Ley agraria. Economista de la PUCP cuestionó los comentarios del sector privado frente a la situación laboral peruana. Hoy las agroexportadoras contratan más del 48% bajo contratos intermitentes.,Viru S.A. es la empresa agroexportadora que opera en los valles de Virú, Tarapoto y Chincha. Poseen 7 mil hectáreas donde cultivan espárragos, alcachofas, paltas y pimientos y tiene 23 años de operación. Esta empresa cuenta con el mayor número de trabajadores bajo la Ley de Promoción Agraria. Tal como se muestra en la infografía, en el 2008 contaba con 8.660 trabajadores bajo el régimen y en el 2017 la cifra se duplicó y llegó a los 17.397 trabajadores. PUEDES VER En la Ley Agraria, los salarios no superaran la RMV En la misma línea se encuentra la empresa El Pedregal, que tiene sus campos de uva, palta y mandarina en los valles en Piura, Trujillo e Ica. La empresa quintuplicó su número de trabajadores bajo la ley agraria entre el 2008 y el 2017. Las empresas del sector privado defienden la Ley de Promoción Agraria al señalar que su continuidad ofrece la flexibilidad laboral que este sector necesita. Alfonso Bustamante, presidente de Comex Perú, justifica el pedido al señalar que el sector agrario “claramente no está consolidado”. Si algún inversionista viene al Perú a invertir y no encuentra la flexibilidad necesaria laboral en el 2021, cuando la ley haya vencido, no podrá cosechar porque no tendrá personal para la cosecha. Esto (la ley) no debe tener carácter temporal, sino debe ser permanente”, explicó. Meses atrás, el gerente de estudios económicos del Banco Central de Reserva, Jorge Estrella, colocó a la Ley Agraria como la “receta para que todos los demás sectores de la economía veamos crecimiento”. “No se puede pedir a una empresa que contrate a una persona de manera permanente si después no va a poder despedirla”, dijo esa vez el funcionario del BCRP. Sin embargo, esa flexibilidad laboral ya existe, según precisa el economista de la PUCP, Óscar Dancourt. “Es evidente que para el grueso de la población trabajadora, el contrato típico es un contrato temporal, así que para despedir a alguien lo único que hay que hacer es esperar que el contrato venza”, dijo a La República. Asimismo, advierte que el mercado es más o menos rígido dependiendo del exceso de la oferta de mano de obra. “El número de empleos modernos no está creciendo, está disminuyendo y la fuerza laboral que quiere trabajar está creciendo muy rápidamente, en particular por la migración. Así que es un mercado como dicen los economistas: no de vendedores sino de compradores. Los que compran mano de obra, los que pagan salarios están favorecidos”, destacó. Recordemos que según datos del INEI, hoy, quienes contratan bajo la Ley de Promoción Agraria tienen, al 2017, al 48,7% de sus trabajadores bajo contrato laboral intermitente; el cual solo se activa cuando es de necesidad del empleador (periodos de cosecha, entre otros). En tanto, solo el 13,7% se encuentra bajo contrato laboral indeterminado. “No hay ninguna razón para decir que el régimen laboral aquí es uno de los más rígidos del planeta, eso es una propaganda interesada, pagada por los que pagan salarios y ni siquiera por los pequeños, sino por los grandes”, acotó Dancourt. “Velar por lo sociolaboral” - Una sentencia del Tribunal Constitucional, que se pronuncia sobre un despido incausado a una trabajadora, detalla como un considerando que a la Ley de Promoción Agraria “dadas las especiales características del sector agrario y de su mercado laboral le correspondía un tratamiento normativo diferenciado” y se enfatizó que “tiene una vocación de temporalidad”. - Además, según la opinión del TC en esta sentencia, “se dejó dicho que el Estado, a través de su servicio inspectivo, tiene la responsabilidad de velar por que las condiciones sociolaborales de regímenes especiales, como el sector agrario, se cumplan adecuadamente”.
