Que los peruanos tenemos la capacidad de concentración de un pollito no es un secreto. La prueba es que saltamos de un asunto a otro casi sin transición y no hay un hecho lo suficientemente grave que sostenga nuestro interés más allá del próximo titular. Pero así como los pollitos pueden ser absolutamente obsesivos cuando se trata de algo que realmente les interesa, a veces nuestra atención puede ser fuertemente impactada por un acontecimiento, al punto que nos hace quedarnos pegados sin que nada alrededor nos interese un pepino en rodajas. Por ejemplo, esta semana, que ha sido pródiga en acontecimientos de todo calibre, se ha puesto a prueba esa capacidad de atención y, tras examinar un poco las reacciones de la gente del entorno, los titulares de los medios, la cobertura televisiva, los comentarios de la calle y en las redes sociales, podemos decir, en orden absoluto de importancia, cuáles son los grandes temas que preocupan al peruano de a pie. He aquí el ranking: Perú va con Francia, Australia y Dinamarca. Si el cerebro de un peruano promedio fuera, digamos, una torta estadística, este pensamiento ocuparía el 70% del espacio disponible. Desde el viernes que la FIFA definió que Perú se batirá (digo, es un decir) con un campeón mundial y dos equipos nada desdeñables, ha sido el tema de todas las conversaciones. Desde memes enfrentando a Ratatouille con cierto voluminoso ex presidente, hasta alardes de optimismo dignos de causas mejores (la educación, por ejemplo), pasando por fotos de un partido ocurrido en 1982 en que Perú le ganó a Francia, literalmente nadie habló de otra cosa. Hasta ahorita. Guerrero está limpio. Después de semanas de especulaciones, la FIFA por fin descartó que Paolo Guerrero haya consumido cocaína y, más bien, se dice que se habría tratado de alguna especie de mate de coca indicado por su nutricionista (algo descuidada, dicho sea de paso, tratándose de una sustancia tan equívoca). Ni bien se supo del asunto, tres destacados escritores le escribieron emocionadas cartas, las redes sociales lanzaron un suspiro de alivio y, cómo no, Guerrero es de nuevo el héroe nacional después de Grau. ¿O antes? La Paisana Ja Ja Jacinta. Después de Asu mare no había habido tal éxito de taquilla, ni tamaña controversia. Lo cierto es que la película de marras –a juzgar por todos los críticos, un bodrio cinematográficamente hablando– resulta una cachetada de los gustos populares a las preferencias de sectores más “cultos”. Lo que es innegable es que se trata de un personaje que exuda una visión, denigrante, discriminadora y despectiva de la mujer del Ande. JB, su creador, se desgañita diciendo que se trata de una ficción, mientras el ministro Salvador del Sola la calificó de repudiable. Esta bronca tiene para rato en cartelera. Kenji es Thor y ya tiene martillo. Tras la sanción que le impuso Fuerza Popular (120 días de suspensión), el menor de los Fujimori salió, martillo en ristre, a pechar a su hermana. Primero, publicó en Twitter una escena copiada de Thor: Ragnarok –sí, justo la escena donde Thor se enfrenta a la malévola Hela– y tuiteó: “Fuerza Popular no es fujimorismo”, con lo cual, obvio, la guerra está declarada. Todo eso, justo cuando se hizo público que ya compró los kits electorales para su nuevo partido, Frente Libertad (se dice que en el sur de Lima ya hay pintas de letras negras en fondo azul que rezan Fujimori Libertad 2021), que sin duda contará, en la recolección de firmas, con el aval de papi desde la Diroes. ¿Qué tanto le interesó el tema al peruano promedio? Sí, lindos los dibujitos. Barata: ¿cantará o no cantará? Esta semana, el tema Lava Jato dio un giro de 180 grados cuando Jorge Barata fue incluido en el acuerdo de colaboración eficaz y se espera que empiece a cantar cual jilguero apenas los fiscales peruanos le hagan el acompañamiento. La cosa no llamó demasiado la atención ni siquiera cuando el procurador Jorge Ramírez casi echa por tierra el acuerdo poniéndose quisquilloso con el pago de la reparación que le debe al Estado. Más allá de la buena noticia, hay dudas de si Barata hablará todo lo que sabe. Ya antes se ha guardado cosas y, quién sabe, si su verdadera preocupación es proteger los intereses de Odebrecht, podría ponerse selectivo con sus revelaciones, dependiendo de a quién no quiera molestar. Las socias de Odebrecht también lloran. A pedido del público (del minúsculo público al que el tema de la corrupción parece interesarle), la fiscalía peruana pidió prisión preventiva para cinco de los directivos de las empresas peruanas socias de Odebrecht, entre ellos José Alejandro Graña Miró Quesada (ex presidente del directorio de Graña y Montero). La noticia quedó perdida en medio de tanto jolgorio futbolero, pero, sin duda, marca un antes y un después del escándalo de corrupción más grande del momento. Cade... ¿Qué era Cade? Mientras en Lima la gente no hablaba de otra cosa que de fútbol, en Ica, el empresariado peruano vivía su realidad paralela, con sendas disertaciones sobre temas que no interesan a nadie, ni siquiera a los mismos participantes, que estaban más entusiasmados siguiendo el sorteo de la FIFA en la pantalla gigante del hall. ¿Qué es el Cade?, se preguntará usted, futbolero lector. Pues ese esa conferencia anual que realizan los ejecutivos peruanos “para tratar temas de la problemática nacional con el objetivo de orientar y dar soluciones económicas y sociales”. Sí. Je je je. A nosotros también nos suena a chiste. Que los peruanos tenemos la capacidad de concentración de un pollito no es un secreto. La prueba es que saltamos de un asunto a otro casi sin transición y no hay un hecho lo suficientemente grave que sostenga nuestro interés más allá del próximo titular”.