¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Exención de patentes

“Lo repito por si no quedó claro. El mundo necesita más dosis de las que ha necesitado cualquier otra vacuna en la historia. Ese es el desafío presente, y no otro...”.

El sábado último, la revista científica The Lancet publicó un texto firmado por siete connotados expertos en política sanitaria, inmunización y enfermedades infecciosas. Lo que dicen es crucial. Que las vacunas deben ser asequibles y estar disponibles para todos los países del mundo. Esa es la única manera de garantizar una estrategia eficaz de inmunización mundial. Pero claro. Eso no es lo que está ocurriendo exactamente. Lo que está sucediendo es todo lo contrario. Y es que, más del 90% de los países ricos se han hecho de las vacunas con campañas de inmunización al grito de ¡sálvese quien pueda!

Para que tengan una idea. En este segundo, casi 130 países, con 2 mil 500 millones de personas, aún no han administrado ni una sola dosis. Ni una sola. Lo más delirante es que los países de ingresos altos albergan solamente al 16% de la población mundial. Sin embargo, cuentan con más del 60% de las dosis de vacunas que se han vendido. Es lo que se ha denominado “el nacionalismo de las vacunas”. Un fenómeno nefasto y pernicioso. Pues esa política desigual solo provocará más muertes y la devastación de nuestras economías.

Olivier Wouters, de la London School of Economics, ha expresado lo siguiente: “Varias empresas han desarrollado con éxito vacunas contra el COVID-19 en menos de 12 meses, un logro extraordinario. Pero la cruda realidad es que el mundo necesita ahora más dosis de vacunas COVID-19 que de cualquier otra vacuna en la historia para inmunizar a suficientes personas y lograr la inmunidad global. A menos que las vacunas se distribuyan de forma más equitativa, podrían pasar años antes de que el coronavirus esté bajo control a nivel mundial”.

Lo repito por si no quedó claro. El mundo necesita más dosis de las que ha necesitado cualquier otra vacuna en la historia. Ese es el desafío presente, y no otro. Sin ello, no habrá reactivación económica. Ni se minimizará el riesgo de que surjan nuevas variantes que se hagan inmunes a las vacunas. Ni se logrará la inmunidad de rebaño. Sin esto último, el covid seguirá matando a diestra y siniestra.

Otro tópico que destaca el estudio de The Lancet es el asunto de los precios de las vacunas. Algunos fabricantes han fijado precios para los antídotos que están por encima de cualquier cotización anterior cobrada por una vacuna. O sea, están lucrando con roche, aprovechándose de la crisis sanitaria.

Así las cosas, estas farmacéuticas seguirán vendiendo a un público selecto, relegando a los países pobres que requieren de ingentes dosis para sus poblaciones. ¿No habrá llegado el momento de exigir la exención de patentes? En tiempos normales, se debe proteger la propiedad intelectual. Pero, claramente, vivimos tiempos excepcionales.

Pedro Salinas

El ojo de mordor

Periodista y escritor. Ha conducido y dirigido diversos programas de radio y tv. Es autor de una decena de libros, entre los que destaca Mitad monjes, mitad soldados (Planeta, 2015), en coautoría con Paola Ugaz. Columna semanal en La República, y una videocolumna diaria en el portal La Mula.