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Sociedad

Tacna y su resistencia a renunciar al Perú en la ocupación chilena

La historia de la bandera. Julveli Gutiérrez heredó de su familia una bandera que conservaron cuando Tacna y Arica eran de Chile. Ese emblema era su conexión con Perú.

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Julveli gutiérrez. Esta docente de 81 años aún conserva la bandera de sus ancestros que vivieron en carne propia el cautiverio chileno. Nunca renunciaron a ser peruanos. Foto: La República

La docente tacneña Julveli Gutiérrez Soto (81) conserva en su hogar una bandera peruana de más de cien años de antiguedad. La cornucopia del escudo perdió algunas de sus pequeñas monedas, el fondo blanco luce raído pero las franjas rojas aún conservan su color.

Tacna cumple hoy 93 años de reincorporación al Perú. Estuvo bajo la administración del país vecino por 49 años después de haber perdido la guerra del Pacífico (1879)

La bandera de doña Julveli fue confeccionada en 1912 por su abuela Delmira, su madre Otilia Soto y su tía Catalina. La familia Soto Santamaría vivía en Arica en el valle de Lluta ocupado por los chilenos.

Doña Julveli recuerda que su madre le contó cómo vivían las familias peruanas: en alerta constante ante actos de hostigamiento de las fuerzas chilenas. Su casa tenía una cruz negra pintada en la fachada. Eso indicaba que allí vivía una familia peruana. El santo y seña para “requisas” a cualquier hora del día, con disparos de por medio.

Los símbolos peruanos estaban prohibidos. Por ello, la bandera era envuelta en sacos de papel y enterrada en el patio. La sacaban en los almuerzos donde se reunían familias peruanas. La chilenización se agudizó en los años 1925 y 1926. Ellos tenían la bandera en una habitación y cantaban el himno peruano alrededor de ella.

La chilenización consistía en arraigar en los peruanos y peruanas una nueva identidad cultural. El historiador tacneño, Luis Cavagnaro Orellana, explica que en la primera etapa de ese proceso, el gobierno chileno construyó obras públicas en los territorios invadidos y contrató a los mejores docentes de la época para educar a los niños peruanos.

Ninguna de esas estrategias funcionó con Tacna. Cavagnaro cuenta una anécdota del médico y docente chileno Vicente Dagnino Oliveri. Era profesor de francés en el Liceo de Hombres de Tacna durante la época de la ocupación.

“Dagnino cuenta que colocó en la pizarra la frase ‘Viva Chile, nuestra patria’ para que sus alumnos hicieran planas en francés en sus cuadernos. ¿Qué hicieron los chicos peruanos? Cambiaron el pronombre, en lugar de ‘nuestra’ colocaron ‘vuestra patria’. Eso lo contó él (Dagnino) para mostrar no solo el patriotismo de los chicos, sino su educación”, relata el historiador.

La violencia y el hostigamiento también fueron otras armas de la administración chilena para lograr que los peruanos abandonaran sus tierras o desistieran de conservar la esperanza de retonar al Perú. “Chile trajo gente perversa a Tacna, que hacía cosas terribles. Reclutaban a los jóvenes en la sierra a la fuerza, a los extranjeros los expulsaban.”, resalta Cavaganaro.

El historiador y catedrático, Pedro Peralta Casani, destaca que ese pasaje oscuro de la historia, convirtió a Tacna en un ejemplo para el país. Se agredía, hostilizaba y perseguía a la población que se resistía a la chilenización y que trataba de mantener la identidad peruana. En la sierra, la población no soportó por mucho tiempo el maltrato.

Peralta destaca los sucesos de Challaviento (sierra tacneña), ocurridos el 19 de noviembre de 1925.

Los diarios chilenos denunciaron que ese día, población peruana, asesinó a tres carabineros e incendió un cuartel. Peralta recuerda que el mismo historiador Jorge Basadre, investigó los hechos y descubrió que lo ocurrido fue una respuesta al abuso sexual a una joven aimara de 18 años por parte de un carabinero.

Retorno

Tacna volvió al Perú tras la firma del tratado de Lima el 03 de junio de 1929, no corrió la misma suerte Arica.

Cavagnaro recuerda el plebiscito fue parte de uno de los puntos del Tratado de Ancon (1883). Por votación, las poblaciones decidirían si se quedaban con Chile o volvían a Perú, después de diez años.

Ese acuerdo no se cumplió. No había condiciones para realizarlo.

En 15 de junio de 1926, el gobierno estadounidense, intermediario del proceso, declaró que “es imposible realizarse el plebiscito ya que Chile no garantiza condiciones justas para el voto peruano en Tacna y Arica”.

El 2 de julio de 1926, la madre de doña Julveli, Otilia Santamaría, con 20 años de edad, abandó Arica junto a su familia en el barco Ucayali, sumados a un gran número de peruanos. Se llevaron la bandera envuelta en su cuerpo, como si se tratara de una falda más. Llegó con esa bandera a Tacna a empezar de nuevo.

Hoy doña Julveli lleva la bandera a colegios y charlas y eventos culturales, para recordar la historia de resistencia a los más jóvenes. Ese es el legado que le dejó su madre.

En esa bandera es la historia de su madre, sus abuelos y la que ella desea dejar a las nuevas generaciones. La bandera recuerda a la Tacna patriótica, rebelde.

Los historiadores Cavagnaro y Peralta también lo dicen, el legado de Tacna es ese, de patriotismo en los momentos más difíciles. Peralta reconoce que el Perú es un país marcado por sus derrotas militares, no obstante el sacrificio de los peruanos es invalorable. “Cualquier peruano, peruana, que sacrifique su vida por los intereses nacionales merece reconocimiento”, dice Peralta.

“La entrega de Tacna es el triunfo moral, es la revancha después de la horrorosa guerra. Muchos dicen ‘la guerra no la ganó Chile, la perdimos nosotros, peleándonos entre los caudillos’. La juventud tiene esa misión, de cambiar esas pugnas. Los jóvenes se entusiasman con la historia. Tacna tiene esa historia por eso motiva a los jóvenes.”, concluye Cavagnaro.

Marca. Casa de peruanos tenía pintada una cruz negra. Foto: Cortesía

El paseo de la Bandera vuelve

Hoy se realiza la Procesión de la Bandera, catalogado como Patrimonio Cultural de la Nación. La presidenta de la Sociedad de Señoras de Tacna, Carmen Salleres Sánchez, informó que la actividad contará con la participación del público. Su ruta no será modificada. Es decir se iniciará en la Plaza de la Mujer y concluirá en el Paseo Cívico.

La bandera será llevada por mujeres tacneñas de la organización y damas que representen a instituciones como la Policía, la Fiscalía, Poder Judicial, Bomberos, entre otros. Delante de la bandera un grupo de niñas vestidas de blanco lanzarán pétalos de buganvilias.

Después de dos años se retoma esta histórica actividad, tras las primeras olas de la pandemia de la Covid-19. Salleres pidió a las autoridades nacionales que visitarán Tacna por la fecha, no utilizar el evento para ganar atención o popularidad.

Por su parte, el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, llegará a Tacna junto a todo el gabinete de ministros.