Nuevo sismo en Afganistán de 5,6 de magnitud es registrado tras 4 días después del terremoto que dejó más de 2000 muertos

Este jueves, un fuerte sismo magnitud de 5,6 grados sacudió Afganistán. Según USGS el epicentro a 14 km al este de Jalālābād. El evento ocurre a tan solo unos días del devastador terremoto registrado el pasado domingo 31 de agosto, que va cobrando la vida de más de 2.000 personas hasta el momento.

Las nuevas sacudidas han incrementado el temor entre los sobrevivientes y complican las labores de rescate en las provincias afectadas de Afganistán, donde las viviendas quedaron en escombros tras el sismo más letal de las últimas décadas en territorio afgano.

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¿Por qué el terremoto del domingo es considerado el más letal en Afganistán en las últimas décadas?

El terremoto ocurrido el domingo en el este de Afganistán dejó un saldo devastador de 2.205 muertos y 3.640 heridos, convirtiéndose en el movimiento telúrico más letal de las últimas décadas en el país, incluso más grave que el de octubre de 2023 en Herat, donde murieron más de 1.500 personas.

El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) advirtió que el desastre golpea a un Afganistán “al límite”, marcado por crisis humanitarias arrastradas durante décadas. Los recursos locales resultaron insuficientes y la financiación internacional sigue siendo precaria, dificultando una respuesta de emergencia adecuada. Las regiones más afectadas fueron la remota provincia de Kunar y áreas cercanas a la frontera con Pakistán, donde miles de personas quedaron desamparadas, sin hogar y con acceso limitado a asistencia básica.

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Soldados talibanes, voluntarios y ayuda internacional se unen frente a la tragedia

Las tareas de rescate continúan a día de hoy, después del terremoto, aunque sin esperanzas de hallar sobrevivientes entre los escombros. A pesar de ello, ante la escasez de infraestructura y personal técnico, el régimen talibán recurrió a sus soldados como el principal recurso operativo en las zonas más afectadas, tratando de mantener un control mínimo en medio de la emergencia.

En las áreas a las que el Estado no pudo llegar, la sociedad civil asumió un papel crucial: los voluntarios caminaron durante horas para llegar a las aldeas y brindar apoyo a los heridos más graves. Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores afgano sostuvo conversaciones con sus homólogos de Irán y Turkmenistán, quienes expresaron sus condolencias y comprometieron el envío de ayuda humanitaria, sumando esfuerzos internacionales en la respuesta ante la catástrofe.