Peregrinaje. Durante sus tres días en Perú, el Papa puso en agenda distintos temas, entre ellos la protección del medioambiente. En Lima, Puerto Maldonado y Trujillo sus eventos públicos fueron masivos. Le habló a los jóvenes, el presente del país.,La llegada del papa Francisco al Perú fue un acontecimiento excepcional que, fuera de sus propios detalles, resulta hoy mucho más simbólico a la luz de todos los hechos que le siguieron. En un año particularmente agitado para el país, el lema oficial de la visita papal –Unidos por la esperanza– todavía resuena fuerte como una invocación por cumplir. Desde el inicio, la agenda del Sumo Pontífice estuvo impregnada por su difícil paso por Chile, donde fue conminado a responder por los escándalos de abuso sexual en la Iglesia Católica y donde, a diferencia de lo que sucedió en el Perú, la convocatoria de feligreses fue mucho menor. PUEDES VER Papa Francisco se mostró de acuerdo con el pacto migratorio de la ONU Pese a ello, toda la expectativa que se había generado en los meses previos se materializó la tarde del jueves 18 de enero, cuando miles de personas llenaron las calles limeñas que recorrería el líder religioso. Una de ellas fue la avenida Brasil, por donde pasó a bordo del papamóvil para estar cerca de sus fieles. Tras pasar la noche en la sede de la Nunciatura Apostólica, sus actividades se reiniciaron temprano al día siguiente, cuando viajó hasta Puerto Maldonado, en Madre de Dios, para reunirse con los representantes de las comunidades indígenas y ejercer, desde el discurso religioso, la defensa del medioambiente. Los mensajes en aquella ciudad estuvieron inspirados en la encíclica Laudato si', texto en el que Francisco destaca la necesidad de proteger la Tierra, "nuestra casa común", y cuestiona con dureza el consumismo que explota los recursos naturales de forma indiscriminada, utilizando incluso a las propias personas como instrumentos para generar "riquezas". En esa lógica, sus intervenciones hicieron énfasis en la pluralidad "biológica, cultural, espiritual" de los pueblos que ocupan la Amazonía, cuya sabiduría debe ser reconocida, pues son ellos los "principales interlocutores" en el diálogo para "transformar las históricas relaciones marcadas por la exclusión y la discriminación". Con ese ánimo fue que el Papa se reunió con cerca de 3.500 nativos de diferentes etnias, a quienes escuchó narrar los peligros que se ciernen sobre sus territorios. Esa misma tarde volvió a Lima, donde realizó una serie de visitas privadas, entre ellas al entonces presidente de la República, Pedro Pablo Kucyznski, y a otras autoridades y figuras civiles. Sin precedentes La tercera ciudad que visitó el papa Francisco fue Trujillo, a donde llegó el 20 de enero. La celebración, sin embargo, se inició varios días antes, cuando las imágenes religiosas más importantes de todo el norte peruano empezaron a reunirse en la plaza principal. En total fueron 40 las advocaciones marianas y los santos que acompañaron al Papa en la misa que ofició en la playa de Huanchacho, entre ellas la Virgen de la Puerta de Otuzco (La Libertad), el Divino Niño del Milagro de Eten, la Cruz de Chalpón de Motupe (Lambayeque) y el Señor Cautivo de Ayabaca (Piura). Allí, se refirió a las consecuencias del Niño Costero, pero también a las muestras de solidaridad que, "en medio de la oscuridad", surgieron para ayudar a sobrellevar el dolor a los damnificados. No fue un detalle menor, no obstante, que un año después de la tragedia varias partes de Trujillo lucieran todavía destruidas y abandonadas. Por la tarde, Francisco tuvo uno de esos gestos que le han dado personalidad propia a su pontificado. En uno de sus trayectos a bordo del papamóvil, se detuvo a saludar a una anciana invidente. Un familiar suyo sostenía un letrero que decía: "Me llamo Trinidad, cumplo 99 años. No veo. Quiero tocar tu manito". En su día final en Lima, antes de oficiar la misa masiva en la base aérea de Las Palmas, el Papa se reunió con un grupo de obispos. De la conversación surgió una frase que hoy parece tener más vigencia. "¿Qué le pasa a Perú que cada vez que sale un presidente lo meten preso?", preguntó Francisco. Horas después, ya como parte de la homilía, el Papa le habló a la multitud, en especial a los jóvenes, de quienes dijo "que no son el futuro, sino el presente de Perú". Una fe masiva - 1.2 mllns de feligreses acudieron a la misa en la base aérea de las Las Palmas, en Surco. - 1 millón de personas llegaron a la playa de Huanchaco, en Trujillo, para la misa de Francisco. - 80 mil fieles acompañaron al Sumo Pontífice en el Instituto Basadre, en Puerto Maldonado. Papa Francisco - Madre de Dios, 19-01-2018 "La cultura de nuestros pueblos es un signo de vida. La Amazonía, además de ser una reserva de biodiversidad, es también una reserva cultural que debe preservarse ante los nuevos colonialismos". Papa Francisco - Trujillo, 20-01-2018 “Mirando a las madres y a las abuelas quiero invitarlos a luchar contra una plaga que afecta a nuestro continente americano: los numerosos casos de feminicidio". Papa Francisco - Lima, 21-01-2018 “Hermanos peruanos, cuiden la esperanza, que no se la roben. No hay mejor manera de cuidarla que permanecer unidos. La esperanza no defrauda".