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El clásico del apagón, por René Gastelumendi

“Felicito a los hinchas de ambos equipos, porque no es fácil ser hincha de equipos peruanos, que son tan malos y que pierden todo el tiempo en campeonatos internacionales”.

Ni bien terminó el pitazo del árbitro decretando el final del partido y cuando Universitario de Deportes se prestaba a celebrar en Matute su triunfo por dos-cero, resulta que las luces se apagaron. Sí, se apagaron.

Universitario no pudo celebrar, no se pudo transmitir la celebración, sus hinchas no pudieron expresarse, tampoco los jugadores. Esto no es lo peor de todo, lo peor es poner en peligro la vida de miles de personas que asistieron a ver este partido emblemático del fútbol nacional. Entones, estamos frente a dos aspectos que merecen una reflexión. El primero tiene que ver, al margen de las excusas que den los dirigentes blanquiazules, con la sensación de que no supieron perder, de malograr la celebración ajena de pura piconería, de que alguien, adrede, ordene que las luces se apaguen.

Con esto, no solo queda mal la dirigencia, sino que también salpica a toda la hinchada blanquiazul, a quienes les recordarán, en adelante, que son malos perdedores así no lo merezcan. Dicho sea de paso, no son pocos los hinchas acérrimos blanquiazules los que han felicitado, con hidalguía, a sus compadres, ese es el mundo ideal. El segundo aspecto tiene que ver con que, sean quienes sean los responsables del “apagón”, han puesto en peligro a miles de almas, miles.

Cerca de 30.000 personas se encontraron de pronto en la penumbra en un estadio repleto, congestionado en donde, ya en circunstancias de iluminación normal, es difícil la salida y el acceso a las zonas de seguridad. Es decir, se ha cometido una negligencia de horror, mayúscula, en un evento multitudinario que pudo tener consecuencias trágicas.

Por último, felicito a los hinchas de ambos equipos, porque no es fácil ser hincha de equipos peruanos, que son tan malos y que pierden todo el tiempo en campeonatos internacionales y que solo alimentan su hinchaje cuando se ganan entre ellos, a veces la ‘U’, a veces Alianza. Afuera, nada de nada, a veces, incluso, humillación y los hinchas allí están. En la derrota se ve la hinchada y solo en el Perú se ve un apagón por piconería o que, en el peor de los casos, pone en peligro a tanta gente.

René Gastelumendi

Extremo centro

René Gastelumendi. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.