Oferta educativaLa Ruiz de Montoya enfoca sus carreras universitarias en formar profesionales competentes para el desarrollo sostenible en sus diferentes dimensiones: social, ambiental y económica. Su propuesta fue destacada por la Sunedu por lograr conjugar el cultivo de valores morales y espirituales y el plano profesional e intelectual.,El crecimiento económico del Perú durante el boom de los minerales no produjo importantes avances sociales. Mientras los indicadores económicos se fortalecían, la reducción de la pobreza, la preservación del medio ambiente y el acceso a educación y salud de calidad no avanzaron al mismo ritmo. El gran reto hoy es impulsar un desarrollo auténticamente sostenible, desafío que compete a la sociedad en general y a los futuros profesionales en particular. Los centros de educación superior tienen la responsabilidad de formar personas competentes y comprometidas con las futuras generaciones. El reto es aún mayor en un país como el nuestro en el que dos de cada diez peruanos viven en condición de pobreza. La Universidad Antonio Ruiz de Montoya, miembro de la red de universidades jesuitas de América Latina, asumió este reto hace 14 años para formar profesionales exitosos que vivan en sociedades también exitosas, más humanas y sostenibles. “Si queremos hablar de calidad académica tenemos que referirnos también a qué uso le daremos a ese conocimiento. En las universidades confiadas a la Compañía de Jesús insistimos en formar profesionales competentes, pero también compasivos, conscientes, comprometidos y críticos que interpelen sus realidades y estén en una búsqueda permanente del bien común”, expresa el P. Ernesto Cavassa, SJ, rector.Enfoque sostenibleLa sostenibilidad es más que proteger el ambiente, tiene que ver directamente con la justicia social, así como también con la justicia intergeneracional. Tal como lo afirmó el Dr. Gerhard Kruip, profesor de antropología cristiana y de ética social en la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (Alemania), en su ponencia en la Ruiz de Montoya, apostar por una “economía verde” no implica renunciar al crecimiento económico. Al contrario significa avanzar hacia una sociedad próspera en un ambiente sano que provea alimentos y recursos, agua potable y aire limpio para sus ciudadanos. Implica una producción y consumo responsables, también inversión en tecnologías para la sostenibilidad.En la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, la sostenibilidad es transversal a sus diez carreras profesionales como una base sobre la cual se erigen los otros pilares de las diferentes ciencias. Específicamente las escuelas de Turismo Sostenible y Economía y Gestión Ambiental profundizan los temas de sostenibilidad.Rocío Lombardi, directora de la Escuela de Turismo Sostenible, sostiene que la Ruiz entiende al turismo no únicamente como servicios, es decir, hoteles, restaurantes y agencias de viajes, sino como un sistema complejo que debe ser planificado para minimizar los impactos negativos que genera. ¿Cuánto desarrollo local ha generado el número de turistas? ¿Cuánto de los ingresos se han destinado a la conservación del patrimonio cultural y/o natural? ¿Cuántos negocios inclusivos se han generado? Estas son algunas de las preguntas que permanentemente se plantean los estudiantes.Jorge Elgegren, director de la Escuela de Economía y Gestión Ambiental, explica que la carrera está diseñada para brindar los conocimientos para enfrentar los retos globales de la conservación de la naturaleza, la responsabilidad social empresarial y la convivencia intercultural. Se sustenta en 2 ejes: la economía y formación matemática y los fundamentos de la gestión ambiental. Es una carrera de economía con énfasis en gestión ambiental. La biodiversidad está claramente amenazada y se precisan urgentes medidas correctoras. Así como el mundo necesita de profesionales con enfoque sostenible, también las empresas y las instituciones, por lo que el campo laboral es amplio y variado para quienes decidan ser agentes de cambio desde la profesión que elijan.❧