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Agencias

Franco divide la política española 50 años después de su muerte


El primero del centenar de actos con ocasión del 50º aniversario de la muerte de Francisco Franco tiene lugar el miércoles sin la participación de la oposición de derechas, que acusa al socialista Pedro Sánchez de impulsar la conmemoración por oportunismo político y para distraer la atención.

La iniciativa de recordar la muerte del dictador fue anunciada en diciembre por el presidente del Gobierno. Bajo el título de "España en libertad", la conmemoración tiene un "único objetivo", que es "poner en valor la gran transformación lograda en este medio siglo de democracia", explicó Sánchez.

El primer acto será en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid, que alberga uno de los grandes símbolos antifranquistas, el "Guernica" de Picasso, y estará presidido por Sánchez, pero sin el rey Felipe VI, ni el líder de la oposición, el conservador Alberto Núñez Feijóo.

Ahí se sabrá más del programa para recordar la muerte del hombre que gobernó España entre 1939 y 1975, tras una Guerra Civil (1936-1939) que dejó cientos de miles de muertos, pero Sánchez habló ya de "más de un centenar de actividades" que "inundarán nuestras calles, escuelas, universidades y museos".

La idea no entusiasma al resto de fuerzas políticas, y el líder conservador Núñez Feijóo, del Partido Popular, la considera propia de "un Gobierno que en su desesperación mira constantemente al pasado".

Los socialistas replican a Feijóo señalando los orígenes de su partido, fundado en 1976 bajo el nombre de Alianza Popular por un antiguo ministro de Franco, Manuel Fraga Iribarne.

- Una conmemoración inédita -

La "desesperación" a la que alude Feijóo tiene que ver con los problemas que atraviesa Sánchez por los casos judiciales que afectan a su entorno y por su minoría en el Parlamento, que le obliga a negociar la aprobación de cada medida con hasta cinco fuerzas diferentes.

El partido de extrema derecha Vox, tercero del Congreso con 33 diputados, tampoco participará. Recientemente, su diputado Manuel Mariscal dijo en el hemiciclo que la dictadura "no fue una etapa oscura, como nos vende este Gobierno, sino una etapa de reconstrucción, de progreso y de reconciliación".

Las críticas le llegaron a Sánchez también de una extrema izquierda que considera la conmemoración un "maquillaje" para ocultar lo poco que se ha hecho para resarcir a las víctimas de la dictadura, dijo Ione Belarra, del partido Podemos, según medios españoles.

Sánchez impulsó una "Ley de Memoria Democrática", aprobada en octubre de 2022, que contempla la creación de un censo de víctimas del franquismo y la retirada de símbolos de la dictadura, entre otras cosas.

La ley no ha servido hasta ahora, como esperaban algunas víctimas, para que los tribunales juzguen o condenen a represores que aún están vivos, y que siguen beneficiándose de la ley de amnistía aprobada en la transición democrática.

Franco murió el 20 de noviembre de 1975 a los 82 años de muerte natural en un hospital de Madrid tras una larga agonía. Dos años después, en 1977, España celebró elecciones democráticas y en 1978 se aprobó en referéndum la Constitución democrática.

La muerte del dictador la recordaban solamente sus partidarios, con misas y visitas al Valle de los Caídos, el mausoleo que se hizo construir para sus restos, hasta que fue exhumado por iniciativa de Sánchez en 2019.

En cambio, sí se conmemora la aprobación de la Constitución con un día festivo, el 6 de diciembre.

- La memoria franquista -

La figura de Franco y la Guerra Civil despiertan sentimientos encontrados en España. En una encuesta realizada en 2018 por Sigma Dos para el diario El Mundo, el plan de retirar los restos del dictador del Valle de los Caídos despertaba solamente un poco más de aprobación (40,9%) que de desaprobación (38,5%).

Para Joan Maria Thomàs, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Rovira i Virgili, y autor de una nutrida obra sobre el franquismo y el fascismo español, se debe a que el final de la dictadura no fue "como el de la portuguesa, la alemana o la italiana, abrupto, por derrota o por un golpe de Estado".

En España, "hubo un gran acuerdo, pero este gran acuerdo fue mirar hacia adelante" sin reparar en injusticias pasadas, explicó a la AFP este historiador de 71 años. Además, "no podemos obviar", añadió, que "hay otra memoria, una memoria de la parte del país que fue franquista, que fue una parte muy considerable".

En cualquier caso, estimó Thomàs, recordar la muerte de Franco es "positivo" porque "no tenemos muy presente la importancia de haber recuperado en 1977 un régimen democrático y haber sido capaces de consolidarlo".

al/CHZ/mas