Entrevista: ¿Qué hubo antes y después de los disturbios en Londres?

Entrevista: ¿Qué hubo antes y después de los disturbios en Londres?, Entrevista: ¿Qué hubo antes y después de los disturbios en Londres?, Entrevista: ¿Qué hubo antes y después de los disturbios en Londres?, Pasaron cerca de dos semanas para que el caos en Londres se disipe. El saldo: 1,400 detenidos, 5 muertos y millonarias pérdidas. La República conversó con Luis Sánchez Barbosa (*) , colaborador del diario El Universal de México y experto en gobierno y políticas públicas por el Birkbeck College de la Universidad de Londres . Luis Condori Huaquisto @Sanzio9 ¿Cómo explicar tanta violencia en Reino Unido en ya una semana? ¿A qué se debe que una marcha pacífica de 120 personas se convierta en el peor de los disturbios? Creo que los hechos registrados horas y días después de la pequeña manifestación por la muerte del joven de 29 años, Mark Duggan; no están ni cerca de explicar lo que se conoce como los disturbios sociales más grandes en al menos 30 años en el Reino Unido.Me parece que, sin agenda política clara ni ideología, son resultado de una mezcla difusa de varios elementos: recesión económica, elecciones generales, cambio de gobierno, cortes al gasto público, desempleo para los recién graduados, difícil acceso a los estudios universitarios, el cinismo y corrupción de medios y gobierno. Sin embargo, también se tratan de actos improvisados, caóticos, que atentan contras sus propias comunidades. Como escribió la bloguera Penny Red: la gente se amotina porque esto les hace sentirse fuertes, aunque solo sea por una noche…porque durante toda la vida les han dicho que no sirven para nada y se dan cuenta de que juntos pueden hacer algo, literalmente, cualquier cosa. La gente a la que nunca nadie ha mostrado respeto se amotina porque piensan que tienen pocos motivos para mostrar respeto por otros, y esto se propaga como el fuego en una cálida noche de verano. Aun así, es tan complejo la situación y las razones que llevaron a cientos de jóvenes a causar violencia y destrozos, que es importante seguir actualizando diagnósticos y comprender que ninguno de estos argumentos puede ser, de forma irrestricta, su única inspiración. Pues ante estos hechos, parece que en el Reino Unido los más descontentos no son los que tienen menos, sino los que no logran tener más. ¿Qué hizo mal el gobierno en cuanto a establecer políticas de orden? ¿Cree que se esperó a que se encienda el primer chispazo para recién reaccionar? El gobierno cometió dos errores fundamentales que nacen de su incapacidad por comprender los hechos. El primero es el retraso de los principales responsables, Theresa May, secretaria de gobierno, Boris Johnson, alcalde de Londres, y David Cameron, primer ministro, de sus vacaciones de verano. El retraso permitió que se extendiera la percepción, impulsada por los medios con imágenes espectaculares, de que el Reino Unido era una región hundida en la ingobernabilidad. Sin embargo ni Londres y mucho menos el Reino Unido estaban dominados por los disturbios. La violencia surgió momentos específicos en lugares muy específicos, la mayoría de los británicos no fueron afectados directamente. Pero la falta de representantes que explicaran lo que estaba sucediendo, fue un factor muy negativo que pudo haber permitido que los saqueos se replicaran a otras zonas de la ciudad e incluso a ciudades más al norte. En segundo lugar, la condena irrestricta y condenatoria, del primer ministro David Cameron frente a los hechos al nombrarlos “violentos” y “desordenados”. Es cierto que la violencia debe ser inaceptable, pero para encontrar soluciones se debe tratar de comprender lo que sucede. La total represión y criminalización de los jóvenes no contribuye ni contribuirá a la solución esperada. ¿La indignación por la muerte de Mark Duggan, de 29 años, ha sido tan fuerte como para llegar a estos excesos, o solo ha servido de pretexto? Es cierto que la presencia de la policía montada y la lentitud con que las autoridades establecieron comunicación con los familiares de la víctima y el resto de la comunidad local en Tottenham, tuvieron un efecto dominó. Sin embargo, la muerte de Duggan, no explica el resultado final de los eventos que hoy conocemos. La indignación ciertamente sirve de pretexto y catalizador, pero tanto los manifestantes pacíficos de la marcha del sábado, como los familiares de Duggan se deslindaron de inmediato y censuraron la violencia. ¿Lo podríamos ver, entonces, como una respuesta a la inoperancia que Cameron ha ido mostrando desde que tomó el premierato? Los eventos responden a dinámicas más complejas que la inoperancia de un gobierno. Son problemáticas más profundas que todavía tienen que ser estudiados con mucho cuidado y desde distintas disciplinas. Obviamente, los problemas y el malestar se han profundizado debido a las decisiones que se han tomado como respuesta de la crisis económica. Pero esto no quiere decir que la inoperancia del gobierno de Cameron provoco el desastre. Hace unos meses, una manifestación estudiantil atacó el auto del príncipe Carlos, ¿piensa que eso puede indicar que en cualquier momento podremos ver a un Cameron abordado y violentado por un grupo enardecido? No creo que sea una comparación afortunada. Me parece que los reclamos y las características demográficas de los estudiantes frente a los recortes presupuestales son muy distintos a los eventos de las últimas semanas. El ataque al auto del príncipe Carlos, no es más que un hecho aislado en medio de una manifestación estudiantil. Los actos violentos, suceden y ha sucedido en marchas en distintas partes del mundo. Londres se ha convertido con el pasar del tiempo en uno de los focos de protestas más violentos del Reino Unido: primero con la iniciación de la crisis, luego con las manifestaciones estudiantiles, y ahora la indignación de un grupo de personas… No veo porque calificar a Londres como una ciudad en donde suceden las protestas más violentas. Es cierto que existe un malestar extendido por los recortes al gasto público y la crisis económica. Sin embargo, no encuentro una característica que permita afirmar que las protestas más violentas sucedan en Londres. Hay también marchas y reclamos pacíficos, organizados y con propuestas claras. No creo que los saqueos tengan la capacidad de definir las protestas en Londres. Es más bien un problema de percepción. Son los actos violentos que nacen durante una protesta los que normalmente ganan los titulares, frente a los actos organizados que contienen reclamos legítimos. Es un problema de desinformación, pero no de un aumento en la violencia. ¿Qué tipo de secuelas se muestra en la sociedad después de que se termina este tipo de violencia, con heridos, detenidos y muertos…? Creo que más que las secuelas, lo importante es la oportunidad que tiene la sociedad inglesa para revisar su historia y las condiciones específicas que han llevado a parte de su juventud a saquear y destruir sus propias comunidades. Es momento para que sociedad, medios y gobierno reivindiquen lo que realmente los enorgullece: el dialogo, el respeto, la comunidad, la participación, etc. Es momento para que el gobierno escuche e intente comunicarse con integrantes de las multitudes que han participado en los disturbios. El primer ministro Cameron señaló que estas manifestaciones violentistas han mostrado “lo mejor” y “lo peor” del Reino Unido. ¿Qué opinión merecen estás declaraciones? Entiendo que por “lo mejor” se refería a los esfuerzos de la sociedad civil por recuperar sus comunidades. Un grupo de ciudadanos organizaron limpias en los lugares en donde habían sucedido los saqueos. No hay que dejar de señalar que Estos sucesos han despertado a una sociedad civil que hasta hace poco no había estado unida. Pero me parece un error el discurso de Cameron cuando se refiere a “lo peor”. Es una condena irrestricta y condenatoria frente a los hechos, que no permite encontrar soluciones reales. Es cierto que la violencia debe ser inaceptable, pero también se debe hacer un esfuerzo por tratar de comprender lo que sucede. Viéndolo desde un aspecto más general, dando algunos ejemplos como el de Libia, Siria, Egipto, Chile, España, entre otros, ¿estas manifestaciones, que algunos casos las llaman “pacíficas”, no son un tipo de desfogue social extremo ante la incapacidad de los gobiernos por resolver los problemas? Me parece que cada país tiene problemáticas y realidades que lo hacen muy distinto a otros. Las manifestaciones en los países que mencionas nacen de reclamos específicos y tienen agendas políticas muy definidas. Si tuviéramos que encontrar un punto en común en todas ellas, me parece que sería el enorme descontento frente a sistemas políticos bajo los cuales no se sienten representados. ¿Qué está pasando con la política internacional en estos últimos años? Creo que se tratan de ciclos. Estamos siendo testigos del crecimiento de una generación que se comunica de forma distinta y que tiene ganas de participar en la creación de las reglas del juego bajo las que vive. Me imagino que son ajustes que siempre anteceden al cambio. Y para terminar… ¿Cuál debería ser el discurso que a partir de ahora deba manejar Cameron con los ingleses para no terminar como Gordon Brown? No creo veo paralelo entre el gobierno de Brown y el de Cameron. Brown representó un proyecto (el nuevo laborismo) y una ambición muy distinta a la de Cameron. Gordon Brown es el resultado de casi 10 años de desgaste del gobierno laboral. Son personalidades totalmente distintas, y que se han desarrollado bajo contextos totalmente opuestos. No entiendo cómo podrían terminar igual su gobierno. Pero como ya lo mencione antes, la gran responsabilidad del gobierno de David Cameron es aprovechar la crisis para trabajar en las soluciones específicas que permitan evitar que las razones hayan llevado a un sector importante de la sociedad a estos actos. Es momento para que el gobierno muestre que puede ser sensible ante problemas que traspasan la coyuntura actual. El gobierno tiene que crear un lenguaje para comunicarse con aquellos integrantes de la sociedad que no se sienten representados. (*) Luis Sánchez Barbosa es abogado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Tiene estudios de posgrado en gobierno y políticas públicas, en el Birkbeck College de la Universidad de Londres. Es consultor en políticas públicas y socio fundador de Sánchez Barbosa Consultores, en Guadalajara, Jalisco, México. Ha participado como columnista invitado en el periódico El Universal.

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