No es una enfermedad. El autismo es un trastorno neurológico con causas genéticas. Conocer qué es y sus primeras señales permitirá una atención oportuna.,Una aparente mirada perdida, conductas repetitivas, retraso en el lenguaje y nulo interés por interactuar con los demás, son las principales señales que presenta un niño con Trastorno del Espectro Autista (TEA), una condición de vida que no necesita cura, sino la aceptación por parte de la sociedad. “No es una enfermedad, sino que el cerebro se desarrolla de manera diferente, con mucha capacidad para sistematizar la información”, explica Ernesto Reaño, psicólogo clínico y director del Equipo de Investigación y Tratamiento en Asperger y Autismo (EITA). PUEDES VER Aprueban plan nacional a favor del autismo tras dos años de espera Según el especialista, las personas autistas tienen una gran memoria y son capaces de concentrarse en el aspecto que les interesa. Sin embargo, las dificultades que presentan son la falta de empatía, así como la comprensión de las emociones de los otros. Primeras señales Las causas del autismo no son científicas. Al ser una condición neurológica, su origen es genético, es decir, está impreso en los genes de cada persona, razón por la que el intentar “curarlo” es borrar gran parte de su identidad. Ernesto Reaño explica que el diagnóstico de una persona con autismo puede realizarse recién a partir del año y medio de edad. No obstante, en los primeros meses de vida, los padres pueden descubrir señales de alerta. Entre ellas, cuando el niño hace caso omiso al llamado de otra persona, no señala ningún objeto, no entiende comandos como ‘toma’ y ‘dame’, presenta un retraso en el desarrollo del lenguaje, tiene intereses restringidos y no intenta interactuar con los demás. Ante ello, lo primordial es llevar al niño a un psicólogo, psiquiatra o neurólogo especialista en autismo, el cual evaluará, a través de varias sesiones, si se está frente a una persona con TEA. El diagnóstico precoz es vital pues, como se explica en el Plan Nacional del Autismo, recientemente aprobado por el Ministerio de la Mujer, “las intervenciones tempranas son beneficiosas en la mayoría de los casos”. El conocimiento de esta condición puede salvar vidas y encausar otras.