“C'est Ana Claudia, pâtissière péruvienne” dice la presentadora de la cadena internacional TF1 sobre Ana Claudia Huamanchumo Bazán, chef pastelera trujillana, quien triunfa en Francia y es reconocida por incorporar insumos peruanos a todo lo que prepara. Así, la joven se abre camino en las grandes esferas mundiales de la gastronomía.
En un inicio, Ana Claudia estudiaba la carrera de administración de empresas y emprendimiento en Suffolk University, en Boston. Fue entonces que, al vivir sola, conectó con la gastronomía con mayor libertad. “La pastelería ha sido algo que siempre me ha interesado, pero empecé a desarrollar más mi pasión cuando era pequeña, siempre cocinando en casa, hasta que me mudé a Boston a estudiar y tuve que vivir sola por primera vez. Tener una cocina solo para mí y la libertad de experimentar fue lo que potenció mi curiosidad y. así, seguir esta increíble carrera”, contó.
Por ello, en mayo de 2020, luego de graduarse como administradora de empresas, decidió profesionalizar su pasión y estudió pastelería en la escuela Lenôtre, en París, en la que se graduó con honores.
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Su gran desempeño en sus épocas de estudiante solo le auguraba éxitos y así fue. La joven trujillana trabajó en el restaurante Jules Verne, ubicado en la torre Eiffel y reconocido con 1 estrella Michelin. “Trabajar en un lugar tan prestigioso, dirigido por el gran chef MOF —Meilleur Ouvrier de France (grado más alto que solo los chefs franceses pueden otorgar)—, Frederic Anton, es un privilegio, pero a la vez mucha responsabilidad y disciplina. Formarme en un restaurante así ha sido crucial para mi crecimiento personal, ya que he aprendido de los mejores chefs técnicas y hábitos al estar en la cocina”, expresó.
Ahora, cuenta con una oferta de trabajo en un restaurante de uno de los chef pasteleros más famosos del mundo y, además, su gran talento ha llamado la atención de la prensa como la cadena internacional TF1, quienes han publicado un reportaje en el que la peruana es una de las protagonistas.
Toda esta experiencia fortalece la convicción de Ana Claudia de potenciar el restaurante familiar, café Demarco, que cuenta con cuatro sedes en Trujillo (La Libertad). “Hacer crecer Demarco es una de mis metas a mediano plazo y, para lograrlo de la manera que me gustaría, aún hay mucha logística que aprender. Uno de mis sueños es un Demarco en Lima y en un futuro, porque no, en el extranjero”, manifestó.