Decano del Colegio de Economistas de Lima: "Siempre que hay aumento del sueldo mínimo, tiene que haber mejoras para el sector empresarial"
José Herrera, decano del Colegio de Economistas de Lima, expresa su opinión respecto a temas de coyuntura nacional y futuros proyectos, como el Megapuerto de Chancay.
En los últimos días, el sector económico del país ha sido nuevamente tendencia debido a varios factores: la crisis de Petroperú, la aprobación de la reforma de pensiones y el inicio de las discusiones para un posible aumento del sueldo mínimo. Por ello, y ante tantas interrogantes, La República entrevistó al decano del Colegio de Economistas de Lima, José Audar Herrera Jara.
En esta entrevista, además de los temas antes mencionados, se abordó la opinión del decano respecto a la próxima inauguración del Megapuerto de Chancay. Además, se presentan detalles sobre los avances de propuestas que buscan favorecer no solo a las localidades más cercanas al proyecto de capitales chinos, sino también al país en general, según lo informado por esta entidad.
Crisis de Petroperú
El sindicato de trabajadores de Petroperú emitió un comunicado en el que rechaza lo indicado por su presidente, quien señaló que una supuesta injerencia de los sindicatos en Petroperú fue la causa de su estado actual. ¿Qué opinión tiene al respecto?
En general, lo que interesa al país y, digamos, al sector empresarial es que cada vez que se pone en marcha una empresa, sea autosostenible, funcional y rentable. Según la información disponible, Petroperú no es rentable, y si no lo es, se deben encontrar formas de mejorar la situación con medidas significativas para que continúe operando. De lo contrario, no es conveniente para el país.
Una empresa que tiene un déficit mensual de pérdidas no es de ninguna manera conveniente. Es claro que esto puede causar problemas con los trabajadores. Es cierto que en toda empresa, en toda institución, cuando hay despidos o problemas de este tipo, deben implementarse medidas de contingencia para no afectar tanto a los trabajadores o reubicarlos. Cuando una empresa cierra, perjudica a sus trabajadores.
¿Qué le parece la medida anunciada por el presidente del Directorio sobre el despido de casi un tercio de los trabajadores, es decir, cerca de 600 personas?
Las medidas necesarias para la institución son que sea rentable, reducir los costos y mejorar los ingresos, logrando así un equilibrio saludable. Desde el punto de vista económico o financiero, esto es recomendable. Ahora bien, la carga social que debe asumirse es que el Estado tiene que responsabilizarse por los trabajadores y por todo ese efecto negativo que pueda ocurrir y que efectivamente se está observando.
Seguramente la alta dirección de Petroperú tiene un plan de contingencia para implementar medidas que permitan que la empresa sobreviva, asegurando que los trabajadores puedan resolver sus necesidades a raíz de estas medidas.
Se sabe que Petroperú, en lugar de generar valor o algún tipo de ganancia, solicita ayuda del Estado. Usted menciona una condición social y la necesidad de buscar el camino adecuado, pero ¿hasta qué punto Petroperú, con todo lo que significó en su momento, podría soportar sin que se realicen cambios sustanciales?
El Estado y la sociedad ya no soportan cubrir o financiar las ineficiencias de Petroperú, eso es cierto. Como economista, lo digo claramente: es necesario tomar medidas para la sanidad financiera de la institución, que incluyan la reducción de costos, la mejora de los mercados y de los productos. Un resultado positivo puede lograrse no solo con medidas sobre los costos, sino también sobre los ingresos.
Esto corresponde a las altas direcciones de Petroperú. Para alcanzar un adecuado punto de equilibrio, no basta con reducir costos, aunque esta sería una buena medida si se identifica que es posible hacerlo. De ser así, deben reducirse adecuadamente, pero también es necesario incrementar los ingresos, lo cual es otra forma de lograrlo. Aumentar el paquete de productos y servicios mejorará los ingresos y, por tanto, permitirá alcanzar el equilibrio esperado.
El Directorio de Petroperú, en su comunicado, indica que parte del problema fue la alta injerencia política y sindical. Además, se dieron a conocer los beneficios que reciben. ¿Cree que deberían eliminarse para ayudar a la empresa estatal?
En cualquier lugar donde existan beneficios extraordinarios que no siguen las reglas del mercado ni los niveles competitivos, al final, se termina perjudicando a la propia institución. Esto sucede especialmente en empresas del Estado, donde estas condiciones son más comunes. En una empresa privada, esto no ocurriría porque simplemente quiebra. En cambio, el Estado está afectando la caja fiscal, y lo más importante es que la alta dirección determine qué costos deben reducirse.
Lo que sea sostenible, que se mantenga; y lo que no, debe eliminarse por el bien y la sanidad financiera de la institución. Nuevamente, más allá de quién se beneficie o no, la idea es convertir a la institución en una entidad ágil, con costos e ingresos razonables y, si es estratégico y beneficioso para el país, que continúe. Si se determina que, a pesar de todos esos esfuerzos, no se genera más valor, Petroperú deberá analizar su permanencia.
Reforma de pensiones
Fuerza Popular acaba de aprobar la denominada "pensión por consumo". ¿Cree que es una buena medida? Los detractores señalan que esto afectaría la caja fiscal, ya que se destinaría dinero de los fondos públicos a las AFP.
En primer lugar, como reforma, me habría gustado que fuese más integral; sin embargo, ya es un avance en general. El tema de la pensión por consumo es una novedad. Ningún otro país está aplicando esta modalidad. Es algo nuevo y, yo diría, que por más pequeños que sean los aportes que se logren, representan un avance. De todas maneras, es un avance, aunque sea, digamos, para un sector muy pequeño de quienes logren solicitar la boleta electrónica, lo cual es un poco difícil en los barrios. Aun así, como medida complementaria, ayuda, suma. No es suficiente, obviamente.
Es complementaria a la pensión que uno pueda tener y puede sumar si se registran en el padrón. Falta la reglamentación, definir cómo será el modus operandi y cómo se gestionarán los fondos. Todo lo que sume en esta parte es importante. No es mucho, es pequeño, pero suma y ayuda de todas maneras. Como economista, te lo digo: eso se reflejará de alguna manera, y uno prefiere llegar a una pensión mensual por consumo de 160 soles al finalizar, que no tener nada por no haber solicitado las boletas ni los documentos.
El más pobre o el más rico consume de todas maneras. Entonces, la idea es recolectar las facturas, exigir un poco más de formalidad. Eso cuenta. Que todos lo hagan y que sea puntual dependerá de la responsabilidad y de la valoración que tengamos acerca del futuro y la jubilación.
Analizando la situación, nuestro país es mayormente informal. No se establecen los pagos de tributos, no hay un flujo de pago constrante como se establecen en otro paises. ¿De qué forma se podrían incluir a las personas que no tienen acceso a un sistema propicio para que aporte a la pensión por consumo.
Justamente por eso decía que la reforma todavía no está completa porque no alcanza al 100% de las personas. Un gran porcentaje pertenece al sector informal y no alcanzamos a cubrirlo. Todos consumen al 100%, pero no todos van a aplicarlo. Todavía faltan medidas adicionales para lograr mayor cobertura, sobre todo en el ámbito de la informalidad. Es necesaria una discusión mayor al respecto porque no es sencillo. El gran problema de fondo es que no tenemos hábito de ahorro.
Recuerde que las aportaciones son fluctuantes; muchas veces uno está en un trabajo formal durante uno, dos o tres años, y luego pasa a la informalidad por otros tres o cuatro años. De 40 años, solo se aportan 10 o 15 años. Al final, no se completan los 20 años mínimos que requiere la norma, las 240 aportaciones, etcétera. Esto es un intento de llegar al sector informal, pero creo que de manera progresiva se pueden lograr mayores avances en el futuro. Yo diría que es positivo, pero no es suficiente; recién estamos comenzando.
Sueldo mínimo
Desde el anuncio de la presidenta sobre la conformación de una comisión para evaluar el aumento del sueldo mínimo, y comparándolo con las declaraciones de representantes de las pymes, ¿cree que es un buen momento para hablar de un aumento del sueldo mínimo?
Es importante hablar del sueldo mínimo porque muchas familias dependen de él. Este está un poco desfasado en relación con el crecimiento y con el valor de la canasta básica familiar, que está más o menos en S/1784 mensuales, y la canasta por persona en 446 soles mensuales. El sueldo mínimo es de S/1025, imagínense una familia con cuatro personas en el hogar; entonces, no le va a alcanzar.
El poder adquisitivo ha ido disminuyendo en los últimos años y no se ha aumentado el sueldo mínimo desde hace un par de años. Cada vez que se ha incrementado, ha sido en razón de 80, 90 o 100 soles. Es probable que el criterio sea el mismo y se quiera aumentar algo alrededor de 100 o 120 soles esta vez, pero ¿qué condiciones deben existir para aumentar el sueldo mínimo? Por supuesto que es necesario, y por supuesto que las familias y los trabajadores lo necesitan, pero atención: ¿quién lo va a pagar? El Estado debe tener cuidado porque muchas veces las medidas económicas que tome, ya sea el gobierno o los agentes económicos formales, benefician o perjudican las economías, especialmente la de las pequeñas, medianas y grandes empresas.
Ahora, obviamente, el sector empresarial tiene que asumir este costo. En general, todos, incluido el Estado, deben contribuir. Siempre, y esto lo he mencionado anteriormente, siempre que hay un aumento del sueldo mínimo, deben mejorarse también las condiciones para el sector empresarial, que es el que soporta, apoya e interviene en el pago de este aumento. ¿Por qué? Porque después de un incremento, muchas empresas y trabajadores terminan pasando a la informalidad para evadir estos incrementos.
¿Hay algún beneficio que el Estado podría ofrecer a las empresas para compensar el aumento del sueldo mínimo?
Algunos beneficios para quienes se formalizan podrían ser, por ejemplo, permitir que el pago del incremento se realice dentro de unos cuatro meses o a partir de 2025, pero ya estando formalizados. Aunque ya tengan el aumento, podrían pagar ese incremento más adelante o permitir que se diluya en el tiempo. Fórmulas que indiquen al sector empresarial: "Bueno, no veo que me perjudique", "Veo que es casi lo mismo", de modo que también haya beneficios para el sector empresarial.
De esta manera, creemos que sí se puede mantener o sostener la formalidad. Porque lo que ocurrirá de inmediato es que, a partir de ahora, a varias personas ya no se les ofrecerá un contrato formal, sino una locación de servicios, y ahí surge cierta complicidad entre el locador y la empresa porque muchos locadores dicen: "Prefiero no estar formal porque me descuentan más", y el empresario responde: "Sí, pues. A mí también".
Como mencionamos: si el aumento del sueldo mínimo no es sustancial ni se acerca a los valores que estamos considerando, ¿surge esta medida como una respuesta populista? ¿Existen factores que determinan que este hecho pueda ser factible?
Detrás de las demandas de los trabajadores están los políticos, que interpretan esas necesidades y, obviamente, buscan plasmarlas a través de estas medidas. Es real; sin embargo, la pregunta es: ¿ya tenemos condiciones económicas para soportar este aumento? Considero que todavía no. Por ejemplo, el Perú recién ha comenzado a crecer de manera importante en abril y mayo, con un 5%; en junio, solo medio punto porcentual o 0.25, aún de crecimiento positivo. Todavía no hay una señal clara de una nueva senda de crecimiento que nos indique que estamos comenzando a crecer y que podemos soportar este incremento, aunque sea pequeño, de 80, 100, 120, 150 soles, o lo que se determine, sin afectar al sector empresarial a largo plazo.
Todavía no hay condiciones sostenibles. No se visualizan; sin embargo, es probable que se apruebe este tema por razones políticas, como ya se ha comentado con estos criterios. Se dice que en 2024 creceremos alrededor de un 3 o 3.2% y en 2025 estaremos más o menos en esos niveles. Las proyecciones del marco macroeconómico, que se ha publicado recientemente, son alentadoras. Algunos dicen que es un exceso de optimismo por parte del MEF para impulsar las expectativas del sector empresarial y otros. Recuerden que apenas vemos crecimiento del PBI, y ya se habla de aumento de sueldo.
Esto ocurre incluso en las empresas: cuando las empresas comienzan a incrementar sus ingresos de forma notable, inmediatamente surge la demanda de aumento de sueldo. Pero aquí, todavía no se ve eso de manera contundente; sin embargo, se tiene que hacer por una responsabilidad social, y el Congreso, de manera populista, lo está proponiendo para atender estas demandas poblacionales.
¿Qué otras condiciones, además del crecimiento económico sostenible, deberían darse para hablar del aumento del sueldo mínimo de manera responsable?
Lo principal es que existan condiciones económicas adecuadas. Esto es lo que permite sostener el crecimiento de manera responsable; de lo contrario, la población terminará sin empleo. Es necesario mejorar la productividad. Las personas deben asegurarse de que cada tarea que realicen tenga un valor más alto que el que recibían antes.
Esto significa que deben capacitarse con nuevos conocimientos para realizar tareas de mayor valor. Eso cuesta más en el mercado y se traduce en mayores ingresos para las empresas, y por tanto, en mayores sueldos. Los profesionales que incrementan sus conocimientos, tecnologías, actividades, uso de equipos, nuevos procesos, nuevas metodologías, e innovación, aumentan la productividad por hora-hombre.
Es en esta dirección en la que debemos enfocar nuestras medidas para que los peruanos podamos incrementar nuestro nivel de productividad. Por ahí deben venir las acciones.
Megapuerto de Chancay
¿Qué le parece a la institución esta multimillonaria inversión de la empresa china? ¿Cuáles serían sus principales carencias?
Desde el punto de vista económico, es muy favorable. Primero, la inversión de 3.500 millones es importante, ya que representa una inyección a la economía de manera positiva. El tema es cómo los peruanos recibimos esta inversión, porque es una inversión privada para un puerto que funcionará de esa manera. El Estado la está recibiendo con sorpresa.
Se implementará en noviembre, y en enero comenzará a funcionar, pero estamos desprevenidos. ¿En qué sentido? No tenemos infraestructura de soporte: carreteras, hospitales, escuelas, seguridad, comisarías y toda la infraestructura de servicios necesaria para que el comercio que ingresa y sale por ese puerto tenga las facilidades para operar de manera normal. Ahí estamos retrasados, y es en eso que el Estado está comenzando a trabajar. Se ha conformado una comisión multisectorial que ya está en funcionamiento. El Ministerio de Vivienda está trabajando con los alcaldes de Chancay, Huaral y Aucallama. También se están desarrollando el PDU, el PDT, y todo lo necesario. Además, debemos prepararnos para aprovechar e incrementar la oferta exportable.
Es decir, si actualmente exportamos 13.000 millones, deberíamos esforzarnos por incrementar esa cifra a 20.000, 30.000, 50.000 millones. Esto implica identificar todas las cadenas de valor de la agroindustria, la agroexportación, la minería y todos los clusters o conglomerados relacionados en un mapa nacional, no solo a nivel de Chancay, sino a nivel nacional. Ahí es donde está la ganancia ponderada del país. En ese sentido, el Colegio de Economistas de Lima, a través de la mesa técnica conformada por el Colegio de Economistas, el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Ingenieros de Lima, la UNI, Esan y otros actores, está preparando un modelo para presentarlo al gobierno.
Nos hemos reunido ya en un foro aquí en el Colegio de Economistas de Lima, donde han participado también agentes del Estado, para presentar un modelo de desarrollo económico con enfoque territorial, con una gobernanza que asegure el incremento y la calidad de la oferta exportable, y que esta sea sostenible a largo plazo. Solo así vamos a aprovechar de manera efectiva esta gran oportunidad que se presenta para el Perú a lo largo de la historia. Si aprovechamos esta oportunidad, el país puede relanzarse a nivel internacional con un valor enorme. De lo contrario, lo que sucederá será simplemente dejar pasar una gran oportunidad que aprovecharán Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, pero nada más.
Esa es nuestra preocupación y, como Colegio de Economistas, lo estamos poniendo en la mesa para comenzar a trabajar de inmediato con el Ministerio de Producción, el Consejo Nacional de Competitividad, la PCM, el sector industrial, turístico, minero y todos los sectores, para potenciar el valor agregado y todos los eslabones de la cadena productiva de los bienes y servicios relacionados.
¿Dónde está ubicado el Colegio de Economistas de Lima?
El Colegio de Economistas de Lima se encuentra ubicado en la Avenida Guillermo Prescott 380, en el distrito de San Isidro, Lima, Perú. Esta ubicación es céntrica y de fácil acceso, situada en una zona conocida por concentrar diversas instituciones profesionales y empresariales en la capital peruana.