Anote bien estos tips para un viaje de ensueño a precio de mochilero en Ayacucho, Junín, Huancavelica y Apurímac.,Olvídate de los paquetes turísticos y empieza por escribir tu propia travesía y bitácora de viaje. Ya sea que comiences tu aventura con el aroma del café de Chanchamayo, la continúes por los espejos de agua altoandinos de Huancavelica, o que la finalices en la pampa de la Quinua, en Ayacucho. PUEDES VER: ¡Vámonos para el sur! Son una infinidad de vivencias que pueden coleccionarse sin mucho presupuesto y donde, además, encontrarás platillos exuberantes, costumbres centenarias y paisajes deslumbrantes para empezar con el pie derecho el nuevo año. Los paseos a caballo permiten recorrer y visitar los rincones del Santuario Histórico de Ayacucho. Foto: Jorge Calderón. Destino andino Ayacucho es un retablo abierto de costumbres, historias y atractivos turísticos. Empieza por devorar los dulces panes de wawa y saborea el puca picante, antes que sus andanzas viajeras conozcan la Plaza Mayor de Huamanga y la catedral barroca de la Basílica de Santa María. En su paseo por Pampas Galeras disfrutarás del chaccu, la tradicional esquila de miles de vicuñas. Luego de descubrir y endulzarte con las maravillas del Santuario Histórico de la Pampa de la Quinua (donde se selló la independencia americana), puedes disfrutar de un paseo a caballo, acampar, conocer artesanos y dejar todo listo para despedir el 2016. Visitar su plaza y el interior de la catedral es gratuito. Al igual que la pampa de Ayacucho, donde podrá pasear en caballo con cinco soles y comprar algún recuerdo artesanal. Conozca a los chopccas, una de las costumbres andinas más antiguas de Huancavelica. Foto: Jorge Calderón. Tierra del mercurio Dicen los viajeros veteranos que hay que pasar por el puente colonial de Izcuchaca, el umbral a la región Huancavelica, antes de animarse a bailar con los danzantes de tijeras, babear por su crujiente pachamaca de siete sabores y abrigadora lista de calientitos que disminuyen la sensación del frío. Aquí, en la ‘Villa Rica de Oropesa’, donde se encuentra amor verdadero por la naturaleza, serán los bosques de piedra de Huayanay (Acobamba), ruta del Azogue (provincia de Huancavelica) y la capital arqueológica de Huaytará, quienes animen al turista a salir de la rutina de los clásicos destinos. Antes de dejar la tierra del mercurio, anímese a tener un encuentro ancestral con los Chopccas, una nación andina que promueve el turismo vivencial. Para visitar los distintos atractivos solo necesita gastar en pasajes y llevar su carpa. Los pasajes no sobrepasan los 20 soles y ya en el destino se puede elegir dónde y qué comer. Celebre lo mejor del calos de la selva al margen del río Auvernia, en San Ramón. Foto: Gunther Félix Turismo en la selva Pero si prefiere cambiar lo cálido por lo frío, entonces direccione sus pasos hacia Chanchamayo, la puerta de entrada a la selva central. Desde su ingreso ya empezará a sentir la fuerza de su verdor y el refrescante chapuzón de impresionantes cataratas como el Velo de la Novia, Boca Tigre y Tirol, entre otras caídas que se ubican en las ciudades de La Merced y San Ramón. No importa el destino que elija en este paraíso verde, usted siempre estará en contacto con las tradiciones nativas de los Asháninkas, la comunidad indígena más numerosa del país, donde aprenderá a festejar con el masato, abrazar boas y vestir el cushma. Un paraíso tropical donde no tendrá por qué ir a las chifas ni a las pollerías, usted preferirá pescar su propia trucha para el ceviche o la parrilla y disfrutar de un brindis sin resaca con el aguardiente para amenizar su estadía (caña de azúcar). ¿Ya le gustó, di? Cómo llegar: Desde las ciudades La Merced y San Ramón puede visitar las comunidades asháninkas aledañas. Costo: voluntad. El ingreso a las diferentes cataratas es inferior a 10 soles. La aventura en el río Apurímac lo está esperando. Foto: Archivo Rumbos Ampay Apurímac Apurímac no es mezquino con el visitante y, por el contrario, reúne para su deleite aguas termales, bosques exóticos, fauna variada, importantes nevados (Ampay) y la profundidad de su cañón. Pero no todo es turismo, sus huellas serán parte del pasado inca que cobija la región, como también las fiestas costumbristas que se celebran con fervor en el carnaval de Pukllay (Andahuaylas) y la virgen de las Cocharcas (Abancay). Además, no tendrá que tener reservaciones en los restaurantes, aquí se disfruta en cualquier esquina el tradicional cuy relleno y del cordero al palo. ¡Uff, para chuparse los 10 dedos! Cómo llegar: Nevado de Ampay (4600 m.s.n.m.) ubicado a dos kilómetros de Arcopunco, en la ciudad de Abancay. Andahuaylas está a tres horas de Abancay.