Por: Wilson Aranda
La tranquilidad del balneario de Pacasmayo se quebró abruptamente ayer al conocerse que un efectivo de la Policía había asesinado a su esposa y luego se quitó la vida de un disparo en la cabeza. El hecho ocurrió en horas de la noche, justo en el Día de la Policía Nacional.
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El suboficial PNP Roni Soto Ramos (27), quien laboraba en el área de patrullaje motorizado de la comisaría de Pacasmayo, se encontraba con su esposa, la también suboficial Fedra Jackeline Llonto Guaylupo (29), en su vivienda de la urbanización Los Incas, manzana 2, lote 12.
Ambos habían estado celebrando el día de su institución y luego regresaron a casa. Fedra Llonto cumplía labores en el área administrativa de la misma comisaría.
Según la Policía, al poco tiempo empezó una fuerte discusión entre ellos. Eran aproximadamente las 11:30 de la noche del viernes cuando los vecinos escucharon disparos, por lo que salieron alarmados de sus casas y no dudaron en llamar al serenazgo y a los familiares de Fedra Llonto.
El primero en llegar al lugar fue Federico Llonto Cunio, padre de la suboficial, y a los pocos minutos apareció un patrullero.
El personal policial ingresó al citado domicilio y halló una horrenda escena: la pareja se hallaba tendida sobre la cama.
Ambos presentaban una herida de bala en la cabeza. En el suelo, a pocos metros, yacía el arma de fuego de Roni Soto, una pistola calibre 9 milímetros.
Según los peritos, Soto Ramos tenía leves signos de vida, por lo que fue llevado al Hospital de Pacasmayo, pero debido a su estado grave fue derivado a Trujillo. Cuando se encontraba en camino, falleció.
Aun cuando los familiares evitaron hacer declaraciones, los vecinos y compañeros de trabajo de la pareja contaron que Roni Soto celaba constantemente a su esposa. Incluso el viernes, durante la actividad que tuvieron, discutieron delante de sus colegas.
Este hecho ha dejado a dos niños en la orfandad, y ha consternado a la población de Pacasmayo, además de elevar la cifra de feminicidios a 157.
Dolor. Los padres de Zaida Rondán Huamán llegaron ayer a Cañete para trasladar los restos de su hija asesinada en la víspera en Mala, presuntamente por su pareja Juan Pablo Pérez Souza, quien fue detenido cuando viajaba a Pucallpa. La coordinadora del CEM, Rocío Gabriel Beltrán, dijo que el bebé que dejó Zaida será entregado a los abuelos maternos.