Por: Manuel Tovar
La Policía cree que los crímenes de Patacancha fueron un error cometido por algunos comuneros que buscaban a ladrones de ganado. Y por ello desde ayer buscan a los autores del secuestro y asesinato de las cinco personas cuyos cadáveres fueron hallados calcinados el domingo en un paraje del anexo de Patacancha, distrito de Paccha, provincia de Jauja, región Junín.
Cuatro de los fallecidos eran miembros de una misma familia. Se trata de Teodoro Jorge Samaniego Carlos (47), sus hijos Neysser Cirilo (18) y Norberto Jorge Samaniego Santana (21), y de su sobrino Leandro Leonardo Blas Samaniego, de 19 años.
La quinta víctima fue identificada como Adler Ángel Culluncuy Centeno (37), quien trabajaba como taxista con el vehículo de sus padres: el auto station wagon de placa W1Q-695.
Los cuatro primeros eran agricultores y solían trabajar en terrenos ajenos a cambio de un jornal. Hasta el momento se ha establecido que la tarde del sábado contrataron al taxista Adler Culluncuy para trasladarse hasta el distrito de Paccha, en Jauja, donde habían sido contratados para cosechar cebada.
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También se sabe que al promediar las 10 de la noche del sábado, Teodoro Jorge Samaniego logró hablar con su esposa.
"Nos han retenido, dicen que somos abigeos, nos están acusando de robarles su ganado...", le dijo agitado antes de que la llamada se cortara.
En el distrito de Paccha el robo de ganado es frecuente. En lo que va del año, en la comisaría del sector han sido asentadas 187 denuncias.
Los ganaderos no entienden por qué la Policía no ha podido frenar a los abigeos. Quizá por esa razón habrían decidido actuar directamente.
Los hermanos Neysser Cirilo (18) y Norberto Jorge Samaniego Santana (21) fueron baleados y luego les prendieron fuego. Dentro del vehículo se hallaron los cuerpos del taxista, así como de Teodoro Jorge Samaniego y el de su sobrino Leandro Blas Samaniego.