En Almería, España, falleció un hombre de 76 años después de llegar inconsciente al centro de salud de Olula del Río, donde esperó por más de 20 minutos para ser atendido por un médico que llegó cuando ya era muy tarde.
“No buscamos dinero, lo que queremos es que se solucione esta situación que vivimos en el pueblo”, ha indicado un integrante de la familia del anciano, quienes han presentado un reclamo ante el Servicio de Andaluz de Salud por el incidente ocurrido el pasado 21 de diciembre.
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En su declaración, la familia relata cómo el hijo de la víctima se presentó al área de urgencias con su padre que aparentemente estaba sufriendo un infarto.
El hombre pidió una silla de ruedas para su padre que según relatan, se encontraba inconsciente dentro de su auto, a lo que el guardia del centro le responde que no había sillas disponibles para él.
El hijo tomó una camilla que encontró en el pasillo y con la ayuda de un desconocido, subió a su padre en ella mientras continuaba pidiendo ayuda.
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Pasaban los minutos y otro personal del centro de salud le dijo que no había ningún médico disponible para atenderlo, diciéndole que era mejor ir a otro hospital, ubicado a más de 3 kilómetros de distancia.
Tras ver el estado agonizante de su padre, el hombre exigió a los enfermeros llamar a un médico inmediatamente para que su padre pueda ser atendido.
“Al ver que no es capaz de comunicarle la gravedad de la situación, le quito el teléfono y yo personalmente le digo al médico: tengo un hombre aquí que se me está muriendo, tiene que venir ya”, se lee en la declaración de los familiares del afectado.
El paciente había llegado 11:11 de la mañana, y no fue hasta media hora después que una ambulancia pasó por la puerta del hospital, pero ya era muy tarde. El anciano había esperado demasiado tiempo tras el infarto, y falleció.
“Sobre las 11:40 horas el médico y la enfermera llegaron, pero mi padre ya hacía cinco minutos o más que había dejado de respirar, lo único que pudieron hacer fue certificar su muerte”, menciona el hijo de la víctima.
Aunque no se ha podido determinar si de haber sido atendido a tiempo, el agravaido se hubiese salvado, la familia exige que se actúe para evitar situaciones similares. Y recalcan que su padre “murió en un pasillo de urgencias, ante la incompetencia de un celador que no supo actuar y tras haber rogado la ayuda de un médico que nunca llegó”.