Andrea Montenegro, actriz de telenovelas como “El clon”, “Colorina” y “Mis tres Marías”, contó que fue juzgada por su pasado. “Ningún negocio justifica la discriminación ni la humillación de ningún ser humano”, expresó.,Después de una larga ausencia en las telenovelas, la actriz peruana Andrea Montenegro apareció en las pantallas chicas como ‘Elena Sánchez de Navarro’ en Mis tres Marías (2016) y ‘Muñeca Montiel’ en Colorina (2017-2018). Mientras espera aparecer en alguna otra producción peruana o internacional, la intérprete nacional ha seguido ejerciendo su carrera como profesora de actuación. Sin embargo no todo le ha ido bien. PUEDES VER Andrea Montenegro reveló en 'Dr. Tv' qué enfermedad padece Según su reciente publicación en Instagram, el último fin de semana estuvo en una complicada situación, debido a que perdió su trabajo como profesora, aparentemente por prejuicios por su pasado. “Este fin de semana ha sido triste para mi familia. Un mujer en la que confiaba, me hirió profundamente. Puso en duda mis capacidades como artista, madre y profesional. Cuestionó mi camino de vida, mis elecciones y tachó mi pasado con el nombre de ‘error’. Acepto que seguramente he cometido errores, a los cuales aprendí (después de autocastigarme cruelmente) a llamar experiencias”, expresó Andrea Montenegro en su publicación del lunes 11 de febrero. PUEDES VER Andrea Montenegro: “Lo que aprecio del anonimato es la libertad” | VIDEO La actriz contó que fue despedida de su trabajo al malinterpretar sus clases. “Me quitó mi trabajo y mis alumnos, en los cuales tenía yo mucha fe. Pues si algo conozco desde hace más de 20 años es mi oficio sagrado de actriz. Ella no lo sabe, no me conoce, piensa que me dedico a oficios inmorales. Confundió mi trabajo con pornografia. Aseguró que soy una mala imagen para su negocio y lo más duro es que me ve como una mala influencia para los niños y jóvenes”, continuó. Montenegro, de 42 años, contó que dicha persona le hizo quedar mal delante de los suyos. “Se le olvidó que todas merecemos el mismo respeto. Que a ninguna de nosotras se nos debe cuestionar moralmente delante de nuestras hijas... Pues somos lo más sagrado que ellas tienen. Que ningún negocio justifica la discriminación ni la humillación de ningún ser humano. Mucho menos de una mujer que es mamá, ejemplo y sostén de un hogar, sea cual sea el pasado que haya tenido”. “Me duele la matriz. Me siento golpeada, duele más porque el golpe lo recibí de otra mujer. Que se siente mejor que las demás. Que se siente más moral o más decente. Dudo de tantas supuestas santidades”, concluyó en Instagram junto a una fotografía donde aparece una mujer recostada.