niña? Vengo de una familia de 16 hermanos, y mi padre no tenía tiempo para llevarnos a todos a la piscina. Además, él le temía un poco al mar. Tras renunciar de mi trabajo, me animé y convencí a una amiga para quitarnos el miedo al agua. Tenía 48 años y no sabes las cosas que han sucedido después de dar ese paso... ¿Qué cosas? Cuando me matriculé en natación, coincido en ese lugar con la selección master de natación, señoras como yo, pero que habían nadado toda su vida. Traté de integrarme al grupo. Me esforcé, aprendí a nadar en tres meses, y el entusiasmo que le puse me ayudó a clasificar a campeonatos. Pero mi felicidad llegó cuando clasifiqué a un mundial, el World Swimmin Championship 2010 (Suecia). Todo un logro... Fue un antes y un después. He participado en otros 200 campeonatos más de natación y un Panamericano. Pero luego, me puse otro reto: ponerme en contacto con la naturaleza y nadar en mar abierto, ¡estaba loca! ¿Y eso a qué edad fue? Ya tenía 56 años, pero sentía que estaba en la mejor etapa de mi vida. Se le llama engranaje de la vida, ese momento en el que decides apostar por lo que te gusta y te dejas llevar. Acabo de lanzar mi libro donde cuento esta historia. Se llama Nadadita, ¿puedes creerlo? A esta edad, jamás había pensado escribir un libro. Y se viene el segundo... Nadadita también se llaman los campeonatos a mar abierto que organizas... Efectivamente, ya he organizado varias Nadaditas en Yuyos con el apoyo del equipo de Salvataje de la Policía. Son campeonatos de nados cortos, de 500 metros, 1.000 metros y 3.500 metros mar adentro. ¿Cuál crees que es tu misión todavía? Me voy a dedicar a difundir el amor al mar y, sobre todo, a que la gente ame lo que hace, y para eso, siento que el océano es una herramienta clave de vida. ¿Por qué? Somos seres de agua, tenemos el mar a un paso, pero sólo 1% de la población adulta del país sabe nadar, quienes sabemos nadar, debemos poner un granito de arena y enseñar. Y ahora que es verano... Es impresionante la cantidad de personas que saben surf, pero no saben nadar bien en el mar y eso es un peligro. Todos deberíamos aprender a nadar, por un tema de sobrevivencia, incluso.