Grupos de poder

Todos somos iguales ante la ley. Lo dice la declaración universal de derechos humanos y la mayoría de textos constitucionales. Este principio existe porque en la realidad, en la vida cotidiana no somos iguales. La conciencia de la desigualdad económica, social, cultural y de género vuelve necesaria esta declaración para guiar la acción pública democrática y limitar el ejercicio abusivo del poder.

Las leyes ponen límite al ejercicio del poder. Tanto político, un presidente no puede decidir que un ciudadano vaya a prisión por más opositor que sea sin pasar por un proceso judicial que garantice su defensa. Como económico, aunque con mucho menor intensidad. En el país la concertación de precios que afecte a los consumidores es sancionada. Recientemente se recuperó la sanción penal si un trabajador muere por riesgos generados en su trabajo que pudieron prevenirse.

Pero que tengamos algunos límites en el ejercicio del poder no quiere decir que no exista. Existe y se ejerce de manera individual y también grupal. Hay grupos de poder que tienen intereses y agendas comunes, que presionan en bloque para evitar nuevas regulaciones -recordemos a la representante de CONFIEP diciendo que las normas parecen para país europeo- o para reducir las normativas existentes. Detrás del discurso de la “tramitología ambiental” hay intereses de grupos de poder.

Pero los lazos que unen a determinados grupos de poder no son solo económicos. Para Bourdieu la posición que uno tiene dentro de la sociedad depende de varios tipos de capital. Económico obviamente, pero también social y cultural. Uno de los ejemplos que usa el sociólogo francés es precisamente la inclusión/exclusión de un grupo por el uso del lenguaje y la pronunciación. Hay una manera de ser, un habitus, que caracteriza a los grupos y justifica la discriminación. El peso de estos capitales depende de su legitimidad social, si la pierden pierde su valor.

Es esencial, para la construcción de una real democracia, entender el poder en todas sus dimensiones. Y la escuela tiene un rol central. Puede formar personas resignadas que asumen la desigualdad como natural, o puede formar personas críticas que identifiquen las causas de la desigualdad y pongan límite al ejercicio abusivo del poder. Las leyes que limitan el poder no estuvieron siempre, son conquistas de quienes decidieron no aceptar el abuso.