Dina Boluarte lleva 200 días sin hablar con la prensa: desde octubre no responde preguntas
La presidenta Dina Boluarte acumula 200 días sin conferencias de prensa. Se ha mantenido en silencio pese a crisis de inseguridad, protestas, desaprobación e investigaciones fiscales.
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Han pasado 200 días desde la última vez que Dina Boluarte respondió preguntas de la prensa. Fue el 22 de octubre de 2024, en una conferencia realizada en Palacio de Gobierno, donde ya se notaba un clima tenso. La mandataria solo permitió ciertas preguntas, e increpó a periodistas por el tono de las preguntas y los cuestionamientos sobre Vladimir Cerrón —entonces prófugo—. Desde ese día, no ha vuelto a exponerse a una ronda de preguntas abiertas a medios de comunicación.
Noviembre 2024: APEC y protestas
El silencio comenzó a instalarse como medida de su gestión ante la prensa. En noviembre, cuando se realizó la cumbre APEC 2024 en Lima, Dina Boluarte apareció en fotos con mandatarios como Joe Biden y Xi Jinping. Pero mientras ante los ojos de la prensa internacional se mostraba un exitoso encuentro diplomático, en las calles de Lima se realizaban protestas contra su Gobierno.
La crisis política se intensificaba. Dina Boluarte alcanzó un récord para su gestión: su aprobación cayó al 3%. A pesar de haber culminado de liderar la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), su desaprobación alcanzó un 94%, la más alta desde que asumió el poder. Pero la mandataria mantuvo su línea: ningún pronunciamiento directo.
Ni siquiera cuando, posteriormente, Nicanor Boluarte pasó a la clandestinidad luego que el juez Richard Concepción Carhuancho dicte una orden de prisión preventiva en su contra en el marco de las investigaciones por el caso Los Waykis en la Sombra. Por el contrario, empezaba a hacer uso de sus actividades oficiales para dar discursos a la población, como el que aseguró que con un monto de diez soles y "creatividad", es posible adquirir los ingredientes necesarios para preparar un menú completo en los hogares del Perú. "Con 10 soles hacemos sopa, segundo y postrecito", dijo.
Diciembre 2024: Cirugía y negación
En diciembre, el expresidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, confirmó ante la Comisión de Fiscalización que la mandataria se sometió a una intervención quirúrgica. Recién semanas después, en un mensaje a la nación, admitió que sí se había sometido a una cirugía por salud.
"Sí fui sometida a una intervención quirúrgica. No fue una intervención estética, fue una operación necesaria e imprescindible para mi salud. Lo necesitaba por funcionalidad respiratoria", expresó en su mensaje.
A esas alturas, ya habían pasado más de 50 días sin conferencia de prensa. Y mientras las encuestas la ubicaban con una aprobación de 3%, Boluarte se burlaba de las cifras en otras actividades: "Señor, perdónalos porque no saben lo que dicen ni lo que encuestan", “yo les digo a ellos: De una vez pónganme 00”.
2025: Contra la Fiscalía, el Poder Judicial y la prensa
Dina Boluarte comenzó el 2025 enfrentando críticas por su silencio ante la Fiscalía al ser interrogada por el caso Cofre y Rolex. No promulgaba la ley de detención preliminar y, a pesar de un atentado con explosivos en el Ministerio Público de La Libertad, viajó a Suiza para el Foro Económico Mundial, donde se atribuyó los logros económicos del país y negó ser parte de un gobierno corrupto, ignorando las investigaciones en su contra.
Desde entonces, Boluarte ha centrado sus discursos públicos en defender su gestión y minimizar los cuestionamientos. Aseguró que el Tren de Aragua estaba “casi desbaratado”, lo que fue desmentido por el Ministerio Público. A las críticas por apropiarse de avances macroeconómicos respondió con sarcasmo: “¿Acaso los extraterrestres están dirigiendo el país?”. Además, empezó con más fuerza a ir contra la Fiscalía y el Poder Judicial.
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También, atacó más contra los medios de comunicación: anunció que haría un “calendario de mentiras” atribuidas a la prensa, justo cuando se revelaban nuevos detalles sobre el caso del cofre, su incremento patrimonial y las cirugías. Justificó su silencio con el argumento de que “no hay presupuesto para pagar a las televisoras”, mientras en paralelo se seguían denunciando restricciones al trabajo periodístico en sus actividades, reportadas por la Asociación Nacional de Prensa y el Consejo de la Prensa Peruana.
Marzo 2025: Allanamientos, victimización y censura
La inseguridad en el país, así como la crisis política, lejos de disiparse, se agravó. En marzo, la Fiscalía allanaba a la vivienda del ministro del Interior, Juan José Santiváñez. Lejos de marcar distancia, la mandataria salió en su defensa y calificó la intervención fiscal como un “hostigamiento”, incluso desafiando al Ministerio Público con la frase: “Pueden allanar la casa de todos los ministros si quieren”.
Su enfrentamiento con la prensa también escaló, acusándola de impulsar un “golpe de Estado blanco”. Organismos nacionales e internacionales rechazaron sus afirmaciones, recordándole que el rol fiscalizador de los medios es esencial en democracia. Al mismo tiempo, el caso de las cirugías volvía al centro del debate público, con nuevas revelaciones que apuntaban a más intervenciones que no habrían sido por salud, sino, presuntamente estéticas. Pero Boluarte minimizaba el escándalo e incluso apareció cantando en el inicio del año escolar.
En paralelo, la inseguridad cobraba una nueva víctima: Paul Flores, vocalista de Armonía 10. La presidenta respondió en una presentación oficial pidiendo pena de muerte para delincuentes, aunque la medida es inviable legalmente. La tensión cerró el mes con la censura de Santiváñez, una marcha nacional por la criminalidad y un fallido intento del Ejecutivo por imponer 40 minutos de propaganda diaria en medios privados.
Abril y mayo 2025: 200 días en silencio
En abril y lo que va de mayo, Dina Boluarte continuó con actividades oficiales mientras evitaba asumir responsabilidades por la crisis de inseguridad, culpando a los Gobiernos anteriores y asegurando que este problema “no es responsabilidad de la presidenta”. Pese a los cuestionamientos, reincorporó a Juan José Santiváñez en Palacio como jefe de una oficina del Despacho Presidencial, tras su censura como ministro del Interior.
Sin embargo, son 200 días desde la última vez que Dina Boluarte respondió directamente a una pregunta de la prensa. El primer ministro Gustavo Adrianzén ha justificado la ausencia de la jefa de Estado en ruedas de prensa, alegando que “no hay condiciones adecuadas” para que declare, mientras que la ministra Leslie Urteaga aseguró que Boluarte solo está dispuesta a hablar de los “aspectos positivos” del país.
El silencio de Boluarte ante la prensa deja también al descubierto su falta de disposición al diálogo democrático, más aún en un contexto de alta desaprobación ciudadana. Mientras se ha visto que la estrategia de Boluarte ha sido responder a los medios mediante sus discursos en actividades y presentaciones, evitando una repregunta.
