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La salud mental en la agenda

Estudio entre universitarios revela graves efectos del confinamiento y la pandemia.

La pandemia intensifica las necesidades de cuidado de la salud mental. Es una de las primeras conclusiones que se extraen después de leer los resultados del estudio realizado entre 7.712 estudiantes de pregrado de las tres universidades del Consorcio: Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad de Lima y Universidad del Pacífico, en el primer semestre del 2020, es decir al inicio de la pandemia.

Los porcentajes son impresionantes y nos ponen de cara a una realidad en la que confluyen la pandemia, la depresión, la angustia por el futuro y la ansiedad que nos embarga por lo incierto del panorama. El 19,1% de los encuestados ha pensado en el suicidio, 6,3% ha pensado en quitarse la vida y 7,9% lo intentó efectivamente durante ese semestre de la medición.

Cuando se exploran las emociones que se sintieron con más intensidad, surgen tres grandes respuestas: el estrés (32%), ansiedad (39%) y depresión (39%). El 18,5% recibió algún tipo de atención especializada y el 21,1% ha acudido a atenderse al centro de salud de su universidad.

La pandemia afectó a los estudiantes participantes del estudio de diversas maneras en los primeros seis meses de confinamiento. Hasta el momento de la evaluación: más de la mitad tuvo familiares que se contagiaron con la COVID-19, el 20% perdió a uno o más familiares debido a la proliferación del virus, el 9% de los alumnos fue diagnosticado con la enfermedad y el 46% reportó mucho o demasiado miedo de contagiarse.

A setiembre del 2020, es decir en el primer semestre de la pandemia, 174.000 jóvenes peruanos abandonaron los estudios universitarios por diversas razones vinculadas a problemas económicos, cambio de la profesión elegida, entre otras. En relación con la violencia vivida durante el encierro, el 23% de los encuestados sufrió violencia sicológica, 31% soportó agresión física y 6,3% reporta haber sido víctima de acoso físico o virtual.

Minsa señala que más de la mitad de las regiones del Perú gasta menos de 16,48 soles al año por persona en salud mental. La OMS recomienda que el gasto per cápita sea superior a 37 soles. Debe existir un centro de salud por no más de 100.000 habitantes y este año, pese a los alarmantes problemas que está generando la pandemia y las secuelas que dejarán el encierro y las medidas sanitarias, la salud mental no forma parte de la agenda central ni figura entre las prioridades.