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Paulo Drinot: "A Mariátegui muchos lo llamaban cojito, y eso no lo molestaba"

"Por un lado se dice qué pena, la enfermedad, y al mismo tiempo se dice que a pesar de eso era un genio”

Los estudiosos de Mariátegui se enfocaron en su obra, en Amauta, en sus 7 ensayos, en su activismo político. Y el aspecto más personal, de su experiencia vital, no se ha tocado tanto. Foto: Planeta
Los estudiosos de Mariátegui se enfocaron en su obra, en Amauta, en sus 7 ensayos, en su activismo político. Y el aspecto más personal, de su experiencia vital, no se ha tocado tanto. Foto: Planeta

El investigador Paulo Drinot nos sorprende gratamente. No hace mucho presentó libros valiosos: La condena de la libertad (con Alberto Vergara), Historia de la Prostitución en el Perú 1850-1956, La revolución peculiar (con Carlos Aguirre). Y hoy el profesor de Historia Latinoamericana en la University College London nos regresa a uno de los pensadores más importantes del Perú con José Carlos Mariátegui o el “cojito genial” (Planeta, 2023). Su investigación se enfoca en la discapacidad del Amauta, poco aludida por sus estudiosos y, a partir de ella, nos acerca a su corta vida, que quedó trunca a los 35 años, en 1930. Muy emotivo es el relato de su esperanza en llegar a Buenos Aires para recuperarse y seguir en la brega intelectual y política.

De Mariátegui se ha publicado mucho, pero muy poco sobre su discapacidad, ¿cómo surgió su interés en tocar este tema?

Estoy escribiendo una biografía de Mariátegui. En el proceso de investigación me fui dando cuenta de que si bien tuvo un accidente de niño, de que cojeaba, y de que en 1924, en una crisis de salud muy fuerte, se le amputó la pierna derecha, además de que hay mucha evidencia en fotos en las que se le ve en silla de ruedas, casi no se habla de su discapacidad. Es un tema que se menciona a veces, pero que muchas veces se silencia.

¿Por qué cree que los estudiosos no aludieron mayormente a su cojera?

Creo que, en general, los estudiosos de Mariátegui se enfocaron en su obra, en sus ideas, en su producción intelectual, en Amauta, en sus 7 ensayos, en su activismo político, en la formación del Partido Socialista, de la CGTP. Y el aspecto más personal, de su experiencia vital, no se ha tocado tanto. Los biógrafos obviamente, sí. Autores como Guillermo Rouillon, Servais Thissen, pero la gran mayoría de los estudios sobre Mariátegui se enfocan en las ideas y menos en la persona.

Como en el caso de Antonio Gramsci, puede ser por mantener la imagen del ícono.

Sí, así es. En el caso de Gramsci, la representación más común es su foto con un encuadre muy enfocado en su cara. Y, claro, si uno ve eso no sabe que Gramsci también tenía discapacidad… Sí, creo que sí hay un argumento en el que la idea del ícono revolucionario no cuadra muy bien con la idea de una persona con discapacidad. Digamos que la imagen que domina quizás es la del Che Guevara, aunque también padecía asma y tenía muchas dificultades, como sabemos.

La frase “cojito genial” proviene de Abraham Valdelomar. Con ello, se resaltaba el detalle físico y que, pese a ello o por ello, llegaba a la genialidad, ¿no? Eso lo analiza en el libro

Exacto, es una frase de una carta que le escribe Valdelomar a Mariátegui y en que le cuenta lo que ha estado haciendo en el norte del Perú y se despide diciéndole: “Te abrazo, cojito genial”. De lo que he podido ver de diferentes tipos de fuente es que mucha gente, amigos de Mariátegui, se referían a él como cojito o cojo. Y, bueno, hay fuentes que dicen que a Mariátegui eso no le molestaba. Eudocio Ravines, por ejemplo, lo dice. Pero lo interesante de la frase de Valdelomar es esa conjunción, de cojito por un lado y genial por otro. Y lo que he encontrado en las fuentes que he analizado es que muchas veces van juntas estas dos ideas. Por un lado se dice, qué pena, Mariátegui, la cojera, la enfermedad, sufría, y al mismo tiempo se dice, pero a pesar de eso era un genio, muy inteligente, es el Amauta, etc. Lo que se ve es un ejercicio retórico en el que la genialidad de Mariátegui compensa su discapacidad. Es un discurso en el fondo que reproduce, incluso cuando esa no es la intención, la idea de que la discapacidad es algo negativo, algo malo. Y es lo que en el texto trato de poner en cuestión. Porque a partir de la producción académica, del estudio de la discapacidad, surge una sensibilidad en torno a la discapacidad, de comenzar a no verla como algo malo o anormal o que se tiene que superar, sino simplemente de una realidad como muchas otras.

Escapar del hostigamiento político y tener una prótesis motiva su deseo de viajar a Buenos Aires, lo que no se produce. Foto: Planeta

Escapar del hostigamiento político y tener una prótesis motiva su deseo de viajar a Buenos Aires, lo que no se produce. Foto: Planeta

En la biografía de Mariátegui hay datos que no se precisan. Por ejemplo, ¿cuál sería la enfermedad que realmente tuvo?

Sobre la enfermedad hay diferentes diagnósticos en las fuentes. Lo más probable es que se tratara de un cuadro de tuberculosis, que afectaba principalmente a los huesos. Era algo bastante común en el Perú, a comienzos del siglo XX. Es una enfermedad que se manifiesta de diferentes maneras, por lo que el diagnóstico no siempre es el mismo. Además, era muy común y tampoco se podía tratar. Es a partir del desarrollo de la penicilina, de los antibióticos, que se puede tratar.

Mariátegui despierta admiración, pero también hay comentarios despectivos, como los de Haya de la Torre o Magda Portal… Como investigador, ¿le sorprendió eso o era lo común en esos tiempos?

No me sorprendió porque incluso hoy ocurre que se usa la discapacidad para atacar al otro… Justamente el problema que tuve, al hacer la investigación, es que todavía no se ha trabajado mucho la historia de la discapacidad en el Perú. Ese trabajo está por hacerse. Pero en el caso concreto de Haya de la Torre es interesante ver como esa relación entre Mariátegui y él, que había sido muy cercana a comienzos de la década del 20, de cierta afinidad política y hasta cierto punto de amistad, se fue deteriorando y llega al punto de una enemistad muy clara… Y, bueno, esas cartas que cito, donde Haya se refiere de manera muy violenta, muy hostil, a la discapacidad de Mariátegui, son chocantes, incluso para la sensibilidad de hoy. Sí creo que hay que resaltar que la mayoría de los comentarios sobre la discapacidad de Mariátegui son más bien de los que ven en la discapacidad el germen de la brillantez de Mariátegui.

Se puede decir que el puntillazo final para su caída fue la intervención a Amauta, la confiscación y el acoso en los tiempos de Leguía.

Es un factor importante, creo, sí, definitivamente. Desde los trabajos de Flores Galindo, que trató muy bien ese tema, se advierte ese hostigamiento de Leguía y su ministro del Interior hacia Mariátegui. En general, comienza a sentirse como asfixiado por la situación política en el Perú y eso lo lleva a pensar en viajar a Buenos Aires donde se imagina que puede seguir su trabajo intelectual y político en un contexto más libre. Y lo que planteo en el texto es que, si bien es un factor importante, también está la idea de que allá puede acceder a mejor tratamiento médico y, en particular, a tener una pierna ortopédica, una prótesis, que él pensaba iba a facilitar su movilidad y mejorar su calidad de vida. Las dos ideas: escapar del hostigamiento político y el anhelo de resolución a su condición de discapacitado, motiva el viaje a Buenos Aires que no se realiza porque él muere.

Esa parte es muy emotiva en su libro. Pone todas sus esperanzas en viajar a Argentina.

Sí, sí… Y es interesarse preguntarse qué hubiera pasado si viajaba, y, claro, ahí lo irónico es que unos meses después hay un golpe de estado en Argentina y empieza un gobierno represor… Sí, es un poco triste pensar que eso que esperaba encontrar en Buenos Aires, muy probablemente no lo hubiera encontrado.

En el libro, la figura de Ana Chiappe no la veo muy desarrollada en medio de esta lucha de Mariátegui contra sus dolencias.

Es un buen punto. No aparece mucho en las fuentes. Está presente, por ejemplo, cuando se habla sobre la operación que resultó en la amputación de la pierna y los biógrafos de Mariátegui hablan de un conflicto entre ella y la madre de Mariátegui, que era muy religiosa y se oponía a la operación. Y está presente en algunas de las fotografías que analizo. Es cierto, es un personaje que está presente, pero no tiene un protagonismo que probablemente merecería por ser su esposa. Lo que sí creo y lo menciono brevemente es que ella es parte de una red de apoyo a Mariátegui muy importante. En ese sentido, Mariátegui es un discapacitado con ciertos privilegios porque tiene acceso a redes de apoyo económico, también de apoyo afectivo y práctico, que no era lo común.

La izquierda peruana actual ya no retoma su figura, ¿cómo situaría a Mariátegui en la izquierda y en la política actual?

Sí, así es, la izquierda con una crisis tras otra, es difícil decir de qué izquierda estamos hablando… Es cierto que ya no tiene el protagonismo que tuvo, bueno, sobre todo cuando existía el PUM, pero creo que sigue siendo un referente para los que se consideran de izquierda y siguen leyendo a Mariátegui. Me parece que, si bien no soy de los que creen que hay que buscar en el pasado las soluciones al presente, sí creo que hay mucho que uno puede aprender leyendo su obra y estudiando su vida. Yo espero que siga siendo un referente no solo para la izquierda, sino para todos los peruanos y cualquier persona en el mundo que tenga interés por una figura intelectual tan original, que desarrolló un pensamiento crítico, que tomaba en cuenta todo el mundo. Escribía sobre lo que estaba pasando en Europa, Asia, África. Su producción intelectual es sumamente rica y muy pocos pensadores de esa época llegaron a ese nivel de cobertura de la realidad mundial. Debería ser una razón para que en general le prestemos más atención porque hay mucho todavía por seguir analizando y aprendiendo.

Quizás es el reflejo del desconcierto en la izquierda y, en general, en la política peruana, donde no se valora a nuestros pensadores.

Sin duda, creo que la crisis actual también es una crisis de las ideas y de elaborar pensamientos un poco más sofisticados sobre nuestra situación y quizás, en ese sentido, como digo, no vamos a encontrar soluciones a los problemas actuales en Mariátegui, pero quizás nos puede ayudar a pensar, un poco más.

Estudios de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Mayor de San Marcos. Redactor en suplementos Domingo, Rojo y Blanco (regionales), VSD de La República. Editor de Espectáculos en La República. Reportero de deportes en El Gráfico Perú. Editor de Sociedad y Especiales en La República. Coeditor de Política en La República.