Se trata de una nueva modalidad de asalto en la que delincuentes buscan apoderarse de las tarjetas de crédito de sus víctimas para vaciar sus cuentas bancarias. Esto fue lo que le ocurrió a un empresario tras ser víctima de un atraco en Lince, el pasado 10 de agosto, al promediar las 9 p. m., donde sujetos suplantaron su identidad e hicieron un préstamo.
Todo ocurrió cuando el joven dejó a su novia en la puerta de su casa y de pronto un auto les cerró el paso para luego exigirle a su víctima que abriera las puertas de su vehículo. Les robaron sus teléfonos, una laptop, una tablet y dos relojes inteligentes, todo valorizado en S/25.000.
Por si fuera poco, uno de ellos se apoderó de las tarjetas de crédito y en cuestión de segundos se dieron a la fuga. De inmediato, el empresario revisó en su banca móvil y grande fue sorpresa cuando descubrió que habían solicitado a su nombre un préstamo de más de S/3.000.
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La víctima mandó sus quejas al correo de reclamos de su entidad bancaria; sin embargo, según contó a 'Domingo al día', esta lo habría responsabilizado por no tener los cuidados necesarios con su tarjeta de crédito.
“Lo que establece nuestro contrato de servicios bancarios es que, en caso el cliente sufriera de sustracción o robo de la tarjeta, deberá comunicarlo, inmediatamente, a través de nuestra banca telefónica, siendo, además, que es responsabilidad del cliente mantener el cuidado necesario para su tarjeta”, fue la respuesta de la entidad.
En ese sentido, el agraviado lamentó no haber tenido el respaldo de la entidad bancaria tras lo ocurrido. “Lo que están haciendo ahorita es responsabilizarme a mí de un robo que yo sufrí. (...) No puede ser que como los ladrones han consumido con mi tarjeta, yo soy el culpable porque no lo he bloqueado”, señaló.