Algo inusual ha ocurrido: un jesuita ocupa el cargo de Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Sin embargo, la orden siempre ha sido vista como un grupo con mucho poder e influencia., Jorge Mario Bergolio, el Papa Francisco, es el primer jesuita que toma el cargo de Sumo Pontífice en la Iglesia Católica. La primera vez que salió a saludar a los fieles a la Plaza San Pedro se mostró un tanto nervioso, ya que para él no fue fácil aceptar convertirse en obispo de Buenos Aires y mucho menos ser el nuevo papa. Según lo afirma el Padre Victor Hugo Miranda "desde la fundación de la 'Compañía de Jesús', San Ignacio de Loyola estableció que los jesuitas no tenían que aceptar ni aspirar a tener cargos eclesiásticos". Sin embargo, por el bien de la misión católica pueden asumir estas funciones. En el 2005, Francisco había rechazado convertirse en Papa, pese a haber obtenido la mayoría de votos, lo cual llevó a Benedicto XVI a hacerse cargo de la Iglesia Católica. La formación de los jesuitas está concentrada en llevar las misiones a los lugares más olvidados. Los tiempos han cambiado, porque ahora un jesuita ocupa el cargo máximo en el catolicismo, sin embargo, durante el virreinato, el rey Carlos III los expulsó ya que los consideraba una amenaza debido a que poseían muchos conocimientos. "Los jesuitas eran un grupo potencialmente fuera de control y con mucha influencia" afirma el Padre Jeffrey Klauder, historiador. En ese entonces, en el Perú habían más de 500 jesuitas que dirigían cerca de 20 escuelas, algunas de ellas para educar caciques a fin de que formen parte de una élite criolla con "la idea de que ellos iban a mandar en el reino" Hoy los jesuitas tienen muchas obras en el Perú, además de presencia en diferentes departamentos y dirigen los más de 80 colegios 'Fe y Alegría". Están orgullosos de su historia y de seguro seguirán dando que hablar.