Sabemos que en las diferentes etapas de nuestra vida acudir a una cita médica para realizarse chequeos se hace más que necesaria. Este significado cobra valor aún más cuando inicia la etapa de la pubertad y adolescencia, pues suponen diversos cambios que muchas veces son difíciles de explicar.
En ese sentido, es importante que las niñas y adolescentes reciban atención médica especializada a través de personal médico con experiencia en ginecología; sin embargo, muchos padres y madres de familia no saben a partir de qué edad pueden llevarlas al consultorio o cómo abordar este tema, debido a las diversas limitaciones en cuanto a una educación sexual y reproductiva informada.
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En diálogo con La República, la doctora Milagros Sánchez, especialista en ginecología, señaló que no hay una edad promedio en que se deba acudir a una cita ginecológica. “Cada niña y cada adolescente va a tener sus propias particularidades”, refirió.
Por su parte, la ginecóloga Corina Hidalgo sostuvo que lo ideal es que la primera consulta sea dentro de los 12 y los 15 años. “Es el promedio en el cual las niñas empiezan a tener su menstruación. Entonces van a tener varios cambios ginecológicos, va a haber mayor aumento mamario”. Asimismo, “es muy importante explicarle los dispositivos menstruales que existen ahora”, sentenció la experta en conversación con este diario.
Hidalgo sugirió también llevar a las niñas desde que aparece el botón mamario, que son protuberancias detrás del pezón y aparecen dos años ante de la menarquía o primera menstruación. De esta manera, “les vamos explicando los cambios anatómicos que pueden ir observando en las niñas”.
Al ser consulta al respecto, Sánchez señaló que la creencia de programar una cita ginecológica solo desde que se inicia con la actividad sexual es un mito.
“Los problemas ginecológicos no inician porque se inicia la vida sexual. Cuántas adolescentes tienen alteraciones en la menstruación o en los genitales, y si esto no se evalúa hasta que haya iniciado la actividad sexual, podría tener una repercusión en el futuro”, señaló.
La primera vez que una niña o una adolescente sea llevada a un consultorio ginecológico puede generar cierto temor o vergüenza. Es por ello que, de acuerdo a lo referido por la doctora Milagros Sánchez, es necesario procurar tres condiciones para que esa intranquilidad se vea disminuida:
En ese sentido, la también obstetra apuntó que la idea es quitarles el temor a las jóvenes de acudir a su primera consulta. “Los padres, no solamente las mamás, tienen que conversar con sus hijos e hijas sobre la importancia de una evaluación integral”, acotó.
Según Sánchez, las adolescentes pueden permanecer solas durante la consulta. “Muchas veces así se van a sentir más cómodas en poder abordar diversos temas relacionados con la sexualidad, anticoncepción, uso de condones o uso de sustancias para la higiene personal y menstrual”, puntualizó.
Otras jóvenes, probablemente, quieran ser acompañadas por su madre, “porque hay una relación de confianza y la mamá ayuda a canalizar esta información”. En ese sentido, la especialista sugiere tomar en cuenta la opinión de las jóvenes preguntándoles cómo prefieren este abordaje con la ginecóloga o ginecólogo.
La ginecóloga especialista en atención infantojuvenil Milagros Sánchez brinda las siguientes sugerencias previas a tu visita con el personal de salud.
Las niñas y adolescentes, durante sus primeras visitas al servicio de ginecología, tienen como principal consulta el saber si, luego de la primera menstruación, van a seguir creciendo, o si les va a doler durante la también popular regla o las características de las mamas. De igual manera, no faltan interrogantes referidas a sexualidad. “Las preguntas van surgiendo de acuerdo al momento en que se encuentran”, puntualizó.
La doctora Milagros Sánchez señaló que eso va a depender de los ambientes familiares. “Lo ideal es que ambos padres puedan tener la suficiente cercanía para hablar de estos temas (…) Eso es sumamente valioso porque las jóvenes se van a sentir acompañadas en todas sus etapas”.
Por su parte, la ginecóloga Corina Hidalgo reafirma lo suscrito por su colega y menciona que “mientras más enseñemos sobre educación sexual, los papás van a ser más conscientes de que la sexualidad no es algo malo, sino que es parte del crecimiento”, manifestó.
Foto: Minsa
“Como requisito en las evaluaciones ginecológicas es que, aparte del médico, sea hombre o mujer, siempre haya un personal adicional de apoyo. En caso de las adolescentes, (se debe) preguntar si quieren que la mamá esté presente, y si así lo desea, qué mejor que ella”, agregó Sánchez.
De otro lado, la exdirectora de Inppares, Ángela Sebastiani, señaló que la gente por temor o por un falso respeto hacia la figura que puede representar un especialista de la salud, opta por el silencio ante alguna conducta inapropiada; no obstante, “la instrucción es que para cualquier cosa que sientan que no está bien, la cuenten”, remarcó.
Ángela Sebastiani, psicóloga y exdirectora de Inppares, sostuvo que actualmente se reprime la educación sexual y reproductiva. “Somos una cultura que reprime mucho la educación sexual de las mujeres y, en particular, reprime la apropiación de la mujer sobre su cuerpo, enfatizó.
En ese sentido, la profesional señaló que lo primero que se debe hacer es buscar a una mujer de la familia para que le comente cómo ha sido su propia consulta. Asimismo, concientizar a la menor sobre la importancia de tener un control médico anual a partir de la pubertad con el fin de procurar un autocuidado de la salud.
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De igual manera, “elegir una persona que sea de absoluta confianza para que acompañe a la niña durante el proceso, pedir permiso porque (la menor) también tiene derecho a su privacidad, considerando que hasta hace algunos años los papás llevaban a sus hijas al ginecólogo para que comprobaran si eran vírgenes o no”, lamentó.
Por otro lado, no necesariamente habrá revisión de los genitales en una primera consulta ginecológica. “Lo que hay, generalmente, es una serie de preguntas con que si ya le vino la menstruación o no, cada cuánto tiempo menstrúa (…) porque no solo se evalúan los genitales, sino todo el cuerpo”, detalló.
Sebastiani recomienda asistir con un profesional de confianza donde tengan la posibilidad de elegir si quieren una doctora o un doctor, “dependiendo de con quién se sientan más cómodas”.
En tanto, la doctora Corina Hidalgo manifestó una postura similar y apuntó queen la primera consulta ginecológica no es necesario examinar sí o sí a la paciente, “sino que es importante entrar en confianza con la niña para que entienda todos los cambios físicos que va a tener”, puntualizó.
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“Les explicamos su anatomía, para qué sirve el aparato reproductor femenino, qué es la vulva, explicar la aparición de los vellos, mamas, así como los cuidados higiénicos que debe ir teniendo. Es una consulta muy educativa más que un examen físico”, aclaró.
Milagros Sánchez, especialista en salud reproductiva, recomendó verificar que el personal de salud consultado sea, efectivamente, un profesional en la materia. Para ello, puede utilizar la aplicación Conoce a tu médico, sistema proporcionado por el Colegio Médico del Perú.
Plataforma online Conoce a tu médico. Foto: CMP
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