Alerta: una carta poder falsa basta para apropiarse del terreno de una familia
Mafia aprovechó insólita vulnerabilidad de Sunarp. Funcionario en Satipo validó documento presuntamente firmado por cónsul de Perú en Chile guiándose solo de un sticker que en realidad correspondía a otro trámite. No verificó el contenido. Cancillería pidió nulidad, pero propiedad fue vendida tres veces en tiempo récord.
“Es un infierno en vida, una tortura”, relata Grace, hija de William Mora y Rosa Dávalos, quienes de la noche a la mañana perdieron el terreno en Chorrillos que tantos años y esfuerzo les costó. Lo insólito es que este desfalco fue legalizado gracias a la sospechosa actuación de funcionarios de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) en Satipo y la debilidad de esta institución para prevenir. ¡Usted podría ser la siguiente víctima!
Desde el extranjero
José Freddy Martínez Palacios (65) inició la estafa. Fabricó una carta poder —emitida supuestamente por el consulado de Perú en Iquique— en la que los propietarios le daban autorización total para disponer del terreno de 160 m² en Lima. Los agraviados, claro está, no lo conocen y jamás estuvieron en Chile. Es evidente que tampoco Martínez Palacios, quien tiene antecedentes por hurto agravado. Lo que sí sabía es que en el extranjero un cónsul tiene autoridad de notario.
Sede de Sunarp en Satipo. Foto: Erwin Valenzuela
Es así que el sujeto fue a Satipo, Junín, donde negligentemente la Sunarp aceptó el documento y lo ingresó al sistema, dejando en vulneración a la familia. ¿Cómo ocurrió? El timador le puso el sticker de otro trámite en dicho consulado. El código era real, el contenido no. La Sunarp no lo verificó adecuadamente porque, señala, el sistema proporcionado por el Ministerio de Relaciones Exteriores es limitado.
El trámite pasó por las manos de Alciblades Uscuvilca Vila, registrador público de Satipo.
Documento que lleva el sello del consulado de Chile. Foto: Osmer Mina
Ingreso violento
El último 27 de mayo, con comba y cincel, desconocidos tomaron posesión a la fuerza de la propiedad ubicada en la urbanización Matellini. La familia habita temporalmente en otro predio, por lo que, al enterarse, William Mora acudió a la comisaría para pedir auxilio.
Ahí supo que ya no era el dueño, sino que había otras personas que reclamaban como suya la propiedad. Don William fue a la Sunarp en busca de explicaciones. Se enteró entonces que su predio había sido objeto de tres ventas por un precio ínfimo a su valor real y que actualmente figura a nombre de cuatro personas.
Cancillería se pronuncia
En la notaría Rulbi Juana Velásquez se realizó la primera transacción en base al poder validado por la Sunarp.
En Cancillería, Alberto Farje, director general de Comunidades Peruanas en el Exterior, aclaró que nunca emitieron ese poder y que al enterarse de ello notificaron oficialmente a la Sunarp.
“Es un poder (para otro caso) que era correcto, fue inscrito correctamente; pero con base en esos mismos datos (código) se ha hecho otra escritura pública totalmente adulterada. Ese documento (la carta poder falsa) no ha pasado por la Cancillería, eso quiero aclarar”, detalló.
Sunarp se justifica
“No tanto que se nos pasó, el filtro está, se verificó, pero la mafia identificó esta fragilidad (del sistema). Ese es un tema de Relaciones Exteriores. Ese es el sistema que nos brindan, no podemos ir más allá”, argumentó Jorge Rojas, subdirector de Gestión de Procedimientos Registrales de la Sunarp, al indicar que ellos solo pueden validar el código, no el contenido. Es decir, ese documento pudo mencionar lo que el falsificador desee sin que nadie se percate.
Personas ingresando de manera violeta al predio. Foto: Difusión
Policía en alerta
Desde que la Sunarp validó el poder falso, en los siguientes tres meses el terreno de William y Rosa fue objeto de tres compraventas en tres notarías diferentes. Esto configuraría una modalidad de estafa ya identificada por la Policía Nacional del Perú (PNP).
“Estas redes entregan a determinados integrantes de estas bandas documentos y poderes falsos para supuestamente darles toda la facultad y esta organización criminal pueda vender de manera sucesiva estos predios, estafando”, indicó el coronel PNP José Manuel Cruz, jefe de la División de Estafas de la Dirincri.
Coronel PNP José Manuel Cruz, quien es jefe de la Dirección de Estafas de la Dirincri. Foto: Diego Rosales
Calvario judicial
Actualmente, el predio está inscrito a nombre de cuatro personas. Ariadna Perez Núñez de Azpiri, Humberto Guillermo Azpiri Mauring; y las hermanas Deynis y María Aydita Naval Vásquez.
Identificada la cadena de transacciones, los agraviados, mal de salud y con pocos recursos, han iniciado el largo trámite judicial para recuperar su propiedad.
“Hemos interpuesto una denuncia por la vía penal para determinar la existencia de los delitos de falsificación de documentos públicos, uso de documentos públicos y usurpación. El 27 de mayo de este año se ha tomado posesión ilegal. Y por la vía civil se ha interpuesto una demanda de nulidad de acto jurídico en la cual se está solicitando la nulidad de los tres contratos de compraventa que se han celebrado teniendo como origen la primera celebrada con un poder falso”, detalló Jhon Romero, asesor legal de los esposos afectados.
Buscamos a los espontáneos propietarios y su abogado se pronunció. “Yo no pienso que mis clientes han actuado de mala fe. Si acuden a la vía judicial las autoridades tendrán que establecer quién tiene el mejor derecho”, acotó Wagner Taboada.
Los esposos tienen miedo, pues en el lugar notaron la actitud violenta de quienes se han instalado ahí. No obstante, no confían en que el Poder Judicial haga justicia en este evidente engaño que pone en riesgo a cualquier familia.
Dato
Sunarp cuenta con herramientas para proteger su predio a fin de evitar ser víctima de estas redes de estafadores: la alerta registral, la inmovilización de predio y la herramienta Conoce aquí.
En tanto, la Cancillería y Sunarp preparan un sistema de verificación digital a fin de corregir vulnerabilidades y que estará en funcionamiento a partir de agosto.
