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El legado “con luces y sombras” que deja Joe Biden en Estados Unidos: ¿un éxito o una ilusión?

El internacionalista Ramiro Escobar evaluó el legado del presidente Joe Biden, resaltando sus logros económicos y sociales, así como algunas decisiones polémicas en política exterior, como la guerra en Ucrania, la crisis en Gaza y la retirada de tropas de Afganistán.

Biden asumió la presidencia en enero de 2021, con un 57% de aprobación; no obstante, múltiples acontecimientos han impactado su popularidad. Foto: composición LR/AFP
Biden asumió la presidencia en enero de 2021, con un 57% de aprobación; no obstante, múltiples acontecimientos han impactado su popularidad. Foto: composición LR/AFP

Las próximas elecciones en Estados Unidos definirán el futuro político del país tras el mandato de Joe Biden, quien buscaba la reelección, pero finalmente decidió retirarse y ceder la candidatura a su vicepresidenta, Kamala Harris. El actual presidente de EE. UU. promovió la recuperación financiera y manejó con éxito la pandemia; sin embargo, su postura en conflictos como la guerra en Ucrania y la crisis en Gaza viene siendo cuestionada.

Joe Biden ha dejado un legado complejo, con importantes logros económicos y sociales, pero también con decisiones polémicas en política exterior. Así lo evaluó Ramiro Escobar, catedrático de Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), durante una entrevista con La República, donde describió con precisión los logros y contradicciones de la administración Biden.

El desempeño económico: ¿un éxito o una ilusión?

Uno de los primeros aspectos que Escobar resaltó fue el aparente buen desempeño económico estadounidense bajo el liderazgo de Biden: “El país ha crecido entre 2,5% y 3% en estos años. El desempleo ha bajado a 4%”. No obstante, hay un problema importante: la diferencia entre las cifras oficiales y cómo las percibe la gente. “Hay un desfase entre lo que son los logros reales de las políticas económicas de Joe Biden y lo que siente la población”, explicó.

A finales de mayo de 2024, la aprobación Biden se situaba en un 39%, según una encuesta de Gallup. Aunque este porcentaje es bajo, triplica el 13% de aprobación que recibe el Congreso. Biden inició su mandato en enero de 2021 con una aprobación del 57%, pero diversos eventos (como la retirada de tropas de Afganistán, el aumento de la inflación y la crisis migratoria) erosionaron su popularidad. En abril de 2023, su aprobación alcanzó un mínimo del 37%.

De acuerdo con Escobar, la sociedad estadounidense, altamente consumista, no siempre percibe estas mejoras económicas, lo que podría afectar la popularidad del presidente. “Es posible que esa mejora en la economía —que Trump no reconoce— no sea percibida porque la rueda del consumo es tan grande, tan intensa, que es posible que una mejora de ese tipo no se sienta en la vida diaria”, indicó.

Políticas migratorias: de la apertura al endurecimiento

Escobar también hizo hincapié en las políticas migratorias de Biden y las describió como un claro ejemplo de la ambigüedad que ha caracterizado su gobierno. “Al comienzo, dijo que iba a cambiar las políticas de Donald Trump. En efecto, lo hizo, aflojando un poco las restricciones migratorias”, señaló.

Sin embargo, con el acercamiento de las elecciones, el presidente decidió endurecer su posición. “Puso topes al ingreso diario de 2.500 personas y aumentó las razones por las cuales a una persona se le puede expulsar”, comentó el catedrático, además de resaltar que este cambio refleja un pragmatismo político que busca apelar a ciertos sectores del electorado.

Entre 2021 y 2023, se registraron aproximadamente 6 millones de detenciones en la frontera sur de Estados Unidos. De estos, alrededor de 2,3 millones de migrantes fueron liberados en el país con avisos para comparecer ante tribunales de inmigración u otras clasificaciones. Además, se estima que más de 1,5 millones de personas cruzaron la frontera sin ser detectadas durante este período.

La gestión de la pandemia: un éxito que marcó la diferencia

Uno de los logros más sólidos de Biden, según Escobar, fue su manejo de la pandemia de COVID-19. “La reacción de Joe Biden para contener la pandemia, bajar las muertes a causa del coronavirus, fue exitosa”, afirmó. Esta gestión se diferenció drásticamente de la “desastrosa” administración de Trump y posicionó a Biden como un líder capaz de enfrentar emergencias de salud pública.

Desde el inicio del mandato de Biden en enero de 2021 hasta 2023, se administraron más de 600 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 en Estados Unidos. Para finales de 2022, aproximadamente el 80% de los adultos había recibido al menos una dosis de la vacuna, y alrededor del 68% contaba con el esquema completo de vacunación.

La tasa de desempleo, que fue un problema crítico en el inicio de la pandemia, se estabilizó durante el mandato de Biden debido a paquetes de ayuda económica, incluyendo el Plan de Rescate Estadounidense, que buscó aliviar la carga económica para familias y empresas.

El regreso de Estados Unidos al escenario global: un punto de inflexión

Respecto a la política internacional, Escobar tuvo comentarios más positivos. “Biden volvió a colocar a Estados Unidos en una posición de poder, influencia y respeto en la escena global”, con lo cual recordó la promesa del presidente: “Estados Unidos ha vuelto”. “Esto se evidenció en su reincorporación al Acuerdo de París y las políticas climáticas que implementó”, indicó.

Los conflictos internacionales, no obstante, han puesto a prueba la diplomacia de Biden. El especialista explicó que, aunque ha sido clave en la coalición de apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa, su manejo del conflicto en la Franja de Gaza ha sido muy criticado.

“Biden ha tenido un verbo menos contradictorio, pero sigue enviando armas a Israel”, señaló, subrayando la dificultad de defender los derechos humanos mientras apoya un país marcado por cometer excesos.

Derechos civiles y avances sociales, pero con límites

En cuanto la conversación giró hacia los logros de Biden en derechos civiles y justicia social, Escobar destacó el histórico nombramiento de la primera magistrada afroamericana en la Corte Suprema: “Eso nunca había ocurrido y es simbólicamente muy importante”.

A pesar de dicho acontecimiento, también considera que no todo es positivo. Las medidas estrictas contra migrantes y la falta de acción efectiva en conflictos internacionales cuestionan su imagen de “defensor de los derechos humanos”. “Es muy difícil reconciliar medidas que favorecen a sectores postergados con acciones que afectan a los derechos humanos de otros”, reflexionó.

Un legado complejo y difícil de definir

En conformidad con Escobar, el legado de Biden es uno que necesita ser visto con matices. “Ha cumplido parte de sus promesas, como volver a posicionar a Estados Unidos en el mundo y luchar eficazmente contra la pandemia, pero los conflictos internacionales han afectado su imagen”, resumió el catedrático.

Mientras que la percepción de Biden como un defensor de los derechos humanos se ve matizada por sus decisiones en política exterior. “Es un legado con luces y sombras”, concluyó, con lo que dejó claro que, para evaluar a Biden, se debe entender las complejidades y contradicciones de su presidencia.