Una pregunta común entre los inmigrantes que viven en Estados Unidos es si el hecho de tener un hijo nacido en el país les garantiza quedarse a vivir allí. A pesar de que los niños nacidos en EE. UU. reciben la ciudadanía automáticamente, muchos padres inmigrantes que están en situación irregular se enfrentan a un sistema migratorio complicado. Esto ha generado un sinfín de preguntas sobre los derechos de los padres y las implicaciones legales que enfrentan si son detenidos por las autoridades migratorias.
Aunque tener un hijo ciudadano estadounidense parece ser una protección, la realidad es que los padres indocumentados siguen estando sujetos a las estrictas políticas migratorias vigentes, incluso bajo la administración de Donald Trump, que ha sido conocida por su postura firme en cuanto a la deportación de inmigrantes.
La respuesta es que, aunque un hijo nacido en Estados Unidos obtiene automáticamente la ciudadanía, esto no impide que sus padres sean deportados si se encuentran en situación irregular. Según las leyes actuales, los padres de niños ciudadanos no tienen los mismos derechos que sus hijos. Esto significa que, a pesar de que los niños no puedan ser deportados, sus padres sí pueden ser detenidos y deportados por las autoridades migratorias.
Cuando los padres son detenidos, se enfrentan a dos posibilidades principales: llevar a su hijo a su país de origen o dejarlo en EE. UU. bajo la custodia de un tutor legal. En los casos en los que no hay familiares que puedan hacerse cargo del niño, el menor podría ser colocado en el sistema de acogida, lo que genera una enorme preocupación en las familias que temen la separación forzada. Este escenario ha obligado a muchos padres a tomar decisiones extremas, como la autodeportación, para evitar que sus hijos sean separados de ellos.
Una de las pocas opciones disponibles para los padres inmigrantes es la posibilidad de solicitar la residencia a través de sus hijos ciudadanos. Sin embargo, este proceso no es sencillo ni rápido. Para que un hijo ciudadano pueda solicitar la residencia para sus padres, debe haber alcanzado la mayoría de edad, es decir, tener 21 años. Aunque este proceso es posible, el camino es largo y requiere cumplir con estrictos requisitos. Los padres deben completar varios pasos:
Además, los padres deben demostrar que su ingreso al país fue legal o solicitar un perdón por presencia ilegal. El hijo que actúa como patrocinador también debe acreditar que tiene los ingresos suficientes para mantener a sus padres durante su estancia en el país. Todo esto hace que la residencia para los padres de niños ciudadanos sea un proceso complicado, especialmente para aquellos que han sido deportados previamente.