El empleo y la agricultura son prioridad para el Banco Mundial, dice su jefe
Banga destaca la urgencia de abordar el empleo y la alimentación, ya que 1.200 millones de jóvenes se sumarán al mercado laboral en 15 años, pero solo se generarán 400 millones de puestos. La situación es crítica.
El Banco Mundial (BM) pretende aprovechar sus reuniones anuales, que se celebrarán la próxima semana, para avanzar en la creación de empleos y en la consecución de la seguridad alimentaria en el mundo, aseguró su presidente, Ajay Banga, en una entrevista con la AFP.
Estas sesiones conjuntas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se llevarán a cabo en Washington, y tendrán como punto álgido el martes con la publicación de las previsiones económicas anuales del Fondo.
Las reuniones también serán la oportunidad para seguir buscando compromisos sobre la financiación de la lucha contra el cambio climático, tres semanas antes de la COP29 que se celebrará en Bakú, la capital de Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre.
Banga recordó a los participantes antes de las asambleas anuales que las negociaciones sobre el cambio climático también deben abordar cuestiones clave como el empleo, la seguridad alimentaria y el acceso a la energía en los países más pobres.
"En los próximos 15 años, 1.200 millones de jóvenes se incorporarán al mercado laboral en los países emergentes, que al mismo tiempo crearán solo 400 millones de puestos de trabajo. Es una brecha enorme", aseguró el presidente del BM.
Si "no les das aire limpio, agua, un sistema sanitario y educativo cuando crecen y un empleo cuando tienen edad para trabajar, acabas teniendo disturbios sociales, inmigración, una población poco saludable y, en definitiva, un país menos optimista sobre su futuro", añadió.
Para ello, el BM ha creado un consejo encargado de proponer proyectos para mejorar el acceso a empleos, bajo la dirección del presidente de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, y de la exmandataria chilena Michelle Bachelet.
"El BM debe hacer más para ayudar, no solo en materia de salud, educación, clima o cualquier otra cosa, sino también contribuyendo a crear un entorno de negocios propicio a la aparición del sector privado y de empresas muy pequeñas, que son las que crean más empleo, en cualquier país", explicó Banga.
Se trata también de mejorar el sector agrícola y agroalimentario en los países en desarrollo, en particular en África subsahariana, donde esa actividad proporciona numerosos puestos de trabajo.
- El clima sigue en el menú -
Pero "los rendimientos por hectárea son en promedio un tercio de lo que son en otras partes del mundo, por lo que queda mucho trabajo por hacer en materia de irrigación, técnicas de cultivo, uso de fertilizantes y calidad del suelo", alertó Banga.
También hay que "mejorar las viviendas, crear infraestructuras de transporte y una cadena de frío, todo lo necesario para convertir esto en una verdadera industria que incluya a los pequeños agricultores", añadió.
Un último punto esencial es que "no es necesario mecanizarlos", y eliminar puestos de trabajo, sino "ayudarles a producir más", completó. "Son temas sobre los que haremos una serie de anuncios en estas reuniones, haciendo de la agricultura una verdadera oportunidad para los pequeños agricultores de África".
Existen ejemplos a seguir, como Benín, "que antes exportaba su algodón, pero las instituciones financieras trabajaron con el país para ayudarle a desarrollar una industria, y ahora exporta prendas hechas con este algodón, con volúmenes en fuerte aumento", apuntó Banga con satisfacción.
Esta labor solo puede llevarse a cabo si se tienen en cuenta los efectos del calentamiento global, por lo que la financiación a la adaptación y a la lucha contra el aumento de las temperaturas se han convertido en una de las principales prioridades del BM, aunque muchas oenegés sigan pensando que no es suficiente.
En particular, Oxfam destacó la falta de transparencia sobre el uso real de los fondos asignados por la institución a la financiación verde, un punto en el que Banga reconoce que hay que avanzar.
"El trabajo de Oxfam es interesante. La forma en que supervisamos nuestra financiación en este ámbito la compartimos con los demás bancos de desarrollo, de modo que tenemos un enfoque común", zanjó.
"Estamos trabajando todos juntos para mejorar esto, pero llevará unos meses. No quiero dar cifras si no tienen impacto sobre el terreno, lo que me importa es lo que hacemos con ellas", añadió.
Finalmente, el seguimiento de la situación en Oriente Medio también estará sobre la mesa, y en particular la reconstrucción de Gaza una vez finalizado el conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás.
Según el presidente del Banco, el tema se está tratando "con varios países de la región, así como con Europa y Estados Unidos", en contactos en los que "Arabia Saudí ha mostrado mucho interés".
els-da/arm/cjc